4. OPTATIVAS

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Pasaron unos segundos cuando la señora Ortíz cortó aquella situación tan incómoda.

-- ¿Hijo, estás bien? Estas un poco extraño…-- preguntó preocupada Sónia

-- Tranquila, estoy bien mamá. No te preocupes.-- respondió Lucas con una sonrisa ladeada para que su madre no se preocupara-- Y hola Lena.

-- Hola Lucas-- dije sin darle importáncia a lo sucedido y con una sonrisa tímida.

--¿Ya os conocéis?-- preguntáron madre e hija a coro, sorprendidas.

-- Sí, ella es una compañera de clase.

-- Si-- dije mirando y sonriéndo otra vez tímidamente a Sónia--

La verdad es que había pasado uno de los momentos más incomodos de mi vida. La mujer que había estado a punto de atropellarme y que se acababa de mudar en frente de mi casa, era la madre de uno de los chicos nuevos (y guapos) de la clase, Lucas. Ya se de que me sonaba tanto. Tenía un monton de facetas de su madre, pero el carácter se lo había llevado con creces Kayla.

-- Lena, puedes cojer tu también algún cupcake, eh?-- dijo Sónia guiñándome un ojo.

Cogí uno de los cupcakes y empecé a comermelo. Eran de Oreo, uno de mis favoritos. Mientras comíamos, empezamos a hablar sobre cosas aleatórias, cuando una pregunta un poco, digamos, comprometida, empezó a formular Kayla.

-- Y.. Lena, ¿Tienes novio?-- preguntó sin tapujos la chica. Lucas y Sónia, al instante, la miraron asombrados por preguntar tal cosa.

-- No, de momento, no. Digamos que.. de momento no he encontrado ningun chico que sea medianamente decente, mentalmente hablando. ¿Y tú, tienes novio?-- respondí y pregunté mientras me sonrojaba levemente. La verdad es que le hice la pregunta por curiosidad, más que nada, ya que era bastante guapa (al igual que su hermano... ¿Serán los genes?)

-- Pues… No, yo tampoco-- dijo la muchacha un poco dudosa y avergonzada, y de forma rápida, concluyendo así con una sonrisa falsa. Me da a mi que está intentando ocultar algo…

Después de unos minutos de plática, miré la hora y me disculpé por que  tenía que ir a hacer varios recados. La verdad es que no tenia que hacer nada, pero solo quería a solas mientras hacía lo que más me gustaba: leer y escuchar música. No se por qué, pero tenia que relajarme. Tenia un mal presentimiento de todo esto, era muy confuso y raro a la vez. Y tanto me undí en mis pensamientos que me quedé dormida en el sofá.

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Al día siguiente, me desperté con la ropa puesta y el mobil con los auriculares en la mano. Miré la hora y la batería. ¡Mierda! Solo quedaba un 15% de batería y con eso no tendría ni para medio día (ya que el móvil estaba bastante escacharrado y no funcionaba muy bien). Tranquilamente me arreglé y salí a tiempo para cojer el bus. Cogí las llaves, abrí la puerta y me topé con Lucas, que también salia de su casa, junto su hermana.

-- ¡Buenos días Lena! ¿Qué tal dormiste?-- saludó Kayla sonriente. Yo no sé que se toma esta chica por las mañanas para que esté así a estas horas-- ¿Vas para el instituto?

-- Hola Kayla, hola Lucas-- sonreí y saludé a los nuevos vecinos. Me hace gracia que siempre esté Kayla alegre, y eso también me alegraba a mi, en cierto modo. Soy de esas personas que piensan que mientras veas a alguien feliz, tu también estarás feliz.-- Sí, voy a la parada del autobús para ir al Iris ¿Venís?

Afirmaron, así que salimos del bloque con paso acelerado ya que el autobús estaba a punto de pasar. Bowie, como siempre, me estaba esperando en la parada. Primero me miró a mi con una gran sonrisa, pero despues se percató de que no estaba sola. Primero miró a Lucas, desafiante y despues a Kayla.

¿Quién lo iba a decir?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora