《MDZS》I just want some milk

capítulo único

Renuncia. MDZS le pertenece a MXTX

La mayor parte del tiempo, SiZhui estaba sorprendido de lo fácil que resultaba la convivencia.

Para ser cuatro universitarios, eso es.

A veces, resultaba tan complicado como había esperado, sino más. El piso de dos plantas se sentía chiquito, tan diminuto como el dormitorio promedio de cualquier otra habitación del bloque de residencias del campus, cuando Jin Ling y JingYi comenzaban a discutir por todo y por nada, cuando Jin Ling amenazaba con lanzar sus maletas por la ventana y JingYi con empujarlo de las escaleras —aún si, al final, los dos eran demasiado cobardes y no hicieran nada—. Usualmente, aquellas escaramuzas tontas terminaban disolviéndose en el aire como espuma, y, a decir verdad, SiZhui estaba altamente inmunizado a todo ello después de escucharlos durante demasiados años, pero simplemente existían momentos, muy pocos, en los que realmente quería salir corriendo y meter la cabeza debajo de la almohada, preferiblemente la de su cama propia, esa que había dejado atrás cuando creyó que mudarse juntos sería una buena idea.

Era una verdadera lástima que estuvieran en Taipéi y no en Shanghái, donde solo le tomaría un par de autobuses y un largo viaje en taxi regresarse de vuelta a su casa, abrazarse a las piernas de sus padres como si otra vez fuera un niño, y no pensar en nada más.

Pero eso solo pasaba cuando estaba realmente saturado de todo, del estrés casi interminable de los profesores y las materias y los proyectos y las fechas finales, lo cual, en realidad, no pasaba a menudo. Muy esporádicamente, cuando la presión de hablar un idioma tan idéntico al suyo pero a la vez tan diferente casi le arruina una presentación perfecta, o cuando los exámenes finales lo atolondraban como una bofetada en el rostro, logrando a penas salir vivo de ellos con todas sus As intactas.

(SiZhui quería creer que no era un nerd, puesto que, en realidad, sus padres no le exigían ser un nerd, pero su récord de calificaciones y asistencia perfectas decían exactamente lo contrario).

Otras tantas, el resultado mismo de cuatro adultos jóvenes universitarios, revueltos en un mismo piso, acababa reventando por el extremo más corto, donde hasta el más mínimo desorden detonaba en un caos de proporciones astronómicas. SiZhui llevaba casi la mitad de su vida escuchando que tenía la paciencia de un santo, incluso de uno de sus propios padres —quien de hecho era, en términos cortos, el caos mismo hecho carne y hueso—, pero esos momentos tomaban lo mejor de sí mismo para no lanzarse por la ventana en lugar de la maleta de JingYi. Eran, otra vez, un montón de cosas ridículas, como tropezarse con las chaquetas que Jin Ling dejó en el suelo la noche anterior y de derramar su taza entera de té sobre la laptop, o que JingYi confundiera uno de los montones y montones de mangas que ZiZhen mantenía dispersos en cualquier superficie plana del departamento y echarlo en la lavadora junto con la ropa.

Daba igual lo que fuera; uno de ellos perdía los estribos, y luego el otro también los perdía, y de repente los dos restantes terminaban arrastrados en ello, y Jin Ling amenazaba con lanzar a JingYi con todo y maleta por la ventana. Aquellas peleas podían durar un buen tiempo, semanas si estaban en tiempo de proyectos o exámenes, y SiZhui tendía a sentirse como si estuviera siendo jalado por la marea, especialmente si era chantajeado por alguno de sus amigos a tomar un lado, pero al final, nunca pasaba de diez días, y más temprano que tarde volvían a la normalidad, atraídos por esa incapacidad monumental de permanecer molesto con alguien que es tu amigo y con quien compartes un techo —o un baño, siendo el caso.