Capítulo 17

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Los labios de Alan eran suaves, se sentía bien. Nuestros labios encajaban tan bien cuál piezas de rompecabezas.

Moví mi rostro hacia un lado para darle profundidad al beso, me sobresalté al sentir la lengua de Alan explorando mi boca, un escalofrío recorrió desde mi cuello hasta mi columna. La música de la fiesta y el bullicio desapareció, sólo éramos él y yo.

Alan separó sus labios de los míos, su respiración al igual que la mía estaba agitada. Fue entonces cuando volví a la realidad.

¿Qué acaba de pasar?

—Esto compensa cualquier regalo — repitió y luego sonrió.

Jodida sonrisa la que tiene.

No sabía que responder y no me atrevía a mirarlo a los ojos porque estaba segura que mi cara parecía un tomate.

—Alan, es hora del pastel —parpadeé varias veces cuando escuché la voz de Rydel —. ¿Qué estaban haciendo? —Rydel alternó su mirada entre Alan y yo.

Y no la culpo, nuestros aspectos no son los mejores, respiraciones agitadas y labios hinchados, sin contar mi rostro tornado rojo.

—Bailaba con Brooke —respondió tajante —. Vamos por el pastel. Te veo luego —me dedicó una mirada y se alejó de mi llevándose a Rydel con él.

La rubia me miró meticulosamente y siguió a su hermano.

Alguien que me despierte por favor.

~*~

Si conocen a Brooke Elizabeth Taylor sabrán que después de lo sucedido con Alan en su fiesta  lo más maduro que podía hacer era enfrentar a Alan y hablar de lo sucedido.

Pero saben que dentro del diccionario  de La Real Torpeza de Brooke "Maduro" da error al buscarla en el diccionario ya que esa palabra no existe.

Sí amigos, evite a Alan a diestra y siniestra la semana después de la fiesta.

Savannah no dejaba de preguntarme si había sucedido algo en la fiesta, a lo que yo siempre respondía que no. ¿Cómo le decías a tu mejor amiga que besaste a un chico?

—¿Me dirás que es lo que pasó entre Alan y tú en la fiesta?

—No sé de qué hablas. No pasó nada entre Alan y yo —cerré mi casillero después de guardar algunos libros.

Savannah entornó los ojos y luego suspiró dramáticamente.

—Haz evitado a Alan toda la semana, y Rydel no deja lanzarte miradas asesinas cada vez que te ve.

—No estoy evitando a Alan y Rydel siempre quiere matarme cada vez que me ve —me defendí.

Savannah bufó —. Bien, como digas.

Empezamos a caminar por los pasillos de la escuela.

—¿Vamos por un café luego de clases?—me giré hacia ella.

—Yo...tengo que ayudar a mi mamá en la casa —jugó con su cabello.

Aguarden.

Savannah juega con su cabello cuando está nerviosa... Y cuando miente.

—Claro —la miré detenidamente en busca de alguna señal sospechosa.

—¡Oh! Casi lo olvidaba, tengo que buscar a Gabriella. ¿Nos vemos en literatura?— no me dejó responder y se fue en dirección contraria a la que íbamos.

Sí, definitivamente Savannah estaba ocultando algo.

Continué mi camino hacia el salón de Álgebra cuando una mano me agarró el brazo y literalmente me jaló hasta meterme en un salón.

Detrás De La Cámara ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora