Una vez

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Una vez tuvo un momento que lo hizo sentir extraño, algo alberga en su pecho, le da un poco de miedo, nunca había tenido esta clase de síntomas, su corazón late, desvía la mirada, sonríe sin razón aparente y empezó a tener un tic desordenando su cabello que de por sí ya era rebelde, entre otras cosas tontas.

Esta mañana le dió algo de nervio pensar en ir a la escuela y ver a su amigo Luke, aún así suspiró y se fue al destino, justo en la entrada de su aula estaban sus amigos junto con ese chico de ojos rojos, cabello azul y con un collar negro que le daban cierta belleza, su personalidad puede ser algo tonta pero graciosa, seguro que pasas un buen rato con él.

— Casi llegas tarde Yuga, debes ser puntual, como miembro del consejo estudiantil debo de advertirte.

Decía el dramático Gakuto, el heredero al estilo de duelo Sogetsu, llegando de la nada o tal vez Yuga no lo vió, un chico muy elegante y con una personalidad un poco perfeccionista que lo hace meterse en problemas.

— Jaja lo siento, no te preocupes presidente, llegaré puntual la próxima vez.

— Todos los días dices eso.

Respondió Romin sonriendo, tomando su jugo de manzana, la bella y conocida guitarrista de la escuela, parece ser de mano dura pero es amable cuando la gente se gana su amabilidad.

Muchos de la escuela se preguntaban por qué una chica tan capaz como Romin se juntaba con ese grupo, corría el falso rumor de que la guitarrista está interesada de alguno de esos jóvenes puesto que observaban como se divertían y pasaban el tiempo, después de todo también había de qué hablar con Yuga, el chico que inventó los Rush Duel y que desafió a Goha Corp rompiendo las reglas, bien dicen que los buenos se juntan con los buenos, pero otra es la verdad.

— ¡Hey! ¡Yuga!, Vayamos al parque después de clases, conseguí unas nuevas cartas geniales.

Solicitó Luke más feliz que de costumbre, su compañero se acercó a la banca del protagonista mientras los nervios invadían a Yuga.

— Ahhh... Si, ¿Por qué no?

Contestó Yuga, de nuevo sintiendo su estómago revolver, su corazón latir y aplicar su extraño tic.

— ¡Genial!, Ya verás como me convertiré en rey de los duelos.

— Jeje, lo veré, supongo.

Las clases aburridas siguieron hasta el descanso donde en algún momento Yuga se las arregló para estar solo en un pasillo que lleva a unas escaleras para sentarse, suspiró un poco y se sintió aliviado, de repente estaba más tranquilo.

— Con que aquí vienes a esconderte.– Dijo Romin llegando a perturbar el tranquilo ambiente.

— No me escondo, solo necesitaba un respiro.– Le sonrió.

— No lo creo, ¿Pasó algo entre Luke y tú?– preguntó Romin esperando comprender algo que le daba curiosidad.

— ¿Algo?, No, solo que ha empezado a fastidiarme que diga las cosas dos veces, jaja.

— ¿Seguro?, Parece que lo estás evitando pero no logras conseguirlo, estás raro.

— ¿Qué?, No he hecho tal cosa.

— ¿Entonces qué es?

— No sé, tal vez... Es mi enfermedad y por eso me has notado extraño.

— No sabía que estabas enfermo.– se sorprendió Romin, no esperaba eso pero Yuga no parecía estar mal.

— Bueno... Algo así... Mi corazón late, me pongo nervioso y mi estómago se revuelve en algunos momentos.

La chica algo insegura de su creencia que tal vez, solo tal vez Yuga este enamorado, gracias a algunas de sus canciones favoritas que trataban de amor, clichés.

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