Capitulo Quince

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SCOTT'S POV

La confusión en mi rostro pudo ser muy evidente, porque Ana me tiende una mano y me guía hacia la habitación de huéspedes.

— ¿Que quieres decir? ¿Taylor está aquí?

— Llego hace un par de horas, estaba abrumada pero logré calmarla un poco — Se detuvo en la puerta cerrada y me miró — Te pido que no pierdas la calma, te necesita.

Sin esperar respuesta me deja solo. Sin dudar un segundo más, abro la puerta y Taylor esta en la habitación, su rostro se esconde detrás de la capucha de su chaqueta. Ella se levanta rápidamente cuando me ve entrar.

— Taylor, ¿Estás bien?

— ¿Scott? — Está de espaldas a mi — ¿Que haces aquí?

— Ana me llamó, ¿Que está pasando?

— No quería que me vieras así... — Su voz se quiebra.

Me acercó lo suficiente a ella y pongo mi mano en su brazo, ella se tensa al toque.

— Mirarme, Taylor.

Ella no se inmuta.

Mírame.

Taylor suelta un suspiro y se gira lentamente hacia mi, dejando caer su capucha.

El alma se me cae al suelo al ver su rostro. Tiene el labio partido e inflamado, su ojo izquierdo está morado y tiene un corte en la ceja y hay sangre seca que se esparce hasta su mejilla y la otra mejilla la tiene roja, como si le hubieran pegado un puñetazo en esta. ¿Quien hizo esto? ¿Como demonios...?

— ¿Quien te hizo esto?

La ira comienza a correr por los cenas y no puedo controlarlo. Quienquiera que haya sido, voy a matarlo.

Ella no responde mi pregunta, solo se limita a mirar al suelo.

— Taylor, tienes que decírmelo.

Su mirada vuelve hacia mi y sus ojos se cristalizan, me rompe el alma verla así, tan... Frágil.

— Michael descubrió que iba a dejarlo, que me iba a ir de la ciudad y el...

No pudo terminar la frase, pero tampoco tenía que hacerlo para darme a entender que el bastardo es el culpable de esto. Me llevo una mano a la cabeza estresado. Demonios, yo lo sabia, sabia que algo andaba mal, y como un idiots decidí apartarme dejándola con ese malnacido. Su mirada me dice qué hay más en la historia que ella no me está contando, y le da miedo decirla, pero creo saber donde está llegando.

— No es la primera vez, ¿Cierto?

Ella niega con la cabeza y yo aprieto los puños tratando de controlarme, pero no lo logro. Todo esto es mi culpa, ahora todo tiene sentido, debí haberlo sabido, debí haber reconocido las señales.

— Va a pagar por lo que te ha hecho, ¿Me oyes? Voy a matarlo.

Ella se alarma y me agarra de la mano antes de que yo pude salir por la puerta a buscar al malnacido.

— No, Scott. Por favor no vayas.

— ¿Quieres que me quede sin hacer nada? ¡Mira lo que te ha hecho!

— Tranquilizaste Scott Por favor, el es peligroso, no me lo perdonaría si te hiciera algo.

— Dijo que me iba a matar cuando me encontrara, tiene contactos por todos la ciudad es un hombre poderoso, por favor no vayas, quédate conmigo. Luego lo resolveré lo prometo.

Las lágrimas caen por sus mejillas y me tranquilizo un poco. Tampoco puedo dejarla así, tan vulnerable, me rompe el corazón. Acaricio su mejilla con suavidad y ella se aferra a mi mano rompiendo en un mar de lágrimas. La siento conmigo en la cama y dejo que llore en mi pecho mientras la abrazo con fuerza, dejo que saque todo el sufrimiento que ha estado guardando por no se cuanto tiempo.

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