HoYoung hubo un momento donde se enamoró a primera vista, y decidió que necesitaba ver nuevamente a ese chico que tocaba tan bien el piano.
No pensaba que la atracción era mutua, hasta esa tarde donde volvieron a regañarlo por equivocarse completame...
Llevo un bocado de su almuerzo a su boca, sin dejar de escribir en su libreta, concentrado en su tarea y en la música en sus oídos.
Luego de haber estado tomando clases, la música clásica se había vuelto parte de su lista de reproducción, así que el sonido del piano que en este momento salía de sus auriculares lo tenía bien concentrado.
Al menos hasta que MinChan hizo acto de aparición, arrancándole uno.
—¿Que tal?.
—Hey.—saludó con la boca llena, quitándose el otro auricular y mirando que se sentaba delante de él.—¿No tenias clases hoy?.
—El profesor no vino, así que decidí venir a molestarte por el momento.—se encogió de hombros, apoyando su mentón en su mano.—Ya tienes tres meses en esas clases, ¿has avanzando algo con ese chico?.
—No lo se.—arrugó su nariz, confundido y frustrado.—Hyung me ha regañado un montón de veces en esa habitación que tiene. Me hace escuchar música clásica allí dentro mientras me regaña, diciéndome las diferencias de las notas y otras cosas.—MinChan intento no reír, en vano, porque un sonido salió de lo profundo de su garganta de manera nasal antes de reír a carcajadas.—¡Yah! ¡No te rías!.
—¡Eres un desastre!.
—¡Aún así!.—hizo un puchero, cerrando su libreta para guardar sus cosas.—Fuera de eso, es bastante amable conmigo y muy dulce.—comentó, recordando las veces que DongHeon había acariciado sus cabellos cuando lo felicitaba o le devolvía los abrazos riendo cuando se tiraba a sus brazos a saludarlo, después de todo, DongHeon apenas era tres años mayor.—Nos hemos conocido lo más posible en clases y he querido invitarlo a una cita.
—¿No lo has hecho?.
—Bueno...—jugó con su lapicero, mirando desanimado a la mesa.—Lo hice el martes, pero cuando me iba a responder alguien entró al salón buscándolo. Me tuve que ir porque era su último alumno ese día y no tuve una respuesta.—murmuro lo último con frustración, escuchando una leve risa de MinChan.
—¿Crees que te responda hoy?.
—No lo se, pero si me dice que no, será vergonzoso verlo a la cara los demás días.
—Suerte entonces.—HoYoung hizo un puchero ante la sonrisa burlona de su amigo.—Tal vez tienes menos problemas que los que YeonHo tiene.
—Oh si, eso si.—HoYoung suspiro, recordando a su amigo quien incluso había faltado aquella semana a la universidad.—Vamos a verlo mañana. Debe estar muy saturado con eso.
—Está bien. Hoy yo iré a casa de MoonBin, así que si tú profesor te rechaza, sabes donde ir.
—No eres de ayuda. Eres de lo peor.
—Gracias, gracias, muchas gracias.—HoYoung rió ante las inclinaciones exageradas de su amigo antes de suspirar.
Bueno, debía armarse de valor, ¿no?.
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