Necio

188 29 0
                                    

Aunque Yuta sea un sol en su completa descripción, también era un chico necio.

Las cosas que quiere, las obtiene.

Por eso se le hace, hasta se podría llegar a decir "fácil" convencer a Taeyong.

Pero aquello también tiene sus desventajas. Tenía que ayudarlo en su gran mayoría a hacer la tarea, y también darle clases personales de japonés.

Pero para él no era un problema. Es más, si fuera por él estaría todo el día con su menor.

"Eres la razón por la que aún no me hice heridas tan profundas como para suicidarme... gracias por eso, supongo."

Yuta quería estar con Taeyong para cuidar de que no se corte las muñecas, para que no se haga daño y para que poco a poco tenga una vida mejor.

Peleaba de forma tranquila con su mamá para que lo deje salir con él. Pero ella dice que no puede estar pegado como chicle a Taeyong. Algunas veces esas minis peleas terminan mal.

Si Yuta le contara a su mamá sobre los problemas de Taeyong seguramente no dejaría que se juntara más con él.

En las tardes, cuando el pequeño japonés se encuentra aburrido, llama a su mejor amigo, para estar hasta altas horas de la madrugada escuchándolo. Justo como en este momento.

Mientras Taeyong le hablaba de cómo le fue en ese sábado aburrido, Yuta piensa y se pregunta; ¿cómo sería escuchar su risa? ¿Qué sentimientos ocasionarán?

-La cuestión es que, no me gusta la religión. Pero como mi mamá siempre me cuidó voy con ella, sólo por respeto. —¿alguna vez escucharon a una persona totalmente triste hablar? Así se lo escuchaba a Taeyong.

Hubo un pequeño silencio, en el que sólo una respiración alterada se escuchaba.

-Tae ¿Qué haces que se te escucha tan alterado?

-¡Joder Yuta! Te dije que mi mamá me dejó quedarme contigo hasta mañana antes de ir a misa. ¿A-a caso no escucha lo que le digo?

-Perdón, es que estaba pensando en lo bonita que sería escuchar una risa tuya, y ver como sonríes. —y como arte de magia, se escuchó la risa de Taeyong.

-Estoy afuera de tu puerta, ábreme por favor.

Taeyong cortó la llamada.

Yuta se quedó pasmado en su cama, mirando con asombro el celular. Luego de unos segundos salió corriendo como si fuera el mismísimo Flash para abrirle la puerta a Taeyong.

Nunca había sentido tanto el amor.

Insecure | YutaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora