Viento

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Es curioso, la mayor parte de mi vida me la he pasado planeando. Desde el momento que sabía que quería estudiar medicina, me enfatice a planear mi futuro.

Cuando inicie la secundaria sabía perfectamente bien qué debía echarle muchas ganas, sacar buenas notas para ser aceptada en la preparatoria. No hablo de cualquier prepa, debía ser la preparatoria no. 1 de la UNITOL. En aquella entonces se rumoraba que si estudiabas en una preparatoria de aquella universidad sería más fácil acceder posteriormente a cualquier facultad o carrera de esta, se podría decir que casi tenías un pase directo a la universidad.

Como sea, logre ingresar a dicha preparatoria. Habían crecido mis ganas por entrar a la facultad de medicina; mis ganas por convertirme en una gran doctora y ayudar a los enfermos, tratar de curar sus enfermedades, poder ayudar a sanarlos, conocer el funcionamiento del cuerpo humano y saber como se ve afectado por ciertas enfermedades.  Después de todo ya era parte de la UNITOL.

Pero ¡pum! Comienza el viento a hacer de las suyas. Cosas que no esperaba que pasaran: pasaron, sucedieron. Mis planes se empiezan a desmoronar uno por uno, y a mi corta edad no sabía lo que sucedería con mi vida.
Llega la silenciosa y cruel depresión a mi vida, poco a poco empieza a apoderarse de mí. Pierdo el interés por muchas cosas, siento como mi sueño se va deshaciendo.

Intentó por última vez ingresar a la facultad y nada, a pesar de estar cerca, nada. Pero existe otra opción, siempre hay una opción más. Entonces decidí aceptar el plan C, era mi última opción y la más factible. Fue entonces cuando mi vida dio un giro enorme.

Asisto al campus y me encuentro con personitas muy familiares.

"Creo que las he visto en algún lado", me dije a mí misma en ese instante.

No quería involucrarme tanto, pero me enseñarán tantas lecciones que no sabia que las viviría a su lado y lo mejor: me brindarán su amistad, me ayudaran a volver a creer en el significado de esa palabra; el sentir ese afecto puro y desinteresado, el ayudarnos mutuamente porqué a final de cuentas tenemos un propósito en común. Sin duda alguna, entre mas pase el tiempo con todos ellos, me doy cuenta que nuestros destinos ya estaban entrelazados. El conocernos, el convivir y ser amigos tenía que suceder en nuestras vidas.

En mi caminar Tristán fue mi salvación en muchas ocasiones y en otras mi perdición, fue y es el mejor amor que me ha pasado, hasta ahora...
Nuestro amor fue inmenso, nos amamos tanto que sin darnos cuenta terminamos hechos mil pedazos...

No sé en qué acabará nuestra historia, no sé si terminaremos juntos o quizá nuestro tiempo terminó desde aquel día que salí corriendo de nuestro hogar.
Aunque quizá, nuestra historia, nuestro amor debía haber terminado el día en que recibimos las cartas de admisión. No lo sé. Pero algo que sí sé, es que mi vida y la suya han dado giros diferentes a lo que planeábamos y nunca volveremos a ser aquellos chicos de preparatoria que se amaban con locura...

"Cuando no veía más luz en mi vida, llegaron ustedes. Cada quien me ayudó a iluminar mi pequeño cielo y sin darme cuenta los termine queriendo..."

Querido vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora