Rutina

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Mi alimentación se había regularizado de manera considerable, cada mañana Hyukjae me despertaba con un delicioso olor a té desde la cocina, el se preparaba una avena con arándanos y yo un pequeño plato de fruta, hablábamos de como habíamos dormido y hacíamos planes para la tarde, nuestra rutina se había convertido en mi tesoro mas preciado, el hecho de saber que la tarde llegaría y que crearía momentos con el y con Heechul me llenaba de expectativas, después del susto del preinfarto habíamos regresado a la escuela, todos se preguntaban por que ahora Hyukjae y yo éramos tan cercanos y por que habíamos desaparecido durante tanto tiempo de los pasillos del colegio, había rumores, que éramos hermanos, que éramos mejores amigos, que éramos...novios, a pesar de que la última teoría me gustaba más que las otras dos, era claro que eso era imposible, Hyukjae, posiblemente uno de los mas cotizados de la escuela, tallado por los mismísimos dioses JAMÁS se fijaría en alguien como yo, al menos no en un plano romántico, ya que amigos ya éramos, además, Hyukjae no era gay,era el epitome de la masculinidad, y yo venía siendo un estorbo en su vida y nada más, una obligación que había contraído sin siquiera planearlo, seguramente yo había llegado a su vida para ponerle obstáculos, para hacerlo miserable y pegarle mi infelicidad, y a pesar de esto, yo no comprendía las extrañas miradas que me dedicaba cuando según el yo no me daba cuenta "son de lástima" me dice una pequeña voz dentro de mi cada vez que ocurre; un día el timbre del departamento sonó, Hyukjae abrió, yo estaba en el cuarto ordenando unos libros que habiamos comprado en un bazar cercano
-lárguese de aquí, usted no tiene nada que hacer en nuestra casa- habló Hyukjae alzando ligeramente la voz -si señora, nuestra casa por que yo le estoy dando a Donghae lo que usted nunca pudo, un hogar, una estabilidad en su salud mental- saqué un poco la cabeza para oír con quien estaba hablando -y sobretodo señora, le estoy dando lo más parecido a amor que ha conocido- escuché una inspiración asombrada, yo conocía ese sonido, era mamá, salí por completo al pasillo y caminé en silencio hasta llegar atrás de Hyukjae -vamos a la casa Donghae, ¿Por que no me habías dicho que estabas enfermo? Pude haber hecho algo, y no estarías viviendo con...el- una sonrisa tremendamente amarga, más de lo que hubiera querido se pintó en mi cara -mamá, si es que aún te puedo llamar así, creo que no tienes idea desde cuando mi mente me tortura, fue desde mucho antes de venir aquí, te daba gritos silenciosos pidiendo ayuda y tu nunca los supiste escuchar, además, cuando estaba en el hospital, me dijo la enfermera que te habían llamado, y que tu respuesta fue la misma que si te hubieran dicho que alguien que no conoces está en el hospital ¿así quieres que regrese? ¿En serio? Yo estoy construyendo un hogar con Hyukjae y un santuario dentro de mi, te quiero pero no vas a venir a arruinarme esto que estoy armando- los ojos de mi madre se llenaron de lágrimas, sin embargo noté la comprensión en su mirada -tienes razón, te fallé como madre, y no pienso fallarte arruinando tu proyecto de vida, tengo que regresar a trabajar- nos dio la espalda y sus tacones resonaron mientras se alejaban, Hyukjae cerró la puerta y se apoyó contra ella soltando un suspiro agotado, mis ojos empezaban a acuarse por alguna razón, justo antes de que las lagrimas empezaran a caer por mis mejillas Hyukjae cortó la distancia que había entre nosotros y me abrazó, mis brazos no sabían como reaccionar pero optaron por envolverlo de igual forma, usualmente un abrazo debe durar 2 Mississippi's,y este duró definitivamente más tiempo, su olor a tabaco y loción se coló hasta lo mas profundo de mi nariz, por primera vez y después de mucho tiempo, sentía que verdaderamente tenía un hogar.

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2021 ⏰

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El chico de los ojos tristes (Eunhae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora