❝Una noche larga para después despertar con la belleza de tu amado, algo que no muchos tienen, pero cuando lo tienes, es como si hubieras encontrado un tesoro.
O bueno así es como se sentía Kim MinGyu con su amado novio, Boo SeungKwan.❞
- gyuboo on...
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(恋愛中):
❝i love you with every inch of my soul and heart, never forget that.❞
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Los tenues y delicados rayos del sol cayeron en el rostro del mayor, haciendo brillar la piel de su rostro y que sus ojos más sus cejas se fruncieran ante la luz repentina chocar y perturbar su hermoso sueño.
Abrió sus ojos lentamente, intentando concentrar su vista en ese cuarto que en su momento le pareció ajeno, hasta que soltando un bostezo logró atar cabos de dónde se encontraba.
Se giró en su lugar con una sonrisa adornando su rostro, fijando su mirada en el rostro contrario, aguantando el jadeo de sorpresa al ver lo etéreo que se veía su amado novio.
Se había vuelto a enamorar, y ahora pareciera que es con ese hermoso chico caído del cielo que dormía a su lado.
El rostro durmiente del contrario es una obra de arte ante ojos de MinGyu, los pequeños rayos débiles del sol traspasaban esas persianas para chocar con la piel contraria, resaltando pequeños lunares, esos pequeños granitos y unas marcas que había dejado la noche anterior en el cuerpo contrario.
Esos labios que eran de la medida perfecta se encontraban de un tenue color rosado que parecía brillar ante los rayos del gran sol, también un poco hinchados por lo de anoche. Sus ojitos siendo adornados por esas pestañas que enamoraban un millón de veces, si era posible, al mayor cuando apreciaba esos hermosos ojos cafés.
Su cabello teñido en un rojizo oscuro que se veía suave y pedía a gritos ser acariciado con una extrema suavidad por el mayor.
Soltó un suspiro al seguir admirando el rostro contrario, admirando esos tres lunares que adornaban el costado de su oreja izquierda, adorando el cuerpo perfecto del menor, que aunque éste dijera lo contrario, para él seguiría siendo el cuerpo más hermoso para el alma más hermosa del mundo entero.
Su sonrisa se ensanchó, su corazón dio un vuelco en su pecho y una ganas tremendas de gritar como colegiala se apoderaron de su ser, todo al ver como su querido novio se acurrucaba aún más en su pecho, provocándole pequeñas cosquillas en esa parte por su cabello todo revoltoso.
