Capitulo 21

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Y ahí estaba yo en un avión rumbo a madrid con el amor de mi vida sosteniéndome la mano y mi hijo atrás de nosotras dormido, sin maleta, con mi celular descargado, por suerte siempre traigo mi pasaporte en mi bolsa por cualquier cosa, ahí estaba yo y aún no podía creerlo que había actuado por impulso y María José me había convencido de irme a madrid con ellos.

Nadie de mi familia sabía que iba en ese avión,¿que me dirían cuando se enteren?, necesitaba empezar de nuevo, dejar México atrás y por mucho que me doliera a mi familia para ser feliz con María José como hace años lo fuimos.

Tenía que concentrarme en mi familia que ahora y siempre habían sido bruno y María José.

¿Estaba nerviosa?, claro que si demasiado desde que me divorcia de María José no había pisado suelo madrileño, mucho menos había visto a Purificación que ganas no tenía porque me odiaba.

Pise suelo madrileño después de 6 años y me sentí como aquella adolescente que iba con su gran amor, madrid y todos los secretos y recuerdos que tenía guardados de aquellos años a los que yo puedo decir fueron los mejores de mi vida.

Cuando íbamos al taxi recordé todo lo que viví en madrid, la primera vez que conocí a la familia de María José, cuando me propuso matrimonio, las festividades que pasamos aquí, la primera vez que trajimos a brunito a visitar a la familia de María José no podía creer que estaba de nuevo con mi familia ahí.

Llegamos al departamento que María José compartía con Purificación, por suerte la bruja esa estaba trabajando y llegaría más tarde, aún no estaba preparada para verla, sabía que me odiaba.

Le pedí a María José que me llevara a comprar un cargador porque mi celular estaba apagado y tenía que avisarle a mis hermanos y a mi mamá que iba a estar un tiempo en madrid, para encargarles mi casa y que pasarán por mi camioneta al aeropuerto, también tenía que marcarle a mateó aunque tenía que pensar en la diferencia de horario.

—Si quieres podemos ir a comprarte un poco de ropa y así vas armando tu closet, cariño— me dijo María José cuando íbamos camino a comprar el cargador, yo le tome la palabra porque no quería usar su ropa y no porque no me gustara su estilo si no porque éramos de gustos muy diferentes, dejamos a bruno descanso en casa y sinceramente se sentía el Jetlag.

Pasamos a comprar algo de ropa y unas pijamas, María José me prometio que luego iríamos por mi, llegamos a casa y bruno estaba durmiendo, yo seguía sin poder creer que estaba ahí de nuevo.

Prendí mi celular y tenía muchas llamadas de Julián, Elenna y mi papá pero ninguna de mi mamá,¿que habrá pasado? Seguro cualquier tontería, no me imagino todas las tonterías que iban a hacer ahora que ya no esté yo para resolver sus problemas pero, era hora de comenzar a vivir mi propia vida con el amor de mi vida y bruno, esta era ahora mi familia.

Le devolví una de tantas llamadas a Elenna porque si no lo hacía podían llamar a la Policia o algo así para que me buscaran.

—¡Paulina!,¿¡Donde demonios estas!?— me contesto Elenna enojada.
—En madrid con María José y bruno—
—¡¿Como que en madrid!?—
—Mi familia está acá y no iba a dejarlos ir así nada más, ya había perdido una vez a María José y no lo iba a volver a hacer—
—te necesitamos acá, mi mamá se fue—

Sentí como un balde de agua fría con esas palabras,¿como que mi mamá se había ido?

—¿como?—
—Mi mamá nos abandonó—

No podía creer esas palabras que Elenna me decía lo primero que pensé es en regresar a mexico y poner todo en orden pero, no, no iba a hacerlo no iba actuar por impulso, tenía que hablar primero con María José de esto y ver cómo ambas podíamos solucionar esto, porque ya no era yo sola, éramos ambas, éramos un equipo.

Punto y aparteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora