su carisma, su sonrisa, esa manera tan peculiar de mirar
sus bromas y su coquetería
sus abrazos que me hacían sentir como en casa
su sonrisa que expendía alegría
su tino al hablarme, al tocarme
su jovialidad, forzada tal vez, al borde de sus casi 4 décadas, solo me pudieron cautivar aun mása veces, me adentraba, imprudentemente, al peligroso océano, pero no me arrepiento, pues las olas jamás me lastimaron
fue un día soleado en la playa cada momento juntos: cada conversación, cada sonrisa, cada mirada, cada caricia
divisamos un castillo de arena: lejano pero enorme, que gritaba centelleante "hasta que las muerte los separe"
nadie resultó lastimado, a nadie se le rompió el corazón hasta que... lo vi
lo vi allí: sonriente, erguido, como un galán de telenovela y enganchado del brazo de su castillo
ella, de blanco, simbolizando, por primera vez, el fin definitivo de algo que ni siquiera tuvo principioel tiempo pasó y, pese a que la arena y el océano conviven tan cerca, las olas, de vez en cuando, chocan contra mi playa, enojadas, necesitadas y con ganas de él
ESTÁS LEYENDO
diario de un corazón lastimado.
PuisiEl diario de este corazón abarca historias de amor que transcurrieron durante 4 años. Este corazón amó muchísimo, por ende, sufrió muchísimo; pero (sorprendentemente) aún queda mucho para dar.