Parte 1

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—¿Quieres venir? —Joder, sólo decir las palabras tenía a Jungkook medio duro. Había vivido al lado de Park Jimin durante dos años. Sus apartamentos compartían una pared común, porche y patio trasero. Jungkook diría que eran amigos. Al igual que hoy, podrían sentarse en el porche, beber cerveza en una fresca tarde de otoño, pero nunca habían salido de fiesta o habían hecho cualquier otra cosa. Jungkook lo entendía. Jimin era hetero. Tal vez se sentía incomodo saliendo con un hombre gay públicamente—. ¿Sobre las diez?

—No sé. —Jimin levantó su cerveza a la boca y bebió un sorbo. Sus labios se cerraron alrededor de la botella y el estómago de Jungkook se apretó. Cejas espesas y largas pestañas enmarcando los ojos mieles más seductores que hubiera visto. Profundos ojos mieles para ahogarse dentro—. ¿Quién estará allí?

Jungkook sonrió. —Un grupo mixto. —Había reservado el club de los apartamentos para una fiesta privada de Hallowen. Los compañeros de trabajo y amigos—. Y sí, habrá mujeres allí. —Se rió Kook—. Pero te advierto, que algunos serán hombres vestidos de mujer. —Y con el cuerpo caliente de Jimin que se veía como un modelo de GQ, ninguno de los hombres, disfrazado de  mujer o simplemente gay, que tuvieran trato con Jimin lo rechazaría.

—Creo que sería capaz de ver la diferencia entre una mujer y un hombre vestido de mujer.

Jungkook enarcó una ceja. —Te lo prometo, hay alguien que nunca imaginarías.

Soltando un bufido Jimin le dio otro trago a su cerveza. —Incluso usando gafas negras y con mucha cerveza, seria capaz de decir si una mujer tiene polla.

Jungkook golpeó su botella de cerveza contra la de Jimin. —Eso sonó como un reto. Ven a la fiesta esta noche. Habrá hombres allí, que te proporcionarán, hermano hetero, una erección.

Jimin estaba de pie en el porche. —No sé. —Se estiró.

Jungkook se apoyó en la barandilla. Su mirada viajó hasta las largas piernas de Jimin y cayó sobre la bragueta de sus jeans. Una camiseta ceñida abrazaba su torso. Brazos fuertes y manos agradables. Era un jodido hombre, y Jungkook se podía imaginar ser su hembra.

—Bueno, si decides venir, ven. —Jungkook meneó las cejas—.Oh, y es una fiesta de disfraces.

—Sí, en cierto modo tenía esa impresión. —Jimin puso los ojos en blanco, y girándose entró en su apartamento.

Jungkook se quedó mirando la puerta cerrada. ¿Por qué siempre tenia que codiciar a los chicos heterosexuales? Tenía un montón de amigos gays, había salido y jodido con unos pocos de ellos. Aún no encontraba a esa persona especial que disparara su interruptor, pero eso no quería decir que había dejado de buscar. Sólo tenía que dejar de mirar hacía al lado. Suspirando se levantó. Jimin era el material de novio ideal... aunque si sólo fuera gay. Con una última mirada de añoranza a la puerta de Jimin, se fue a preparar para la fiesta. 



Jungkook inspeccionó la sala. La fiesta de Halloween se encontraba en pleno apogeo. Columnas de vapor de humo gris salían del caldero grande y negro. El hielo seco burbujeaba en el embriagador brebaje de la bruja. Brochetas de frutas alineadas en una fuente y barras de caramelos en miniatura llenaban un cuenco. Ensalada de patata, patatas fritas, salsas y otros canapés se asentaban en las largas mesas de banquete cubiertas con manteles negros. Telas delgadas y oscuras se extendían por la parte frontal. Mesas redondas con sillas estaban situadas en grupos alrededor de la gran sala. Los ventiladores circulaban el aire desde el alto techo abovedado. La iluminación era lo suficientemente baja como para dar un ambiente misterioso.
Drag Queens, monstruos, gatitos sexuales de ambos credos,merodeaban por la habitación, mezclándose y charlando. La música, con un ritmo duro, bombeaba a través de los altavoces y varias parejas bailaban en el centro de la sala.

—Por favor, ¿puede alguien explicarme cómo puede Kookie caminar en tacones de doce centímetros y medio? Tiene mejores piernas que yo. —Mandy apoyó una mano en su cadera y miró airadamente a Jungkook, Kookie en su porte travestido.

—Cariño, él es una mujer mejor que la mayoría de las que están en esta sala. —La sofocante voz profunda de TaeTae contradecía su aspecto femenino. El pelo rojo apilado en lo alto de su cabeza y el exceso de maquillaje le transformaban en una diva de negro. Diamantes de imitación colgaban de sus orejas, cuello y muñecas. Un vestido rojo, con un corte alto en el muslo, moldeaba su hermoso y gran culo.

—No Mandy. Ella es toda una mujer. —Jungkook pasó un brazo alrededor de Mandy. Era pequeña, la parte superior de su cabeza apenas llegaba a su hombro cuando él llevaba tacones altos.

—Gracias Kookie. —Sonrió mirando hacia arriba. –Pero todavía tienes mejor figura que yo. Dios, me pone enferma. —Le pellizcó la nariz—. Si calentaste a mi cita, te voy a patear el culo.

—Puede ser pequeña —dijo TaeTae sonriendo—. Pero tiene más huevos que la mayoría de los hombres.

Jungkook sonrió entre dientes. —He visto lo que tienes —le dijo a Mandy—. No tienes de que preocuparte. —Dio un manotazo al rabo blanco del conejito playboy de Mandy—.Indiana Jones es caliente, pero no estoy interesado en tu cita. Su látigo me asusta.

—Dios Santo, ¿quien es ese? —Tae indicó la posición del pirata cerca de la puerta. Un parche cubría uno de sus ojos, pero Jungkook reconoció al instante el miel penetrante de sus ojos y la forma de su áspera mandíbula.

Jimin llevaba una vaporosa camisa blanca desabrochada hasta el ombligo. Jungkook había visto antes el torso bronceado de Jimin y como ahora, su boca se quedo seca.

—Joder, y yo que pensaba que Jack Sparrow era caliente y obsceno. —Mandy chasqueó la lengua y miró a Jungkook—. ¿Vas detrás de algún botín pirata, Kookie?

—Sería del capitán Park Jimin. —Apretados pantalones de color gris oscuro moldeaban sus caderas, ingle y gruesos muslos. Un machete colgaba de una banda borgoña atada a la cintura y negras botas hasta las rodillas ciñendo sus pantorrillas. 

Tae se río. —¿El vecino que has estado persiguiendo? — Tae silbó—. Maldita sea, ahora sé por qué has estado guardándolo todo para ti. Lo has estado ocultando de nosotros.

Sí, pero no por las razones que TaeTae asumía. —Él es hetero.

—¡Toma! —Mandy dio unas palmadas.

—Atrás —espetó Jungkook—. O se lo diré a Indiana y permitiré que te azote por traviesa.

Jungkook se alejó de Tae y Mandy. Su estómago se estremeció, las rodillas le temblaban. ¿Cómo reaccionaría ante Jimin cuando lo viera vestido de mujer? 




Hola, decidí adaptar esta historia para ustedes, que por cierto es una historia corta, tal vez tenga cuatro partes mas o menos,espero les guste, les subo la primera parte y después actualizare infierno. 

Kookie (JIKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora