𝒀𝒐𝒖 𝑨𝒓𝒆 𝑴𝒚 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒚「𝑱𝑱𝑷」

𝟶𝟹

JinYoung despertó algo exaltado, después de todo tener un sueño húmedo con tu líder y mejor amigo, no era algo de todos los días.

Dos veces a la semana si.

–Mierda. –Susurro al darse cuenta que estaba erecto y su ropa interior manchada de presemen, rápidamente se dirigió a su baño personal a resolver su problemita.

–¡Chicos, a desayunar! –Llamó el líder desde abajo. –¡Preparé hot cakes! –Rápidamente se escucharon pasos bajando las escaleras.

–¡Hot cakes! –Se escuchó a los tres menores.

–¡JinYoung baja rápido o te quedaras sin desayuno! –Volvió a llamar JaeBeom, pero este no podía apresurar su clímax. –¡BamBam esa es la mano de Jackson! ¡No lo muerdas! ¡TE DIGO QUE NO LO MUERDAS, MALDICIÓN!

JinYoung dio una leve risa al escuchar el caos que debía haber abajo, siempre que JaeBeom hacia hot cakes o alguna otra delicia pasaba lo mismo, se peleaban para comer de las delicias que hacia el mayor.

Al cabo de unos minutos JinYoung al fin bajo, dándose cuenta que cinco de los chicos que consideraba sus crías estaban en la sala viendo Pororo.

«Adorables» Pensó, hasta que vio a Jackson con una venda en la mano «También salvajes»

Fue a la cocina encontrando a JaeBeom lleno de rasguños por sus brazos y cara.

–¿A ti que te paso, Hyung? –Preguntó JinYoung algo preocupado.

–Esos chicos son salvajes. –Dijo abriendo la alacena, sacando un plato con hot cakes. –Ten, los aparte para ti. –Dijo entregandole el plato.

Por cuidar su desayuno casi muere por esas bestias, ni siquiera se lo pidió y apartó su desayuno, otro lo hubiera dejado muriendo de hambre, porque cuando se trataba de comida y GOT7, era una pelea a muerte por quien comerá el último bocado, ni una armadura te asegura salir completo de ahí.

–Gracias Hyung, pero no era necesario, mira como te dejaron. –Dijo JinYoung tomando el plato, sintiéndose algo culpable.

–Estoy bien JinYoungie, come. –Dijo comenzando a lavar los platos sucios.

JinYoung comió su desayuno sin poder apartar la vista de la fuerte espalda de JaeBeom, imaginando como se vería con sus rasguños en ella.

Rápidamente volvió su atención a su desayuno al escuchar un grito desde la sala.

–¡JaeBeom Hyung! ¡Se acabaron las galletas de animalitos! –Grito YuGyeom.

–¡Les dije que no se las comieran todas! Aish, estos chicos. –Dijo JaeBeom terminando de lavar. –¡Se quedaron sin galletas de animalitos para mañana!

Se escucharon protestas desde la sala, pero terminaron rindiéndose al ver como JaeBeom no sedia ante sus reclamos.

–Es divertido. –Dijo JinYoung con una sonrisa adornando su rostro.

–¿Que es divertido? –Pregunto JaeBeom alzando una ceja.

–El que de verdad nos veamos como una familia. –Sonrió algo triste.

–No sólo lo parecemos JinYoungie, lo somos. –Habló JaeBeom al notar la tristeza en sus ojos, tomando la mano desocupada de JinYoung, este lo vio sorprendido, sonrojandose al cruzar miradas.

JaeBeom sonrió a lo adorable que se veía, inconscientemente comenzó a acercarse a su rostro, la respiración de JinYoung comenzó a acelerarse al ver la cercanía del rostro del líder al suyo, cerro los ojos por impulso dejándose llevar por lo que decidiera hacer el mayor.

La distancia comenzaba a desaparecer, mezclando sus respiraciones haciendolas una, sentían el aliento contrario en el propio, poco a poco esa distancia comenzó a desaparecer, sus labios se hubieran unido en un cálido beso de no ser porque un ruidoso BamBam entró a la cocina reclamando por sus galletas de animalitos.

–¡JaeBeom Hyung, queremos galletas! –Grito BamBam entrando a la cocina, haciendo separar de golpe a la linda pareja.

–¡POR UNA MIERDA, BAMBAM! –Grito JaeBeom enojado, tomando su billetera y lanzándole un par de billetes al menor. –¡Ve y compra tus putas galletas!

BamBam algo asustado tomó el dinero alejándose rápidamente.

JinYoung rio por la reacción del mayor, haciendo que este lo mirará algo confundido.

–Creí que éramos una familia, pero esa no es forma de hablarle a los niños, JaeBeomie. –Dijo sonriendo JinYoung, haciendo sonrojar levemente a JaeBeom por el tierno apodo.

–Algunos padres también le gritan a sus niños, además que vino cuando... –No pudo terminar de hablar por la vergüenza que le daba pensar que estuvieron apunto de juntar sus labios.

–Eres adorable, Beomie. –Dijo JinYoung levantándose y lavando su plato, para ir a la sala con los demás chicos y ver a Pororo con ellos.