Besos En Guerra

- Beso 30 - Lágrimas de Alma -

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Contenido no apto para sensibles y mucho menos para quienes odien la pareja secundaria.

Pareja secundaria: Kuribohshipping

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El frío del invierno azotaba la ciudad de manera bestial, las personas deseaban mejor quedarse en la caliente y comodidad de sus hogares, que congelarse en los grandes pasillos desolados de la ciudad.

Sin embargo, pocos eran los que realmente les agradaba la sensación fría del viento, y los copos de nieve caer grácil en su cuerpo, era completamente una satisfacción, al mirar dicha danza tan suave y al compás.

Claro que la mirada carmín no se perdían de mucho al ver dicha danza de los copos al caer, tampoco del aire frío que se filtraba hasta sentirla golpear tenue en su cálida piel.

Aún así, no importaba.

Por el contrario, la mirada amatista se concentraba en el suelo tapizado de esos fríos copos, en un blanco pulcro del cual los cubría.

Sus pensamientos eran potentes, y claro que hablar con su acompañante tan repentinamente, no era del todo correcto, si es que no tenía las palabras para soltarlas al aire y se las llevara como pasaba con los copos de la fría nieve al caer.

── Sabes… ── escucho la voz del mas bajo ── quiero disculparme, mi intensión jamas fue dañar, menos creer en algo que no existía ── escucho en murmullos.

── No deberías disculparte ── le respondió, mirando a su contrario, sonreír con gentileza y volver a mirar esa pulcra nieve que tapizaba parte de su calzado ── perdoname a mí. Te di las esperanzas erróneas, dibuje en tí, algo contrario a lo que quería. El error fue mío, Yami ── aclaró, tomando sus propias manos, entrelazar sus dedos y tratar de calentar las palma más escasas de calor ── Fue más mi culpa ── termino, cerrando esos orbes amatistas y sonreírle a la oscuridad que notaba en esos momentos en su interior.

── Yugi ── susurró el menor.

El silencio volvió a reinar en esos crueles minutos de los cuales, nadie deseaba acumularlos de palabras rellenas, era mejor dejar en claro todo, antes de enredar una montaña de nieve, y provocar un caos, sin antes disfrutar de la calma.

Abrió los ojos, al escuchar los pasos alejarse, volteo su mirada, notando como el chico a su lado se alejaba.

── Lo siento Yami ── alcanzó a decir, notando que el nombrado se detenía unos segundos.

── Perdoname tú a mí, Yugi ── volvió su disculpa.

Ninguno hablo y Yugi solo dejo que el menor se marchará.

Muto Yugi, un joven ídolo de tan solo veintitrés años de edad, en el punto de su carrera de la cual, ha tenido grandes éxitos musicales, tanto dentro como de su grupo, como solista.

Su voz era el bello toque refinado y celestial, un privilegio y belleza que le otorgaron los ángeles, además de su extravagante mirada, atrapando y enamorando tanto hombres como mujeres de diferentes lugares del mundo.