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«Junio»
...

¿Quién escribió esto? Pensó Stiles Stilinski, irritado por el calor de la tarde y la desordenada letra en la arrugada y manchada hoja que intentaba leer con toda su concentración.

Aunque la pregunta era estúpida, porque estaba más que claro que había sido escrita por prácticamente todos; teniendo varias letras diferentes, no podía evitar intentar buscar un solo culpable debido a su mal humor. ¿Por qué demonios quedó él solo para la compra de toda la comida?

Piedra, papel o tijera estaba arreglado, no volvería a participar en la repartición de deberes de esa manera.

Soltando el décimo quinto suspiro de resignación de la tarde, Stiles entrecierra sus ojos y vuelve a intentar leer que demonios dice lo siguiente en la lista. Ya está a punto de terminar las compras y sólo quiere tachar esa cosa, sea lo que sea.

¿Cardamomo? ¿Caviar? ¿Caramelos? ¿Condones? ¡¿Qué mierda dice allí!? Maldita sea ¿quién escribió esa parte?

Le daría, personalmente, clases de caligrafía a quien hubiera sido. Que vivieran en un circo no significaba que fueran unos incultos como a veces los retrataban en las viejas películas, muchos habían terminado la preparatoria, incluso cursado unos años en la universidad. ¡Debían saber escribir al menos!

-Disculpa ¿Vas a quedarte ahí parado más tiempo?

Levantando la vista del arrugado papel, el castaño se encuentra con un hombre una cabeza más alto que él, acompañado con una expresión amargada en su rostro. A primera vista, Stiles piensa que es guapo.

-¿Qué... ¡Oh! Si, disculpa -quitándose del medio, Stiles le da al azabache el espacio necesario para que alcance lo que necesita, que convenientemente estaba frente a él justamente.

Sin más palabras, el chico de chaqueta de cuero y aura demasiada seria, toma lo que necesita y se gira para seguir su camino.

-¡Espera! -En un impulso, Stiles detiene al azabache, quien se congela en su lugar y sólo gira un poco su cabeza para verlo. La expresión en su rostro es rápidamente leída como: "¿Qué quieres?" No es necesario palabras de su parte -¿Puedes ayudarme con algo?

Tardando sólo un minuto, pensando si realmente vale la pena ayudarlo o no, el chico alto de semblante fuerte, se gira y camina los pasos que se alejó del castaño. No hay palabras de su parte, sólo espera a que el chico castaño hable por su cuenta.

-¿Puedes intentar adivinar qué dice aquí? -extendiendo la hoja hacia la otra persona, Stiles espera, mientras aprovecha para admirar un poco más de cerca al chico.

Otra vez, sin palabras, el hombre se separa luego de haberle echado una mirada superficial a la arrugada hoja. Stiles cree que ni siquiera lo intentó, que se dio por vencido luego de ver aquel desastre de letras, pero en menos de un segundo toma un paquete de galletas Candace Cherry y se lo da.

Y entonces, ¿Candace Cherry? ¿En serio?

-¡Gra-

Mirando a todos lados en el pasillo, Stiles se encuentra con que el guapo desconocido ya no está, a desaparecido por arte de magia. No le da importancia, encogiéndose de hombros para luego lanzar las galletas dentro del carrito. Es hora de la última parada antes de regresar.

-¡Frutas y verduras, allá voy!

[...]

-¡Gracias por su compra! -dice la chica de la caja con demasiada emoción. Seguro es nueva -No olvide dejar los carritos en su lugar luego de usarlos -despide dando la larga factura a Stiles, quien la toma con una mueca que intentó hacer lo más parecida a una sonrisa.

Empujando dos carritos totalmente llenos, se esfuerza bastante para no chocar con nada o nadie. Debe detenerse en la salida al estacionamiento, porque sólo un carrito cabe por la puerta, no dos, lo que le parece inútil y poco práctico en ese momento.

Para mejorar su tarde, la rueda del primer carrito se traba y dificulta que Stiles lo empuje por la puerta, lo que logra frustrarlo al punto en que no piensa y solo empuja con fuerza el condenado carrito de compras, hasta que esté ceda, con suerte, solo y por arte de magia.

¡Vamos! ¡Joder, que quiero irme ya! ¡Deja de ser un carrito estúpido y conflictivo!

En medio de su pelea mental con un objeto (no es la primera vez), siente una mano presionar su hombro y jalar hacia atrás. En menos de un segundo la persona que a pasado a su lado a destrabado el carrito y empujado afuera en su totalidad.

Sólo es cuestión de ver más allá del carrito y Stiles reconoce al instante a la persona que lo ayudó. ¡Es aquel chico de chaqueta de cuero! quien le ayudó con las galletas.

Empujando el segundo carrito con las compras, el castaño se acerca listo para agradecerle; está vez antes de que desaparezca, pero....

-¡Hey! ¡Sti! -el ruidoso claxon de una camioneta se escucha desde la entrada del estacionamiento. Girando su vista, Stiles se encuentra con su mejor amigo acercándose en el vehículo -¿Listo para irnos? - pregunta Scott, quien a bajado del auto cuando estacionó.

-Si sólo déjame... -como la primera vez, aquel desconocido había desaparecido, dejando a Stiles mirando a los lados -No importa.

Ayudando a Scott, Stiles mete las cosas en la parte de atrás de la camioneta y se sube al frente cuando terminan. Todo el camino se la pasa pensando en aquel extraño que lo ayudó dos veces. Sin embargo, sabe bien que será imposible volverlo a ver y no es como que le importe mucho realmente...

•••

Ha pasado un tiempo, pero regrese con un nuevo sterek.

CircoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora