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La luz solar entraba por la pequeña ventana en la parte superior de la pared dejando ver de mejor manera el interior de la habitación. Era un cuarto de paredes desgastadas de color gris oscuro, con una cama sencilla abajo de la ventana. Un retrete con lavamanos en la otra esquina, y en el centro del cuarto: una vieja mesa de madera, con una silla en dos extremos, una la ocupaba él con unos papeles alrededor, y el otros asiento era ocupado por su doctor.
Era un psiquiatra que lo ayudaba desde hace tres años. Un año después de que entrara a esa estúpida cárcel. Tres años de tratarlo, de hablar con el, darle consejos y aún no podía dejar de distraerse con sus labios.
Esos hermosos labios.
Eran pomposos, y rojos. Sabia que eran la envidia de las mujeres, o al menos de unas cuantas. Pues no es por presumir pero es que Kim Seokjin era realmente hermoso. Labios perfectos, su voz era dulce, sus ojos brillantes y encantadores. Y su cuerpo, su cuerpo era otra cosa difícil de explicar.
¿Acaso el doctor Jin, se había sometido a una operación estética? No, ya le había preguntado y la respuesta fue una risa del mayor negandolo. Solo hizo que Namjoon quedará como un idiota.
-Namjoon, ¿no estás feliz? Mañana se cumplen tres años desde que nos conocimos.
-porsupuesto que estoy feliz. Doctor, puedo pedirle un par de cosas?
-claro- respondió con una hermosa sonrisa. Su sonrisa.
-primero, que me quiten estas cosas- el moreno alzó sus muñecas apricionadas con unas esposas- parece que después de tres años, aún creen que me voy a escapar.
-entiendo- el castaño presiono el botón que estaba de su lado de la mesa. El cual se utilizaba para que el guardia ayudará a Jin con los pacientes. Solía usarlo mucho con otros prisioneros que intentaban pasarse de la raya con el, pero jamás con Namjoon, el jamás intento algo como los demás. Obviamente eso lo posicionó como el paciente favorito de Jin.
-que pasa Jin? Tú favorito no se esta portando bien?- Fran. Era el guardia encargado de la zona donde estaba Namjoon. Aunque solo estuviera Namjoon esa zona. Se encontraba recargado en el marco de la puerta
- Nada de eso. Quítale las esposas.
-Jin, estás loco si crees que lo voy a hacer - Fran se cruzó de brazos. Odia a Namjoon, era obvio. Pero no por ser un criminal. Entonces, ¿Por qué? Sencillo, porque Namjoon podía estar a solas con Jin durante 45 minutos al día, cinco días a la semana.
-pues entonces que me encierren en un manicomio - frunció el seño y apretó los labios.
El sujeto no tuvo de otra más que obedecer, Jin sabía lo que hacía ¿Cierto?, Además nadie salía vivo cuando se enfrentaba a un Seokjin enojado.Por decirlo de alguna forma.
-gracias Fran
-si trata de hacer algo indebido ya sabes cómo llamarme.- y salió de la habitación, cerrando la puerta de acero detrás de el.
Sabía que Nam era incapaz de hacerle algo malo. Y si lo hacía el podía defenderse solo, no necesitaba al estúpido de Fran haciéndose el héroe para llamar su atención.
-idiota- apenas pudo escuchar como Namjoon dijo el insulto. En voz baja y despacio, casi fue sílaba por sílaba.
-el más grande del mundo- ambos sonrieron.
A Namjoon realmente le encantaba verlo sonreír, ver cómo sus labios se volvían un semicírculo. Posiblemente para muchos su risa era escandalosa, pero para el era muy relajante, como el cantar de las aves o el sonido de un río cuando lleva agua.
-y... Cuál es la otra cosa?- habían pasado unos segundos en silencio cuando Jin hablo de nuevo.
-que cosa?- Namjoon aún estaba embobado con la imagen de Jin riendo.
-la otra cosa que me ibas a pedir.
-ohh. Se refiere a eso- las palmas de sus manos chocaron con la mesa al levantarse y comenzar a acercarse al bello chico que lo veía desde el otro extremo con gran curiosidad - solo no se mueva- se apoyó de espaldas a la mesa quedando enfrente de Seokjin el agrego más curiosidad a su mirada por no entender a qué se refería Namjoon.
-que?- cuestionó después de no encontrar una razón por si mismo.
-no se mueva - se acercó más al rostro del pelinegro, inclinándose para quedar a su altura y tomar con su gran mano recién liberada de unas esposas la mejilla derecha de la persona que lo había tratado como una persona desde hacía tres años. La única que no le tenía miedo. Y la única a la que amaba tanto -tiene algo en la cara - fue como un susurro. No necesitaba hablar más fuerte pues estaban a centímetros de distancia, sus narices chocaban y sus labios rosaban. Su mano se movió de su mejilla a su nuca acabando así con la separación entre ambos y dando como consecuencia un beso por parte de los dos.
Seokjin se quedó atónito al ver las acciones de Namjoon, ¿Que podía hacer? ¿Y si le hacía daño? ¿Por qué lo sentía tan bien? ¿Le estaba gustando? Si, le estaba gustando, tanto que posó sus delgados brazos alrededor del suave cuello del moreno, correspondiendo así su acción.
Sus labios se movían rápidos, como si tuvieran miedo a que terminará. Era apasionado y feroz, nada de cariño o amor, solo el deseo de sentir los labios contrarios por más tiempo.
¿Jin no era conciente de que sus movimientos, gestos, ropa, actitudes y el hecho de que usará brillo labial (que por cierto resaltaba perfectamente sus labios en forma de corazón) alteraban al moreno?.
Esa actitud coqueta y su mirada que intimidaba era lo que más prendía al moreno. El solo hecho de imaginarse a esos esponjosos labios gemir le provocaba un dolor en su entrepierna.
Se separaron por falta de aire pero eso no quiere decir que el moreno retiro su mano del cuello de Jin y Jin haya quitado sus brazos del pecho de Namjoon. Provisiones que tomaron durante el beso.
-Namjoon...
Había tensión entre ellos, y es que aunque el beso haya acabado no quería decir que las ganas de Namjoon de subirlo a la mesa y hacerlo suyo también. De hecho ahora que había probado los labios de Jin deseaba degustar cada parte de el. Tenía el presentimiento de que sabría a pastel de frutos rojos, ya que sus labios sabían a fresas debido al labial.
-shhh- el dedo índice de su mano libre se posicionó sobre los abultados labios del pelinegro en señal de que guardara silencio.
Silencio que a los pocos minutos fue eliminado por el pitido de lo que parecía una alarma, alarma que ambos conocían a la perfección. Está anunciaba el término de las sesiones de Jin con Nam, esa estúpida alarma fue la causante de que el moreno no pudiera ver más a su guapo doctor.
"Debo irme" dijo y se soltó del agarre del castaño, apagó la alarma con unos toques a su reloj , tomo sus cosas y le llamo a Fran para que le habriera la puerta. Se fue. Así. Sin despedirse de él ni del guardia que le habrió la puerta de la celda.
Lo había arruinado todo, lo sabía. Debió esperar pero ¿Cómo podía resistirse ante tal angel frente a el? Era un idiota.
Seokjin salió de la prisión y se dirigió a su auto para irse a casa. Abrió la puerta de este con la llave que llevaba en su maletín y entro. Al entrar fue como si mil cámaras dejarán de grabarlo, podía respirar, gritar, suspirar y sonrojarse todo lo que quisiera. Era libre.
Se apoyo en el volante del auto con sus brazos y suspiró aliviado. ¿De verdad Namjoon lo había besado? ¿El de verdad le había seguido el beso?. Sentía algo por Namjoon desde hacía meses, pero besarlo, eso no lo creía. ¿Namjoon sentía lo mismo por el? Lo amaba. O al menos lo deseaba un poco. Veía imposible el hecho de dormir tranquilo esa noche.
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🍓•°•°• Labios de fresa •°•°•🍓 (fanfic namjin)💋[+18]🍓
Fanfic🍓•°•°•°•°•°•🍓 Era increíble, tan solo imaginar a esos carnosos labios color carmesí decir su nombre mientras gemían le provocaba un problema en su entrepierna. -💋park_danae🍓