Al despertar, lo primero con lo que se toparon sus ojos fue con una luz blanca, muy fuerte pero que solo duró un pequeño lapso de tiempo. Se levantó despacio ya que no quería marearse.
Fue directo a la ventana y vio algo que lo hacía feliz pero que no le gustaba del todo, un día muy soleado, al darse cuenta de ello, solo suspiro de manera pesada para ir en dirección a un cajón de su escritorio y sacar su bloqueador solar. Sabía que al padecer vitíligo su piel era más sensible que la de los demás, por lo cual debe tener especial cuidado cuando se trata del sol, ya que podía resultar en consecuencias horribles para él.
Terminando su rutina de la mañana, salió de su casa. Al otro lado de la puerta se encontraba Tsukishima mirando su reloj y sosteniendo un pequeño gorro, miró a Yamaguchi y sonrió, sonrisa la cual tomó desprevenido al recién nombrado, logrando que en su mente solo estuviera la pregunta -"¿Qué rayos está pasando y porque me siento tan avergonzado?"-
-No te quedes ahí parado como sí nunca me hubieras visto Yams -
-¿Yams? -
-Hey, también tengo derecho a llamarte de una forma linda, además te queda bien -
-Oh, gracias Tsukki - Por fuera se veía muy tranquilo, en cambio dentro de sí estaba gritando de emoción y aún preguntándose porque el cambio repentino de actitud, aunque admitía que le gustaba verlo asi.
-Y ponte esto - le coloca el gorro de color negro con un pequeño bordado al frente, no sin antes acomodarle un poco el cabello del contrario -hace mucho sol y te puede hacer mal -
-Tsukki... no era necesario que me dieras esto - dijo tocando un poco el borde del gorro que recién le habían puesto.
-Claro que si lo era, ahora vamonos - sin previo aviso, tomó la mano de Yamaguchi para empezar su camino a la escuela -debemos llegar temprano si queremos hablar más - sonrió mientras dirigia su mirada hacia él.
Seguían tomados de la mano mientras caminaban con un silencio bastante cómodo y tranquilo. Yamaguchi no podía estar más feliz en ese momento, en sus labios se dibujaba una tierna sonrisa llena de emoción, felicidad y todo aquello que sentía en ese lapso de tiempo.
-"Porfavor, si esto es un sueño, nunca me despierten"- repetía eso en su mente y rezaba porque ese día fuera infinito.
~•~•~
Al llegar a la escuela, juntaron un poco sus mesas para poder hablar de manera más cómoda. En cierto punto, Yamaguchi se quedo mirando a la nada por unos segundos, mientras que Tsukishima lo miraba, recargando su mejilla en la palma de su mano, quedando totalmente perdido en los ojos contrarios, el pecoso volteo a verlo un poco confundido.
-¿Pasa algo Tsukki? -
-No, solo estaba admirando tu lindo rostro -
-Pff, quisiera que mi rostro fuera lindo, pero tiene estas manchas irregulares de un tono más claro que me hacen ver horrible y no puedo hacer nada para que se vayan - comentó decaído, nunca se acostumbraria a los propios comentarios que se hace de si mismo.
-Son hermosas y no son tan irregulares como tú dices, por ejemplo...-
-¿Por ejemplo qu-? - No tuvo tiempo siquiera para acabar esa frase porque todo sucedió de manera muy rápida.
Tsukishima se había acercado lo suficiente a la mejilla ajena haciendo que incluso sintiera su cálida respiración en ella, se acercó para besarla, un toque tan lleno de amor, dulce y suave que solo duró unos milisegundos pero que en su mente duraría toda la eternidad.
-Por ejemplo, esa manchita tiene forma de corazón - le guiño un ojo de manera coqueta mientras veía como a Yamaguchi se le subían los colores al punto de parecer una fresita, gracias a las pecas que resaltaban aún más.
El profesor entró y no tuvieron de otra más que separar sus mesas, justo después de hacerlo, Yamaguchi sacó el primer libro que encontró y tapo su rostro con el, sabía lo sonrojado que debía estar por aquello que pasó hace pocos minutos, Tsukishima al ver lo que hizo río ligeramente sin poder evitar sonrojarse un poco por lo lindo que lo veía.
~•~•~
Pasada la jornada escolar, se dirigían juntos nuevamente agarrados de la mano hacia la casa más cercana, la de Yamaguchi.Estando frente a la puerta y antes de que el peliverde la abriera, Tsukishima le hablo sin soltar su mano.
-¿Esta todo bien Tsukki? -
-Tadashi... - al alzar su mirada, el recién nombrado se percató del leve sonrojo del rubio, pensando lo lindo que se veía así.
El más alto lo abrazó como si estuviera anhelando eso desde hace mucho tiempo, como si necesitara sentir ese tacto. Se separó un poco para poder mirar aquellos ojos que lo hipnotizan, Yamaguchi se veía perfecto ante la mirada del rubio con su pequeño gorro que le había dado y su rostro sonrojado.Tomó la mejilla derecha de quién estaba abrazando, acariciándola un poco.
Ambos se encontraban bajo la luz de la luna mirándose fijamente, como si el tiempo se detuviera en ese preciso momento.
Poco a poco sus labios empezaron a quedar más cerca, mientras Yamaguchi pasaba sus manos por el cuello del más alto. Sintió un cálido y corto tacto en sus labios, después todo se volvió una oscuridad abrumadora...
~×~×~
Tres de la mañana indicaba el reloj, Yamaguchi se levantó muy rápido y ahora se encontraba sentado en la cama, aún tratando de procesar lo que acaba de pasar, las lágrimas no tardaron el mojar sus mejillas, mismo lugar en donde había sentido tan real aquel beso de su sueño, pero, ¿Porque lloraba si soñó algo hermoso? Y fue en ese momento que se dio cuenta que lloraba porque todo eso nunca se volvería realidad, y mucho menos con quién más ama.
-Les pedí que nunca me despertaran... - emitió de manera cortada por su garganta la cual tenía un nudo que le impedía hablar con claridad mientras trataba de contener sus lágrimas y sollozos cargados de tristeza, cubriendo su rostro con ambas manos y ahogando sus quejidos con ellas, sintiéndose totalmente acabado.
Deseando solamente poder olvidar el sueño tan perfecto que acababa de tener...
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Algo corto, lo sé, pero extrañaba esta historia solo que no sabía cómo continuarla. De igual forma posiblemente esto no lo lea nadie así que me puedo desahogar.
Trataré de subir capítulos cada fin de semana como era costumbre, espero les esté gustando y gracias <3
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| No me mires | -Tsukkiyama-
Romance"Algo tan inofensivo y destructivo a la vez, lo bello y horrible dependiendo, tan claro y sin un porque definido para la persona. Extraño, raro, diferente e inusual para muchos, pero algo caracteristico, peculiar y unico para pocos. Una pesadilla o...