lo conocí bailando y bailando lo conocí
alto, tierno, galán, interesante, cautivador: de ensueño
me tomó de la mano para caminar hacia el cielo: hacia nuestra perdición
y yo, ingenua. Ingenua, ingenua, ingenua, funesta combinación
magnífico bailarín era, estupendo
mis ojos, maravillados, se enceguecían al verlo, pues era la estrella más brillante
sonrisa y ojos de ensueño que, cuando me acariciaban, me hacían añicos en el piso, para luego elevarme a las nubes
era él como la cocaína; yo, una adicta, y otras también lo eran.
le pregunto, ante la incertidumbre y complejidad del tiempo y la distancia: ¿me querías?
me sostuviste entre tus brazos frente a ellos, me quisiste frente a ellos, no te importaron y decidiste quedarte a mi lado, fue mutua la fuerza del amor
eras el ideal por donde se te contemplara, y sí, te deseaban otras ciegas también
inusitadamente, nos conocimos
ni siquiera los mismos dioses lo hubiesen podido predecir
mas cuando me miraste para hacerme añicos definitivamente, tu belleza no me volvió a acariciar, no la volví a disfrutar
ya padecí más de lo debido a tu gallardía, no necesito más, gracias
sí, lo sé, lo sé, apenas estoy comenzando la aventura de la vida tal cual una tortuguita emprende camino para llegar al mar
pero, a veces, percibo todas las heridas abiertas de batallas pasadas que mi corazón aún está tratando de aliviar
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diario de un corazón lastimado.
PoetryEl diario de este corazón abarca historias de amor que transcurrieron durante 4 años. Este corazón amó muchísimo, por ende, sufrió muchísimo; pero (sorprendentemente) aún queda mucho para dar.