Cap 4: Sheccid

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El sol empezaba a bajar, mostrando en el cielo tonos cálidos, combinandose con el azul que ya se encontraba ahí desde un principio; las nubes, delgadas y delicadas, decoraban a lo que pronto sería total oscuridad.

En medio de toda esa calma que yacia en ese paisaje frente a sus ojos, se encontraba un chico en un columpio moviéndose ligeramente mientras observaba al frente de todo, de igual manera, a su lado había un columpio vacío que apenas era capaz de moverse por el viento que lo acompañaba. Lo podía sentir cerca, pero no estaba ahí, debía esperar más para verlo de nuevo.

-Mañana será el primer día, Tsukki- sonrió nostalgico mirando hacia el frente mientras el viento movía sus hebras verdes, creando algo perfecto, la hora mágica del día.

Cuando oscureció en su totalidad, fue directo a su casa, en donde al entrar saludó a su mamá con un abrazo en el cuál se tuvo que agachar, ya que la contraria era más baja que él. La ayudó con los deberes de la casa y a preparar la cena.

Cuando acabaron, su madre fue con él a su cuarto para comprobar que no le faltaba nada y que todo estaba en orden. Se retiró para darle su tiempo de soledad que necesitaba para poder asimilar todo, sin saber que ese momento ya lo había tenido en aquel parque.

No tenia nada más que pensar al respecto, se sentía extrañamente cómodo con el silencio presente. Fue a su escritorio, abrió la ventana que tenía enfrente y se quedó así, en silencio, observando mientras que la melodía "Beneath the moon" se reproducia suavemente. Cuando terminó decidió ir a la cama, poner la alarma a las 5:00 a.m y poner su música para dormir ya que no había otra forma de que conciliara el sueño sí no reproducia melodías de piano o violín.

  
~ •♡• ~

Al sonar su alarma la apagó  y por costumbre ya iba a dormir nuevamente,  pero solo fue cuestión de segundos asimilar que era su primer día de clases en una escuela promedio. Se levantó aún medio dormido dirigiéndose a la ducha, misma que lo hizo despertar en su totalidad por lo helada que se encontraba el agua.

Salió y se cambió para después tomar su mochila e ir a la sala donde encontró el desayuno listo junto con lo que se llevaría para comer, además de una nota que había dejado su madre.

"Tadashi"

No puedo estar para acompañarte en las mañanas y poder decirte en persona que te irá bien, así que trataré de compensar eso haciéndote el desayuno, es lo menos que puedo hacer. Yo sé que tú puedes con esto cariño, solo se tú mismo.

Te ama, mamá ♡.

Terminó el desayuno y salió de casa, era de mañana por lo cuál todo estaba solitario. Al ver la institución a la lejanía, se percató que era más grande que lo que una vez imaginó.

Iba por los pasillos algo perdido, consecuencia de no saber dónde quedaba su salón. Cuándo por fin llegó, soltó un suspiro de alivio. Abrió la puerta sin pensarlo mucho y fue al primer asiento libre que encontró, percatandose poco después que una compañera le dirigía pequeñas miradas y cada cierto tiempo.

-Y aquí vamos otra vez...- susurró para sí mismo mientras prestaba toda su atención al borrador de patito que aún conservaba casi en perfecto estado.

A la entrada del profesor, les pidió a todos que se presentarán ante los demás con su nombre completo mientras que los apuntaba en una hoja. Uno a uno iban diciendo su nombre, cada vez acercándose más el turno de Yamaguchi.

| No me mires | -Tsukkiyama-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora