♡tres meses en la playa

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su carisma, su sonrisa, esa manera tan peculiar de mirar
sus bromas y su coquetería
sus abrazos que me hacían sentir como en casa
su sonrisa que expendía alegría 
su tino al hablarme, al tocarme
su jovialidad, forzada tal vez, al borde de sus casi 4 décadas, solo me pudieron cautivar aun más

a veces, me adentraba, imprudentemente, al peligroso océano, pero no me arrepiento, pues las olas jamás me lastimaron

fue un día soleado en la playa cada momento juntos: cada conversación, cada sonrisa, cada mirada, cada caricia

divisamos un castillo de arena: lejano pero enorme, que gritaba centelleante "hasta que las muerte los separe" 

nadie resultó lastimado, a nadie se le rompió el corazón hasta que... lo vi

lo vi allí: sonriente, erguido, como un galán de telenovela y enganchado del brazo de su castillo
ella, de blanco, simbolizando, por primera vez, el fin definitivo de algo que ni siquiera tuvo principio

el tiempo pasó y, pese a que la arena y el océano conviven tan cerca, las olas, de vez en cuando, chocan contra mi playa, enojadas, necesitadas y con ganas de él

diario de un corazón lastimado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora