𝒱𝒾𝑜𝓁𝑒𝓃𝓉𝑜́𝓂𝑒𝓉𝓇𝑜 (𝕂𝕒𝕪𝕝𝕠𝕟- 𝕂𝕒𝕪𝕝𝕒 𝕩 𝕋𝕒𝕝𝕠𝕟)

💀Forzar una relación s3xu4l 💀

Ellos dormían juntos, una pareja normal lo hacia pero en esta ocasión esto no tenía nada de relación normal o sana. La morena sentía que habían hurtado su espacio personal pero solo se limito a callar su quejas para que el azabache no le hiciera más daño.

La noche era fría casi en temporada de otoño, cuando tiempo había pasado desde que Talon por primera vez le dijo algo hiriente, ni la menor idea tenía. Estar presa como un marginado en el Chateau d'if se había vuelto su rutina de todos los días a partir de que su madre salió a ese viaje.

El reloj tocaba las 3 de la mañana y aun no podía conciliar el sueño, solo estaba inerte allí mirando por la ventana de su habitación una expendida luna llena. Recordó de inmediato cuando aun era muy chica y su madre le decía que la luna era una sabrosa galleta de queso, y de inmediato ella se lo creía y hacia que su madre le preparara dichas pastas.

Sintió como el frió comenzaba a invadirla por su vientre, una mano le acariciaba dicha zona intentado llegar a la parte posterior de su pijama.

—¿Talon? —Su voz aun débil rompió el silencio de la habitación con una pregunta que sabía que era positiva.

Un beso fue dejado en su cuello a modo de afirmación. Sabia lo que el azabache quería pero era bastante tarde a pesar de ambos estaban despiertos.

—Es tarde Talon yo...

Su palabras quedaron en el aire cuando el nombrado ya estaba arriba de ella con una sonrisa picara. Esa sonrisa hace semanas atrás le traería una sensación de alegría, y con gusto aceptara la propuesta de el que había sido su novio de semanas anteriores; pero jamás de este monstro con el que estaba encerrada.

—¿Por qué no hacerlo? Estamos solos y ninguno esta cansado—Su sonrisa se ensancho casi parecía ser la aquel gato de Alice in wonderland—¿Acaso quieres ser una mala novia para mi Kay?

La mano del Joven Claw acaricio esta vez la herida que había hecho con el cuchillo días anteriores. Ahora Kayla no sabia si era una amenaza o fue de manera inconsciente... pero lo que estaba segura era que: tendría que hacerlo.

—Está bien hagámoslo.

.........

No fueron besos; fueron mordiscos.

No fueron caricias; fueron bofetadas.

No fueron palabras dulces ; Fueron palabrotas sucias.

No estaba siendo dulce; estaba siendo duro con ella.

Las p3n3traciones eran duras y solo se escuchaba los jadeos del azabache, la morena solo miraba al techo deseando que pronto terminara para irse a dormir y esperar sin ansias un nuevo día para volver a su rutina de encierro natural.

Miro hacia la ventana, contemplo la luna como minutos atrás lo hacía. Sonrió con cansancio al escuchar la ronca voz de Talon gruñir, él había terminado por lo tanto ya el coito igual.