Insecure | Yutae

Eres

"Eres un idiota Nakamoto Yuta" "¿Cómo puedes pensar que un chico tan lindo como Tae iba a gustar de ti?"

Yuta no tenía sueño. Después de la confesión de Taeyong estuvo 2 noches pensando, pensando mucho.

Taeyong nunca gustará de él.

Pero Yuta no tenía, ni debía separarse de Taeyong.

No debería hacerlo, pero lo hizo.

Poco a poco Yuta estuvo distanciándose de él cuando más lo necesita.

Y si a Taeyong le gustaba Chenle ¿qué tendría de malo? Que a día de hoy la persona que te gusta no te corresponda es normal. No por eso vas a dejar de ser su amigo.

Pero Yuta está tan confundido. Quizá, simplemente Taeyong no le guste pero ¿Porqué le duele tanto el pecho al recordar la confesión de su menor?

Está herido, y no quiere, para nada, sentir un flechazo por su mejor amigo cuando el mismo le dijo que le gustaba otra persona.

No quería arruinar su amistad, pero al distanciarse de él la estaba arruinando de todas formas.

Taeyong recibió bullying en esos días donde Yuta no lo protegió, estuvo solo, sin querer acercarse al canadiense. Sabía que, algún día, su amistad se iba a destruir como todo en su vida.

Sin Yuta, ya no vale la pena seguir existiendo.

¿De qué servía la vida? Todo el sentido lo traía Yuta en sus manos y cuando él se alejó, como los demás, se lo llevó sin darle a Taeyong oportunidad de al menos tomar un poco de sentido a su vida y no pensar seriamente en un suicidio, como lo estaba planteando ahora.

Al tercer día, Yuta estaba con los ojos rojos en la escuela, hasta la mitad del horario, al final no se le notaba el rojo.

Y esa noche, antes de que Taeyong haga algo estúpido, su teléfono sonó con la canción de Snk

Sólo dio una vaga vista a la pantalla y la agarró rápidamente.

No iba a decir que estuvo días y noches esperando el llamado de Yuta, pero es exactamente lo que quería decir.

Estaba nervioso, Yuta lo llamaba siempre pero esta llamada era más especial.

Contestó a los pocos segundos, en el tercer tono.

-¿Yuta? -Habló inseguro Taeyong ocultándose en un rincón de la pieza.

-Taeyong... -El japonés suspiró cansado. Eventualmente habló más seguro.- Perdón por alejarme de ti estos días, en serio lo lamento mucho. ¡Voy a tratar de recompensarlo!

-¿Cómo? -Taeyong contestó agudamente en un hilo de voz.

-Abre la puerta de tu casa. -Un pitido anunció el final de la llamada y Taeyong en cuestión, salió de su cuarto y abrió la entrada principal.

Yuta estaba parado ahí con una caja de chocolates caros, demasiado caros, y una sonrisa que podría ser aún más cara que los chocolates.

Taeyong sentía la sangre a temperaturas altas de tan sólo mirar a Yuta, su amigo, su confidente, su crush y la persona que más había querido después de tanto tiempo.

Alguien a quien estaba aferrado tanto que si el otro lo dejara, podría morir.

Se había convertido como en un órgano vital para Taeyong, y Yuta sentía lo mismo por él.