💫Capítulo 2💫

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La castaña se removió rápidamente de su cama en la que segundos antes estaba acurrucada. Algo se le había acudido, está se levantó y arrugó su nariz y frotó su cabello lacio con frustración.

Los ojos miel de la chica tenían un brillo que destacaba, se podía ver la maldad de aquel pensamiento.
¿Estaría dispuesta, o solamente sería un error?
Los pensamientos de Millie eran malignos, se mostraba la maldad fácilmente con cada detalle que pensaba de aquel pensamiento, parecía tomárselo muy enserio.
Había ideado un plan.

Era un plan de venganza, pero ¿Contra quién?
Noah.
Aquel chico que rompió el corazón de la pelirroja, y que tal y como Millie contaba, hizo que su mejor amiga Sadie, se suicidase. No sólo eso, hizo que Millie se la pasé sola, sin nadie de compañía durante meses y que sólo llore por su perdida, hizo que su vida se desmoronara en cosa de segundos.

Se podía ver la rabia y el rencor en la expresión de Millie, nunca se la había visto tan...¿Maligna?
Un plan de venganza...¿Como lo haría?

La castaña estaba dando vueltas por toda su habitación, se la veía insegura, pensativa pero sobretodo frustrada.
¿Seria capaz de idear un plan contra el ojiverde con tanta maldad?
Millie no era así, todo lo contrario, era una chica tierna, simpática y amable,pero una cosa que tiene muy clara es que ella haría lo que fuera por devolversela al estúpido de Noah y más si se trataba de su mejor amiga. Ese pensamiento la agarraba más al plan y le hiciera decidirse por fin.
Lo haría.

Su plan consistía en romper el corazón a Noah. Para ella esas palabras le dolían incluso pensarlas. Ella no era una jugadora, esas típicas personas que juegan con los sentimientos de la gente y luego los hunden internamente. No. Ella no era así. Pero lo que si era rencorosa.

¿Como lo haría para romperle el corazón a un chico que ni siquiera habla y que odia con toda su alma?
Ella no estaba segura de esto, le costaría demasiado conseguir su corazón pero haría lo que fuera todo por devolvérsela. Así que  según sus expectativas pensaba en comenzar cuanto antes, ya que tardaría lo suyo en tener una relación con Noah, y más si se trata de más que amigos.

Se volvió a sentar en su cama, ella seguía pensando en el plan hasta que negó que lo haría, entonces una frase recorrió por sus pensamientos.

He-hemos roto...

Millie entrecerró los ojos con furia. Su cabeza solo pensaba en que no podía hacerlo, en cambio su consciencia repetía continuamente esa frase que Sadie le dijo el último día que la vio junto a ella.

He-hemos roto...

La voz sonó de nuevo, Millie negó con la cabeza intentando hacer que esa frase desapareciera de su cabeza. Millie estaba en duda...
¿Haría el plan, o lo dejaría llevar?

He-hemos roto...

Volvió a sonar la dichosa frase, Millie apretaba sus manos en forma de puños, ella solo dejo soltar una frase sobre sus labios que se encontraban actualmente apretados por la ira y el rencor.

-Esta bien conciencia tú ganas- fue lo único que dijo con una voz ronca que realmente no era común en ella.
La castaña estaba indecisa, y si...
¿Todo acaba peor?
Finalmente recordó unos pensamientos, que le hicieron dejar de dudar.

-¡Ey Sads!-dijo la Millie de hace 4 años.
-¡Mills!-dijo la pelirroja sonriendo.
-¿Algo que decirme?-dijo la castaña mirando a su mejor amiga con cara de pervertida.
-Emm...¿Debería?-dijo Sadie nerviosa.
-¡Vamos Sads! Sabes que me he enterado, así que...Noah ¿Verdad?
Sadie estaba totalmente sonrojada.
-S-si, estamos saliendo-dijo nerviosa mientras balbuceaba.
-¡¡¡AAAAAH!!!

Seguido de ese pensamiento le vino otro realmente horrible.

-He-hemos roto-dijo una Sadie totalmente rota.
-Escuchame, él no te merece, si lo habéis dejado es por algo-dijo una Millie llena de ira.
-Si pero-la pelirroja fue interrumpida por la castaña.
-No hay peros-dijo la castaña mirando los ojos de Sadie.
-Yo lo amaba-dijo mientras lloraba y se acurrucaba en los brazos de la mejor amiga.

Millie estaba decidida.
Lo iba a hacer.
Estaba sentaba en su cama pensando en que haría para enamorarle.

Definitivamente se quedó dormida. Se encontraba en su cama estirada, con sus pelos alborotados y sus ojos cerrados totalmente. Su cuerpo se mantenía quieto solo su pecho se movía al movimiento de su corazón. Su corazón comenzó a latir demasiado rápido, su pecho se movía descontroladamente. De repente la castaña abrió sus ojos totalmente, y, comenzó a llorar, tuvo la peor pesadilla que se pudo imaginar.

La castaña caminaba hacia la casa de Sadie para ver cómo estaba después de cortar con Noah. Llegó a su casa después de 20 minutos, se encontraba justo enfrente de la puerta, pico suavemente, pero nada más tocó la puerta se abrió sola.
Estaba abierta.
Sabía que no era de buena educación entrar sin picar pero estaba abierta y se le resultaba muy extraño.
Entro escucho gritos, por un momento pensó en no entrar ya que pensaba que era privacidad y pensaba que lo había arreglado con Noah y estarían haciendo...ya sabes...el amor, pero justo cuando estaba apunto de irse, escucho un grito que provenía de Sadie y seguido un fuerte golpe. Abrió la puerta sin importar lo que pasará o ubiera y vio a Noah mirando hacia la carretera por la ventana de Sadie despidiéndose de alguien, tenía una cara diabólica. Cuando se quiso dar cuenta Noah le miraba con furia a los ojos.
-Acercate-dijo Noah en un susurro.
Millie con pocas fuerzas y muerta de miedo de acerco y vio algo que la hizo alterarse de una manera insoportable, Noah había tirado a Sadie por la carretera.

Despertó.

Eso fue lo que Millie soñó, una horrorosa pesadilla.
Millie miro la hora, eran las 4 a.m
¿¡SE PUEDE SABER CUANTAS HORAS LLEVA DURMIENDO!?
La castaña estaba totalmente asustada, solo lloraba, no sabía que hacer, ¿Sería esto una señal de que está bien que haga el plan?

Después de aquella repentina pesadilla que la castaña tuvo, se dirigió hacia la cocina donde actualmente se encontraba tomando un poco de leche.

A pesar de que era muy tarde, no dudo en agarrarse un vaso con leche, lo dejo en la mesa y vio como la leche se movía de un lado a otro del vaso, gotas poco a poco cayendo.
Pegó un trago.
Se quedo allí viendo aquel vaso de medida mediana, que dejaba marcas blancas por la leche que había pasado para poder llegar a sus labios.
Sin darse cuenta, se durmio apoyada en la mesa al lado del pequeño vaso de leche.
                  

Enamorada en el camino [Nillie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora