Michiru una muchacha humana que por azares del destino se transformó en beastman tanuki y conoció al que es Shirou un beastman lobo que parece recuperarse muy rápido juntos viven muchos problemas y alegrías.
Michiru no sabia es que el sentimiento d...
Mientras todos comían felices, el kyubi veía a Nathan de reojo, tenía miedo de que su apariencia lo incómodora.
-¿Y que tal tus clases, Nathan? - pregunto Wisper mientras comía viendo el sonrojo de Nathan y las miradas de reojo de el kyubi.
-Muy bien, pronto me podré ir en solitario de mi comunidad y saldré solo ya no tendré que regresar-dijo Nathan pero al terminar de decir eso, un gran calor se sintió a su lado al voltear, vio la mirada del Kyubi y sintió arrepentimiento sin saber por qué.
-Así que no tienes que volver-dijo el kyubi mirándolo y sin más sigui comiendo.
Los espíritus y yokais supieron de inmediato que algo iba mal.
Cuando terminaron de comer, Nathan tuvo que irse.
-Hasta mañana, chicos-dijo Nathan en la puerta de la cima de la montaña, ahi estaban como siempre los espíritus, yokais y el kyubi para despedirle.
-Hasta luego, Nathan, ve con cuidado - dijeron a coro todos.
-Igualmente-dijo Nathan y cuando se fue el kyubi dio una orden que asusto a los yokais y espíritus.
-Cerrare este lugar-dijo el kyubi serio-si se quieren ir aprovechen ahora por que no creo abrir la puerta en algún tiempo.
-¿Qué? Pero... - dijo Wisper pero la mirada que mando el kyubi los hizo callar, claro que nadie se fue. Pero siempre hay una excepción, Jibanyam fue con Nathan para que el kyubi detenga esta locura.
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AL DÍA SIGUIENTE... Nathan estaba preparando la comida otra vez por que vio que al kyubi le gustó su comida, lo que provocó en el una alegría indiscutible.
Cuando salía de camino a la montaña Katie lo detuvo, ella hoy estaba decidida a decirle sus sentimientos y estaba segura que Nathan tenía los mismos sentimientos.
-¡Nathan, espera! - diko Katien llegando corriendo, Jibanyam que estaba en los alrededores buscando a Nathan lo encontró con una niña.
-¿Quien es? - se preguntó Jibanyam preocupado y al ver como ellos se alejaban temió lo peor y los siguió.
-¿Qué pasa, Katie? ¿Por qué me trajiste aquí? - pregunto viendo que estaban alejados sin saber qué Jibanyam estaba espiendolos desde un árbol un poco lejos pero eso no era problemas para el podía escuchar perfectamente.
-Nathan... Tu.. Tu..tu me gustas-dijo Katie toda sonrojada y esperando ansiosa el "yo tambien" pero...
-Katie agradezco tus sentimientos pero no siento lo mismo-dijo Nathan seguro pero de la nada Katie se le abalanzó y lo beso.
Nathan estaba en shock y pensó que debía hacer, si estaba con Katie sería lo más normal, dudaba que el kyubi lo quiero más alla de amigos.
Pensando en eso correspondió.
Jibanyam al ver esto se sintió triste ya que sabía que el kyubi estaba sintiendo amor por Nathan.
De la nada una gruma morada rodeo a Jibanyam-¡¡Nathan!! - grito con la esperanza que volteara lo cual hizo el mencionado al ver a Jibanyam.
Nathan se sorprendio ya que sabía que los yokais y espíritus no frecuentaban salir de la montaña ya que contaban con la protección del Kyubi.
-Jibanyam-dijo Nathan y con unos conjuros soltó a Jibanyam-¿Que pasa? - pregunto preocupado.
-¿Por qué Nathan? - preguntó Jibanyam temblando mientras las lágrimas salían-por que ilusionaste a nuestro salvador y lo destrozaste así-dijo apretando sus patas.
-¿De que hablas? - pregunto Nathan extrañado.
-Deja de hablar Jibanyam - dijo una voz extraña para Katie cuando ambos voltearon se quedaron en shock más que todo Nathan.
-¿Qué haces fuera de la montaña, monstruo? - preguntó Katie temblando de terror al ver, al kyubi el desterrado, pero Nathan estaba enojado por eso.
-Sólo vine por uno de los mios-dijo el kyubi y el mismo humo morado salía y agarraba a Jibanyam, este ya no opuso resistencia-Nathan - lo llamo-No vuelvas a subir la montaña, nunca más-dijo el kyubi mientras cambia de apariencia, sus coloridos y llamativos colores se opacaron.
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-Nunca más-enfatizó el kyubi con dooor en la mirada. Al terminar de decir eso de un salto se fue flotando a la montaña hasta perderse de vista.
-No puede ser-dijo Nathan cayendo como gelatina y de sus ojos caían muchas lágrimas de dolor.
