Estrellas Fugaces Y Deseos Pequeños

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El día habia sido alterado, entre peleas con Gustabo, el Super y Emilio lo que queria hacer era ir a su casa, llorar toda la noche y despertar otro día tratando de olvidar lo que sucedió.

Iba camino al vestidor para poder quitarse un rato el pasamontañas y poder cambiar su chaleco, solo estaria por unos 10 minutos si no habia algún atraco o chivatazo. Entro y solo vio a aquella persona que por primera vez gracias a el se había encariñado. Salio rápido de ahí y fue directo a la sala de procesados nervioso.

Era el Comisario quien estaba en el vestidor, luego se regaño mentalmente, no era Horacio en ese momento, era Dan. Aunque eso le trajo tristeza, pues sabia que como es realmente ya no puede acercarse con el sin recibir malos tratos, miradas e insultos, suspiro y volvio a subir. Era Dan, el subinspector que ayudaba a sus compañeros, el que se hacía el chulo frente a toda la malla, pero ahora se asustaba con el Comisario.

Entro y saludo, escucho su voz y no pudo evitar sonrojarse pero despues palidecer por el comentario de su vestimenta. Salio y camino hacia su patrulla viendo al mecánico que caminaba mientras se sujetaba el brazo. Después de ver como el que era su platónico hablaba con el decidió acercarse para poder dar su opinión de aquellas cajas y la situación que paso, volviendo a recibir quejas de su vestimenta.

Aunque no lo demostraba aquellos comentarios le dolian ¿Como te sentirías si aquella persona que te gusta critica por como eres y como te expresas? Suspira, no sabe cuantos suspiros dio ese día, pero podria ser millonario si los contara. Anuncia su salida de servicio deseando una buena jornada para sus compañeros.

Una vez fuera del rango de la ciudad, se pudo quitar el pasamontañas sintiendose el, sintiendose como el mismo estupido manipulado que es, su mirada se hacia borrosa por aquellas lágrimas acumuladas en sus ojos, estacionó cercas de la playa para poder llorar dentro de aquel carro, gritaba, lloraba en voz alta, maldecia a todos y a la vez a el.

Miro por la ventana notando como el cielo estaba pintado de un tono oscuro. Bajo cerrando el coche y caminando hacia la playa en donde se sento sobre la arena blanca. Cerro sus ojos por un momento, a su mente llegaban recuerdos: El primer día que llego con Gustabo, cuando conocio a Segismundo, las primeras travesuras como mafia, el robo por su cumpleaños, cuando conocio a Conway, Volkov y en ese momento a Ivanov, el día que el Superintendente les comento de la muerte del último agente nombrado, cuando vio que Pablito salto del helicoptero haciendo que muriera, su entrada a la malla, los disparos en las piernas que le dio Emilio, la confesión hacia el ruso, su secuestro junto a Gustabo y Torrente, el ver como mataban a este último frente de el, como Gustabo le tiro mierdas enfrente de Volkov, la ida a federal y las palabras que Conway les dio en medio del proceso, su ingreso al CNP como subinspector y ahora entrando de sapo a la mafia donde mataron a varios compañeros policias.

Abrió los ojos sintiendo como de nuevo las lágrimas salian, era una mierda, su vida a sido una mierda, las palabras de su madre en su niñez le volvian a la mente, como su padre le daba la espalda con tal de que su madre no se fuera...Horacio cree que la única vez que pudo ser el fue cuando era un bebé.

Se limpio con el dorso de la mano, mientras miraba aquella luna que era testigo de aquellas lágrimas saladas. Sonrio mientras las estrellas iluminaban alrededor de aquel cuerpo celeste. Vio cómo una estrella fugaz pasaba ante sus ojos y pidió un deseo, pidio lo que siempre a querido sentir...

-Solo quiero ser Horacio...

Aquella sonrisa fue acompañada de su ya conocidas lágrimas, se sentía estupido pidiendo un deseo a una roca del espacio, nego para levantarse, mañana tendría trabajo desde temprano así que debe descansar.

Se levanto y camino hacia el auto para irse a su casa y a sus cómodas sábanas, una vez que arrancó el auto sintio como sus ojos pesaban. Era normal pues habia llorado mucbo ese día.

Tras un camino de alrededor 20 minutos llego a aquella casa que con el esfuerzo que daba en el trabajo pudo pagarse, pues ya no podia pagar el departamento cercas del ruso, aparte no tenía motivos para quedarse. Se quito el pantalón, la camisa blanca de policía y zapatos para ir por una sudadera gris.

Hambre no tenia asi que su camino era hacia su cama, donde abrazo aquel peluche que Conway le rechazo pero que tenia el olor de este, sonrio vagamente mientras cerraba sus ojos y se debaja llevar por Morfeo.

Lo que no sabía aquel chico era que el destino le tendría un regalo, un regalo para el pero una misión para los demás. Tras pasar la noche el cuerpo en la cama se hizo pequeño, la cresta color blanca se pintaba de un chocolate y se rizaba. Aquellas mejillas llenas de cicatrices se pintaban de color rosa y se inflaban un poco, las pestañas tomaron un rizo natural y se alargaron, sus facciones se suavizaron logrando ver una cara linda y angelical.

Los tatuajes se fueron al igual que el cuerpo marcado, una barrigita se asomo al igual que la grasa corporal, las uñas negras se fueron y los labios se pintaron de un durazno, la piel cambió un tono mas pálido pero seguía siendo un poco bronceada.

Aquel trozo del espacio le traería felicidad...aunque fuese un niño...Horacio regreso siendo un niño.

La luna se alejaba dando paso a su amante el sol que empezaba a iluminar el día, mientras que camino a casa de este en un patrulla recien lavado el Superintendente y Gustabo iban camino hacia la casa del menor, el trajeado iba enojado mientras que su medio hermano miraba la vista que le daba la mañana. Llegaron a la casa de este, para bajarse y tocar la puerta, recibiendo un silencio. La misma acción se repitió dos veces mas hasta que ambos hombres ya hartos decidieron de buena manera tirar la puerta de la casa.

Con pistolas en la mano entraron una vez que la puerta estaba tirada e iniciaron a inspeccionar el área, nada nuevo todo como siempre Horacio lo dejaba, se acercaron al cuarto escuchando unos leves balbuceos. Gustabo se relajo hasta que miro bien el cuarto de su "hermano"...fue una sorpresa ver a un niño en vez de un adulto...

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Espero les guste, tratare de actualizar cuando pueda.

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Solo quiero ser Horacio | SpainRpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora