Capítulo 2 Acepto

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Al salir de clases, como era de esperarse todos se rieron de mí al pasar, pero ya no me importó, porque eran sólo desconocidos, y lo seguirán siendo porque al aceptar ser una espía no creo regresar mañana, para entonces ya estaré preparándome para ser una agente encubierta, viviré en el anonimato.

Por la tarde fui al parque y me senté en un columpio, me mecí para aclarar mi mente, y me sorprendí de lo fácil que tomé la decisión, porque recordé que tenía una familia que me amaba, pero es tan grande mi deseo de escapar de esta simple vida, donde todo es igual, donde nadie aprecia tus talentos, donde le aplauden más al fracasado que a la chica que saca 10, lo que me hizo recordar mi graduación de secundaria, a pesar de mis calificaciones, fueron pocos los que me aplaudieron, pero al peor de todos, que sorprendentemente pasó la secundaria le aplaudieron y vitorearon. Porque nadie quiere a los de mi tipo, a los sobresalientes. Por eso, se me acaba de ocurrir la perfecta manera de irme de casa sin tener que escapar o peor aún, supongo que tendrían que borrarles la memoria, pero no, mi idea es perfecta.

-Me ofrecieron una beca en el extranjero -les dije a mis padres en cuanto llegué -es una beca especial, que sólo dan a los más inteligentes, es beca al 100%, sólo se necesita su aprobación.

-No creo que sea buena idea -dijo mamá.

-Mamá, papá, es una gran beca, no puedo rechazarla -Después de una hora de discusión y de tantas mentiras, que si fuera pinocho y mirara hacia arriba tocaría la luna con la punta de mi nariz, por fin aceptaron.

-Está bien, ¿dónde tenemos que firmar? - Y yo les entregué mi baja con derecho de la prepa entre todos los papeles falsos que firmaron.

En la noche, mientras guardaba mis cosas en una maleta mi hermano llegó y preguntó:

- ¿En verdad te irás?

Yo le respondí que sí y el hizo lo que yo esperaba, entró y me pateó en la pierna, pero después hizo lo inimaginable, me abrazó y me dijo:

-Te voy a extrañar.

A lo que yo respondí:

-Y yo a ti hermanito.

Esa noche soñé que ya era una espía y que luchaba contra los villanos como Kim Posible, o como Perry de Phineas y Ferb.

***

Al siguiente día por la mañana, al despertar vi la silueta de alguien, pero no lo vi bien, hasta que abrí bien los ojos y vi que era el agente F, casi grito del susto y pero antes de que lo hiciera me cubrió la boca, después de eso me dijo que no gritara, asentí y me soltó.

- ¿Y sigues queriendo ser espía? -dijo en voz baja.

-Sí, estoy segura. Acepto ser espía.

-Esta bien, pensé que dándote tiempo para pensar te retractarías, pero eres muy terca, afuera hay un auto, le dirás a tus padres que ya llegaron por ti para llevarte al "aeropuerto" donde tomarás un vuelo a Europa para ir al intercambio, ¿entendido?

-Sí, -después de pensar recordé que no le había contado del intercambio, y cuando apenas le iba a preguntar él habló.

-Sé lo que estás pensando, y sé de la excusa que usaste para irte de tu casa, porque ayer después de revelarte el secreto de que soy espía obviamente no te iba a dejar ir así nada más, antes de que me marchara ayer te coloqué un micrófono.

- ¿Qué no es invasión a la privacidad? -pregunté.

-No cuando una niña, -me le quedé mirando hasta que se dio cuenta como me llamó- chica sabe un secreto así.

-Está bien, ¿pero ya me lo puedes quitar o por lo menos apagar?

-No hasta que salgas de la casa.

-Como sea -dije fastidiada- ¿Y a dónde vamos? - y cuando terminé la frase me di cuenta de que ya se había ido de mi cuarto, ¿cómo entró? vaya yo a saber, ¿cómo sale así? menos sé, todavía ni inicio y ya me fastidiaron esas sorpresivas desapariciones de espías.

- ¡Mamá, ya llegaron por mí de la escuela para llevarme al aeropuerto! ¿Papá, me puedes ayudar con mis maletas? - grité cuando estuve lista para irme.

- ¿Tan temprano? - preguntaron ambos al unísono

-Sí -contesté yo.

-Está bien, voy -dijo mi papá.

Después bajó enseguida mis maletas como si no pesaran nada, cuando yo ahí había metido casi toda mi habitación, lo único que no podía llevarme eran mis muebles obviamente y mi amada colección de figuras de hadas por su fragilidad, pero si pudiera me llevaría mi cama, porque no sé si tengan buenos colchones a donde sea que vaya, aunque no hay modo de saberlo porque el señor "me aparezco y desaparezco cuando quiera" se fue antes de preguntarle. Cuando por fin bajé mi mamá ya me esperaba en el pórtico con lágrimas en los ojos. Así que corrí a abrazarla.

-Mamá, no llores, esta es una oportunidad que no puedo desaprovechar, y la verdad los extrañaré mucho, pero oportunidades como éstas no se presentan dos veces en la vida. -Y a pesar de que yo hablaba de la oportunidad de convertirme en espía, tampoco era como una beca así de mágica se presentara regularmente, de ser así ya me la habrían ofrecido.

-Lo sé hija, pero eso no hace que no te vaya a extrañar, te cuidas mucho, y no te olvides de comer bien y a tus horas, lavarte los dientes y tomar agua, me llamas cuando llegues al aeropuerto, cuando aterrices y cuando te instales en tu nuevo cuarto. -Dijo mientras seguíamos abrazadas y llorando.

-Está bien mamá, te quiero mucho, y a ti también papá y a ti hermano- Y tuvimos un gran abrazo familiar de despedida, hasta que alguien se aclaró la garganta.

- ¿Ya puedo llevar las maletas al carro?, se hace tarde para tomar el vuelo. -Preguntó un hombre con apariencia de chofer.

-Sí, en un minuto salgo. -Dije yo con unas cuantas lágrimas en los ojos- Bueno, creo que es hora de irme- le dije a mi familia.

-No sin que antes te dé la bendición, que la virgen de Guadalupe te acompañe y te cuide en tu viaje- después de eso me persignó y me acompañó al auto.

Ya cuando estuve dentro grité:
-Adiós- le dije al conductor que podía arrancar ya, y me volteé para decir adiós con la mano mientras me alejaba de casa hasta que sólo fue un pequeño punto.

Chica espía adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora