Cap 9: Cubrir.

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Su llanto fue interrumpido por una mano que se posaba en su cabellera mientras le hablaba con una voz neutra.

-¿Estás bien?-

"Claro que no lo estoy idiota"-Si, todo está bien- exclamó limpiando sus párpados y mejillas húmedas con la palma de su mano de manera torpe.

-Ah... es una lástima-

-¿Lástima?-

-No es nada personal ¿sabes?, pff a quien engaño ¡Claro que es personal!- dijo mientras soltaba una risa sarcástica con toques cínicos -hubiera preferido verte en el suelo llorando mientras con tus cortas uñas tratabas de arrancar los pedazos de tu ser que tanto odias, ya sabes a qué me refiero- sonrío de lado al mismo tiempo que le miraba con superioridad desde arriba.

Yamaguchi sólo fruncía el ceño y tensaba su mandíbula, tratando de contener las ganas de aventarse encima de quién hablo. No le había visto el rostro pero con sólo escuchar era suficiente para que lo quiera callar.

-¡Yo ya no odio lo que soy! ¿¡Me escuchaste estupid- sostenía el cuello de la camisa ajena. Por segundos logró cegarlo el odio hasta que vio los ojos de aquella persona a la cual miraba desde arriba por la estatura, quedando estático al momento.

-Créeme cuando digo esto- acercó su mano derecha a la mejilla bicolor del más alto, acariciándole con la yema de su pulgar de manera constante y suave. Era realmente horroroso ese tacto -será mejor que empieza a ver menos de estas cosas, tus pecas las soporto, pero esto me enferma- retiró su mano para después tallarla discretamente sobre el pantalón que llevaba puesto.

-Nos vemos Tadashi, por cierto, el libro de biología esta en tu lugar, cuida muy bien tus cosas- se retiró caminando en dirección a la cafetería. A juzgar por la ropa que tenía, Yamaguchi sabía que no era de la escuela, entonces, ¿cómo logró entrar? Y aún más importante ¿cómo lo encontró?

- ¡Yamaguchi Tadashi!- gritó un rubio que se acercaba a paso rápido hacia el árbol en el cual seguía el pecoso.

- T-tsukki, ¡Puedo explicarlo!- cuando vio que estaba solo unos cuantos pasos de él, puso sus manos frente a su rostro mientras cerraba sus ojos en busca de protegerse de algún golpe o grito que se esperaba.

Tsukishima lo rodeó con sus brazos mientras lo estrechaba junto a él de manera suave, como si estuviera anhelando por algo de cariño y calidez. El contrario al tener sus manos frente a su rostro hacia que no pudiera corresponderle la muestra de afecto.

Antes de que pudiera hablar, sintió como le estrechó aún más contra él, creando un sentimiento en protección que Yamaguchi nunca pudo lograr por su cuenta.

-Cuando llegué no estabas idiota, me dijeron que te fuiste corriendo y entiendo el porqué, tiré esa mierda, ya nadie podrá hacerte nada. Te busqué por toda la escuela desde que te saltaste la primera clase y no te encontraba- deshizo el abrazo para tomarlo de los hombros mirándolo con una expresión algo peculiar, como sí estuviera reteniendo lágrimas por dentro y fuera sólo su orgullo el que no las dejará salir. -¡No vuelvas a irte así de la nada tonto!-

-Tsukki... no tenías que preocuparte-

-Tsk, vamos a la cafetería-

-Pero ¿y la clase de biología?-

-Empezó hace media hora, nos irá peor sí regresamos-

Después de convencerlo con aquella última frase, pasaron la media hora restante en el patio de la escuela tomando lo que se compraron anteriormente.

Regresaron y el salón junto con sus alumnos parecía completamente normal, como sí nunca hubieran estado las risas y burlas, no había murmuros ni miradas disimuladas. Así deseaba que se quedará por siempre.

| No me mires | -Tsukkiyama-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora