Parte 3

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El vestido era estrecho y llevaba tacones altos, pero no tenía nada que ver con el mareo de Jungkook. Tenía calor, dolor y estaba listo para saltar sobre Jimin. Le estaba besando. El itinerario de las manos de Jimin era su espalda, caderas y su culo. Y gloriosamente la dura polla de Jimin estaba clavándose en él. La suya estaba palpitando. Podía sentir los fluidos que escapaban por su ranura. Sus pelotas estaban calientes y latiendo. Ah, pero deseaba a Jimin, lo deseaba mucho.

Pero Jimin era hetero. Y mientras Jungkook se hacia pasar por una atractiva mujer, con tacones y un vestido que sólo acentuaba sus distintas cualidades masculinas. Esta noche, a causa de los tacones, era mucho más alto que Jimin al menos siete u ocho centímetros. ¿A cuántas mujeres conocía Jimin que midieran un metro ochenta y dos?

Dios, ¿por qué se preocupaba de lo que motivaba a Jimin?
Jungkook siempre se había sentido caliente por su vecino, pero Jimin no había insinuado que querría otra cosa que no fuera una casual amistad, estrictamente platónica. Jungkook no tenía costumbre de ir tras hombres heterosexuales, simplemente los deseaba desde la distancia.

Jungkook deslizó la palma de su mano por el frente abierto de la camisa de Jimin. Las puntas de sus dedos encontraron caliente y suave carne. Los pezones de Jimin eran granos redondos. Jungkook rozó con su pulgar a través de la punta. Jimin gimió, moliendo su dura polla contra Jungkook.

—Perdón. —Tae tocó el hombro de Jimin—. Si pudieras darme un momento para usar su boca para hablar. —Sonriendo se metió entre ellos—. Kookie, alguno de tus amigos se van y los que no, están encendidos. Y cariño, no tengo condones suficientes para todos. —Mirando por encima del hombro le dijo a Jimin—. ¿Podrías dejarnos un momento a solas?

—Claro, yo, eh, iré a tomar una copa. —Su mirada pasó de Tae a Jungkook. Un aleteo se arremolinó en su intestino. Los penetrantes ojos azules de Jimin se oscurecieron con lujuria. ¿Qué reclamaban las manos y la boca de Jimin, que suplicaba su mirada?.— ¿Puedo ayudarte en algo?

—Estoy bien.

Jungkook y Tae lo vieron alejarse.

—No diría que estás bien —espetó Tae—. No a menos que seas estúpido. ¿Qué estas haciendo?

—Aprovechando lo que se llama oportunidad.

—¿Y cuando él cierre la puerta de golpe sobre Jeon Jungkook porque su polla está dura por Kookie?

Jungkook dejó esos pensamientos a un lado. —No es como si no supiera quien soy. Me he corrido moliendo mi polla contra la suya. —Jungkook se estremeció con el recuerdo—. Joder, es grande y duro. Tae, quiero su polla.

—Nunca vas a aprender. —Tae abrió su vestido por la ranura—. Te lo juro, no protegerás tu corazón, pero puedes proteger tu polla, o más bien tu culo. —Tae rodó sus ojos—. Porque está claro que vas a ser jodido esta noche. Espero que él sepa lo que está haciendo, pero si no, son extra lubricados. —Sacó un condón del elástico de sus medias de muslo alto—. Espero que tú sepas lo que estas haciendo. —Ella sacudió el condón entre los dedos.

—Gracias, Tae. — Dijo Jungkook tomando la goma de su mano.

—Al menos uno de nosotros va a tener sexo. —Tae se alisó el pelo mientras miraba alrededor de la habitación—. Bueno, después de tu pequeña exhibición con Jimin, sospecho que aquí todo el mundo va a tener sexo, menos yo. —Resopló y Jungkook se echó a reír.

Jimin volvió poco después. —¿Es seguro volver? —Sonrió y Jungkook agarró el condón más fuerte.

—Sí, estás a salvo. —Tae frunció el ceño hacia Jungkook—. Gracias a mí.

Kookie (JIKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora