Querido viento

Vientos de otoño... Viento 1: Nuevo comienzo.

"Estoy sentada en la sala con la laptop sobre mis muslos, faltan 30 minutos para que sea medianoche. Será mejor poner la alarma del despertador y así dormirme un rato. Dejo la laptop en la mesita de la sala.

—¿Cómo va todo cariño? Te traje un poco de té, quizá te ayude con los nervios—Dice, Trist dejando la taza en la mesita para enseguida abrazarme.
—Aún falta para que se publiquen los resultados—Le digo, mientras me pongo de puntitas para darle un beso en sus labios carnosos—¿Crees que me puedas despertar a la media noche?
—¡Claro! Es mas vente—Dice, tomándome por sorpresa.
Me carga para llevarme a nuestra habitación. Rodeo su cuello con mis brazos, puedo sentir como sus manos tibias están debajo de mis rodillas y se me eriza la piel al instante.

Me recuesta con cuidado en nuestra cama, y enseguida se quita su playera gris, puedo apreciar su bronceado torso y sin dudarlo se mete a la cama.

—Este año sí que ha resultado todo en un completo desastre y con mi papá ni se diga. Al menos me permitió volver a presentar el examen de admisión para medicina y tu estas de nuevo en la ciudad—Le digo, mientras recargo mi cabeza en su cálido pecho.
Me gusta recostarme en el, escuchar los latidos de su corazón.
—Deja ya todo eso, lo importante es que ya estamos juntos amor—Dice Tristán mientras se levanta de la cama.—Pero pensándolo bien, será mejor que me regrese al DF. Después de todo no suenas muy convencida de que estemos juntos.

Tristan se dirige a nuestro vestidor, veo como baja una maleta del closet y empieza a empacar su ropa. Me pongo frente a él.
—¡ESPERA! ¿No ya estamos bien amor? ¡TRISTAN! ¡TRISTAN!— ¿A caso no me escucha?

Trato de tomarlo de su brazo pero no puedo sujetarlo, mi mano traspasa su brazo. Es como si no me sintiera..."

—¡Catherine! ¡Despierta! Ya llegamos—Anunció mi mamá
—¿Llegamos?—Con que todo se trató de un sueño, me froto los ojos para poder despertar mejor.—¿Y papá?
—Está atrás bajando tus maletas, si ya se te paso el sueño deberíamos bajarnos a ayudarle

No puedo creerlo, despues de 2 horas de viaje estamos aquí, el campus lucia mas pequeño en los folletos. No me imagine que fuera tan grande; sólo alberga seis carreras: Medicina, enfermería, fisioterapia, gerontología, nutrición y psicóloga. En fin, se ve que el campus tiene un buen potencial para ser una nueva universidad.

—¿Ya traes todo?—Dice seriamente mi papá
—Este... Si, eso creo —Trato de recordar si no olvide algo; Ropa, cobijas, una almohada, cuadernos, llave de la habitación, laptop, cargadores—¡Si! Traigo todo.
—Eso espero Catherine porqué no pienso hacerme otras 2 horas de viaje sólo porqué a la señorita se le olvidó algo.
—No te preocupes papá traigo todo.
—Cielo, ¿Que estabas soñando? Saltaste hace rato en la camioneta
—No recuerdo exactamente mamá, supongo que fue una pesadilla, quizá por los nervios de iniciar en un nuevo lugar—Mentira, pero será mejor guardármelo no creo que les agrade la idea de saber con quien soñé.
—Pero tranquila, te irá bien. Ve esto como una nueva oportunidad de empezar —Dice mi madre mientras me abraza, ya tenía un buen rato que no me brindaba uno de sus abrazos maternos.

Quizá tenga razón, es un nuevo comienzo para mí, podría decirse que hasta una nueva vida, puedo hacer nuevos amigos y tener nuevas aventuras. Dar lo mejor de mí. Pero sin olvidarme de mi objetivo: Lograr cambiarme de universidad.

—Bien es hora de irnos amor o nos encontraremos con tráfico en el camino. Cuídate Catherine—Dice mi padre seriamente, mientras juguetea con su iWaatch. Ya han pasado cinco meses y apenas me dirige la mirada o las palabras; a este paso tardarán años para que vuelva a ser su princesa.
—¿No acompañaremos a Catherine hasta su cuarto?
—No te preocupes mamá. De hecho papá tiene razón puede que haya tráfico más tarde.