- Beso 14 - Porque el amor se extraña -

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¿Hace cuánto que no recibía besitos y mimos de su pareja?

Extrañaba tanto la sensación de querer ser abrazado, besado, tocado e incluso follado.

Yami se sentía solito en aquel departamento compartido, a pesar de haber ido a su “palacio” para sentirse menos dolor con la compañía de sus padres y hermanos, aún le faltaba ese amor que tanto extrañaba.

Inclusive había ido a la casa de su mejor amiga Miho, con la cual lloraba a mares y le sollozaba lo mucho que extrañaba a Yugi.

Pero ahora se encontraba ahí, en ese departamento, con uno de los suéteres de su novio, los cuales siempre le quedaban holgados. Aspirando ese olor característico de Yugi, el olor a frambuesas y menta, era su único consuelo de sentir tan cerca a su novio.

¿Por qué no estaba?

Bastante simple, Yugi tenia que ir a Rusia, junto con los hermanos Kaiba, a trabajar en una de las demandas en contra de su impecable corporación. Siendo culpada de daños a los menores de edad, quienes se sentía enviciados en el juego de realidad virtual. Algo que claro, era una falacia. Viendo que el error de aquello, era que esos juegos no pertenecían a la compañía, solo un simple juego barato, pirata a ojos de Seto, que tenían miles de errores en los colores del juego, causando epilepsia en los menores, causando daño y una que otra muerte. Y aquello tardaría bastante.

Yami tomo aquel pequeño peluche de Kuriboh, aquel que le había regalado Yugi en uno de sus primeros aniversarios, siendo este su compañero, en la ausencia de su novio.

Olía, la fragancia, por la cual el pequeño peluche, era rociado con el singular perfume que de vez en cuando Yugi usaba, y por lo cual Yami amaba.

No paso mucho para que este durmiera, con la ausencia de la calidez, que Yugi le regalaba en esas frías veladas.

Lo extrañaba demasiado.

En punto de las tres de la madrugada, el mayor había entrado, tratando de no hacer el mayor ruido posible.

Miro a su pequeño, abrazar aquel singular regalo que jamas dejaba, viendo como Yami seguía con su ropa, el cual se le veía excesivamente holgada.

── Mi príncipe ── lo llamó, sonriendo y acariciando los tricolores cabellos desparramados en la almohada ── Mi amor, corazón hermoso ── volvió a llamarlo, esta vez, moviendo ligeramente el pequeño cuerpo del menor.

Unos molestos gestos se habían dibujado en el rostro de Yami, haciendo que este despertará poco a poco.

Pero una vez que su mirada carmín se aclaro y choco con ese resplandor amatista. No dudo un segundo en prender la luz de la habitación y ver frente a él a Yugi.

── Ya regrese, cariño ── anunció el amatista.

Fue de inmediato que el menor se abalanzo a los brazos de su novio, dejando que pequeños hipidos se escaparan de su boca, y las lágrimas de felicidad, fueran derramadas de sus ojitos carmín.

Ninguno de los dos hablo, Yugi solo se acostó con su pequeño, dejando que este se acurrucara en el pecho del tricolor mayor.

── Te extrañe mucho, aibou ── confesó el menor, tratando de apegarse lo mas que podía al mayor.

Aspirando el olor de esa esencia en Yugi, sin tener que recurrir a la ropa del mayor, o rociar del perfume a su peludito amigo Kuriboh.

── Yo también te extrañe mucho, angelito ── murmuró Yugi.

Poco paso para que el mayor pudiera cambiarse y dormir al lado de su necesitado Yami.

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Palabras: 573

que es cortito.

Pero nECESITABA ¡AAAHHH!

AMO DEMASIADO SU RELACIÓN.

ASRDGFGH SI LES LLORÓ, BAI.

Aquí me despido.

🌹 ArxmoGrl

P.D: A pesar de que el reto no se pudo llegar. Pues la verdad de todos modos se iban a publicar estos y más capítulos de este libro.

Y la historia nueva, va a tener que esperar a que sea publicada so… no se me alteren, ya que de igual forma va a ser publicada, idk cuando, pero será publicada. xD

Besos En GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora