One shot - South Park y tu

𝒞𝒾𝓃𝑒 - 𝒦𝑒𝓋𝒾𝓃

Cuando llegamos al cine no podíamos decidirnos por una película, habían muchas que se estaban estrenando esa noche, hasta que vi una que seguro Kevin no había visto pero deseaba.

-¡Mira cariño! –dije entusiasmada como una niña pequeña jalando a Kevin de su mano mientras señalaba la cartelera donde anunciaban el estreno de una nueva película de la guerra de las galaxias- Es de tu saga favorita y la podemos ver junto.

Kevin solo se limitó a soltar una carcajada y luego me vio con sus ojos achinados, sabía nunca había visto alguna de esas películas y por lo tanto no entendería.

-Vamos Kevin, será la primera vez que vea una película de estas –apreté su un poco más su mano, sin hacerle daño- y de paso será contigo, ¿si?

-Bien, vamos.

Y sin soltar su mano fuimos directo a comprar las entradas, luego compramos un par de sodas y dulces. Cuando por fin logramos sentarnos en nuestros respectivos puestos pude observar como la mayoría de la personas allí llevaba bien fuese una máscara, una espada de esas que sin mucho esfuerzo se doblan pero eso si, brillan, o una camiseta con algún dibujo característico del film.

-Se me hace raro que no lleves alguna de esas cosas Kevin –el solo se limitó a levantar su mano mostrando que en su muñeca había una pulsera amarilla que decía "Y que la fuerza te acompañe"- A pesar de no ser lo que pensaba esta preciosa.

Dicho aquello la sala se oscureció y en la pantalla comenzaron a pasar algunos tráiler de películas que se estrenarían. Kevin puso su mano en mi muslo y lo apretó.

-Gracias TN por estar aquí conmigo, te amo –su mirada dulce me hacía morir de amor- definitivamente eres la mujer de mi vida, mi otra mitad, mi hilo rojo, tu eres mi todo y espero nunca separarme de ti, pero si eso pasa recuerda que te amo como nunca ame a nadie más.

Su mano apretando la mía y lo que me había dicho me puso roja sin saber que responder me quede mirándolo, sus ojos marrones y achinados, su piel blanca, su pelo negro y ni hablar de su sonrisa con aquellos dientes tan blancos, como nada es para siempre el momento fue arruinado porque empezó la película, ¡suerte la mía!

No entendía nada de nada y apenas iban cinco minutos de película, apoye mi cabeza en el hombro de Kevin y sin darme cuenta me dormí.

Los aplausos y gritos me despertaron, la película había acabado.

-Ya sabía que no aguantarías mucho despierta –Note que el sueter de Kevin estaba sobre mi como una cobija- pero no te preocupes, no me molesta que te durmieras.

Planto un beso en mi frente y me miro con esos ojitos que sabe que me matan, momentos como estos me hacen entender porque lo amo tanto.