Capitulo 4

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Habían pasado ya tres días desdé que volvió a Nueva York.

Anna lo primero que hizo cuándo bajó del avión fue abrazar a su amiga Merida, que la vino a buscar en su auto. La pelirroja comentó como había terminado lo suyo con Elsa, y que también ya tenía casi todo para el libro, solo le quedaba escribir el final y tendría todo para para entregarlo a su amiga editora.

Al llegar a su casa Anna recordó que no había pasado mucho tiempo en esta, ya que había escapado de cierta persona peligrosa. Merida le dijo que no había que preocuparse por Ariel, al parecer ya había conseguido una nueva novia.

"Me amenazó con matarme para olvidarse de mi a la semana, vaya perra."

Anna habia pasado todo el primer día escribiendo, por si la inspiración se iba, o por si las fuertes ganas de llorar por Elsa aparecían.

Escribir era un buen método para entretenerse.

Era algo triste el final que había escrito para el personaje. La historia de Flynnigan Rider había terminado con el muriendo en su cama, recordando toda su vida, y feliz de haber soltado ese peso que cargaba en su corazón. Por más duro que haya sido el rechazo, ya no tenía nada que lo molestara, lo cual era raro considerando que un veneno lo estaba matando.

Volviendo a la historia principal.

Anna.

El segundo día volvió a leer su libro con su editora, osea Merida, quien solo habia señalado ciertos puntos que fueron arreglados de inmediato. Ahora Anna ya no tenía libro que escribir. Su amiga se había ido para hacer su trabajo, y ahora ella estaba sola en su departamento, con tiempo de sobra para pensar en su soledad y mala fortuna en el amor.

El helado, los chocolates y Netflix parecían una buena opción para pasar el rato.

Ya en el tercer día, Anna estaba tirada en su sofá, todavía comiendo chocolate. Una de las ventajas de ser una escritora famosa, era el dinero, y tener dinero significaba que la pelirroja podía gastar cuanto quisiera en lo que ella quisiera.

Y lo que ella quería era chocolate. Mucho chocolate.

Sorprendente, o quizás no tanto, se estaba terminando el último capítulo de TrollHunters. Le había gustado demasiado, aunque quizás deberia volver al verla cuando no tuviera su mente llena de Elsa y el tiempo que había pasado con ella.

"Estúpido cerebro. Se suponía que la debía soltar, dejarla ir, con esto tendría que dejar de sufrir por ella. ¿Entonces por qué mierda estoy acostada llorando mientras como chocolate?"

Lo único que podía pensar sobre sí misma era que era débil.

"Desearía poder ser más Flynn y menos Anna."

Los pensamientos autocompasivos de la escritora fueron interrumpidos por el sonido del timbre de su departamento.

"¿Desde cuándo Merida toca el timbre?"

Se levantó del lugar y se limpió los mocos y lágrimas con la manga del piyama que tenia puesto, pero el chocolate se lo limpio con una servilleta, ya que Anna creía que el chocolate era más difícil de quitar que los mocos y las lagrimas.

El timbre seguía sonando insistentemente.

"¿Merida se volvió testigo de Jehová?"

Ella se movió perezosamente hasta la puerta, giró la llave y abrió.

— ¿Elsa?

"Comer chocolate causa alucinaciones, estoy seguro que lo ley en internet."

— Bu-Ho... ¡BOLAS!— la peliblanca se dió un face-palm.

𝚁𝚎𝚐𝚛𝚎𝚜𝚊𝚗𝚍𝚘 𝙰𝚕 𝙿𝚛𝚒𝚗𝚌𝚒𝚙𝚒𝚘[ᴱˡˢᵃⁿⁿᵃ ᶠᵃⁿᶠⁱᶜᵗⁱᵒⁿ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora