No fue hasta que Antonella abrio la puerta que Neymar se dio cuenta que la casa de leo no esta realmente vacia.
Habían planeado ir al cine, ver una película o varias; Leo le había dicho que lo fuera a buscar a su casa. Así que había llevado a su coche más lujoso, se aseguró de llegar temprano, y estacionarlo en el patio de Leo. Había tocado la puerta, y luego Antonella había abierto la puerta.
Neymar no había pedido - nunca lo hizo - pero él había asumido de que cuando Leo le había dicho de irlo a buscar, y para tocar el timbre cuando llegó, significaba que no había nadie más que él en casa - o por lo menos nadie que realmente importara. Sin embargo, aquí estaba, se enfrentó directamente con Antonella, con la novia de Leo, la madre de su hijo; y esas eran precisamente las cosas que Neymar había tratado de no pensar durante meses.
Antonella sonrió amigablemente, abriendo la puerta de par en par y dejandoele entrar. El corazón de Neymar estaba corriendo, se puso la gorra más dura en la cabeza cuando entró, con la cabeza hacia abajo. Había una cosa que Neymar estaba seguro, y que era que no era poco visible, esta cosa que él y Leo habían pasando. No podría ser más discreto, no a su novia, la mujer con quien vivía, y que a veces lo vio ir durante todo el día o toda la noche. Antonella no podía ignorar el hecho, pero Neymar no sabía cuánto sabía, si ella sólo pensaba que Leo tenía un amante sin saber de quién se trataba; y ¿qué demonios hizo ella incluso cuando pensó en eso? Ahora estaba Neymar, vestido con sus propios estándares de lujo de invierno, que venia a recoger a Leo, y no podía ignorar que, Antonella no era estúpida, ella no podía serlo.
"Leo se encuentra todavía en la ducha, pero ¿queres algo de beber mientras esperas? Acabo de hacer un poco de chocolate caliente para Thiago, ¿queres un poco?
Neymar asintió con rigidez, y ella lo llevó a la cocina. Tomó asiento, sentandose derecho en la silla, esperando en silencio hasta que ella le trajo una pequeña taza linda, con personajes de dibujos animados grabadas en ella, mientras lo llena de un delicioso chocolate mirandolo. Le hacía sentirse como un niño. En realidad, el modo mismo Antonella estaba mirando y sonriendo a él con paciencia le hizo sentirse como un niño.
"Gracias." Su voz era un poco ronca, pero había un nudo en la garganta. Nunca lo había planeado, nunca a pesar de que iba a suceder; pero ahora que estaba ocurriendo y Neymar no sabía qué hacer.
Antonella se sentó en la silla de enfrente, y le sonrió alentadoramente. Entonces no dijo nada.
Ella lo miró, le observó con curiosidad, pero no mezquinamente, mientras él mantenía la cabeza gacha, mirando a su bebida. La oyó tomar un sorbo de su propia bebida, y miró hacia arriba. El chocolate había dejado un bigote por encima de sus labios, y ella los lamio. Era lindo, y mirarla a ella, Neymar sólo podía pensar que era hermosa, que su cabello se veía suave, y que sus ojos eran suaves al igual que su mamá era.
"Supongo que Leo nunca dijo nada de mí, ¿verdad?" Neymar se quedó en silencio mirando, paralizado por el miedo, "Y nunca te dijo lo que pensaba acerca de lo que está pasando entre ustedes dos tampoco."
Neymar tuvo que luchar contra el impulso a estremecerse y temblar, porque eso fue todo, todas las dudas se habían ido. Ella sabía que Leo y él estaban teniendo una aventura. Ella sabía y quería hablar de ello. Neymar apretó sus manos alrededor de su taza para evitar un posible colapso, y él miró a Antonella con los ojos muy abiertos, como un ciervo encandilado por los faros. Temía lo que vendría después, lo que iba a decir. Seguramente, le diría a retroceder, y le-Leo era un padre, y él tenía un hogar y una familia, y si llegaba el momento, Neymar no lo haria-.
