capitulo 5:

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Empecé a llorar por que no sabía que mas hacer, y por primera vez desde que deje de llamar, desde que me entere de que estaba en Inglaterra, sentí lo que había sentido anteriormente, me sentí destrozada, sentía rabia, sentía repulsión por lo sucedido, Dylan tocaba mi hombro para calmarme, Troyer no quitaba sus ojos de los míos, no pude controlarme, grite,lloraba como nunca lo había hecho, cuando me tranquilice, después de unos largos minutos, trate de mirarlo, sus hermosos ojos de color azul, estaban tan iluminados, cristalizados porque quería llorar, quería hacerlo como yo lo estaba haciendo, él también quería desahogarse ¿entonces por qué no lo hacía? , Empezó a caminar y por instinto me eche hacia atrás, ambos me miraron sorprendidos y se me rompió el corazón ver su cara, no lo entendía ni yo tampoco, pero un miedo me invado ¡No! Y lo que más temía se había hecho realidad, mi cuerpo le temía, mi cuerpo le temía a troyer, no lo quería cerca, y aunque intentaba acercarme a él no podía

 -Troyer es mejor que te vayas

¡No, no te vayas! No me dejes, no de nuevo

Troyer agacho la cabeza y sonrió con pena, dios, lo estoy lastimando, sonrió y vi como una lagrima recorría su rostro, Me observo unos instantes y podía sentir como el corazón se me rompía en mil pedazos, caminó y mis ojos lo seguían, se subió a su coche y se marchó, no podía respirar, se había ido, me había dejado ¡No!, empecé a llorar de nuevo y me toque el corazón, troyer…dios santo

-ve a casa, Alice, te hará bien dormir un poco

No sabía lo que estaba haciendo, lo estaba dejando ir, troyer se fue, y yo como una estúpida iba caminando hacia mi casa, abrí la puerta, Dylan estaba prendiendo el auto, la Adrenalina me invadió Salí corriendo desesperadamente hacia la calle, mis pies por fin habían reaccionado

-¡Dylan! –grite-

Pero él no me escucho el auto empezó avanzar y corrí tras de él gritando su nombre mis pies no daban más así que me detuve y lance mi último grito, el auto se detuvo y Dylan salió del autol y vino inmediatamente hacia mi

-dios ¿estas  loca?

Apenas podía recuperar el aliento, el corazón estaba peor que yo, loco y escandalizado

-necesito…. –suspire- Ir…

-Alice estás en tu casa

-no, troyer

-Alice, Te alejaste de él, lo rechazaste…. No estas lista

-la única forma que podre saberlo es estando cerca de él, por favor

Dylan me mira sin poder creerlo, sabía a lo que me refería

-¿estas segura?

-nunca lo había estado antes, créeme

Ambos sonreímos, me dio una manos, había empezado a nevar, hacia un frio de los mil demonios, al subirme al coche, pude sentir el calor, por fin, por fin iría donde troyer, Dylan me sonrió y empezó andar, miraba las calles, miraba como había cambiado todo, y aunque así hubiera sido, aunque  las cosas habían cambiado, mis sentimientos seguían intactos, troyer permanecía donde tenía que hacerlo. La tristeza me invadió ¿Por qué mi cuerpo no lo acepta? ¿Tendrá miedo? ¿Por qué no siento ese miedo y mi cuerpo si?, cerré los ojos un momento y trato de tranquilizarme, troyer no debe estar bien, yo tampoco lo estoy ¿Cómo hacerlo?, las lágrimas recorren nuevamente mi rostro, esto se hará una costumbre, troyer es el único que puede sacarme de la pena que me invade, estando cerca de él es la única forma en la que puedo sacar todo y llorar, el auto se detiene y me fijo que estamos fuera de la casa de Troyer

-Alice espera un momento

Espero paciente, Dylan saca algo de sus bolsillos y me lo entrega

-pensaba dártelo hoy en la tarde cuando te dije si ibas a dar una vuelta conmigo, una cosa llevo a la otra y se me había olvidado

Mi Prohibición Sin AlasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora