Capítulo 6 Un cumpleaños lejos

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Me desperté a la 1 de la madrugada por el sonido de mi celular, que me indicó que me llegó un mensaje.

Mamá: Vídeo chat

Encendí la computadora medio dormida y aun no me había percatado de que día era , hasta que ví a mi familia en la pantalla con un pastel frente a la computadora y gritaron al unísono.

- Feliz Cumpleaños.- Mientras yo estaba despeinada, en pijama y con cara de dormida en mi cuarto frente a mi computadora.

-Me sorprendieron, aquí es la 1 y es el primer cumpleaños que paso lejos.

- Si, es por eso que teníamos que felicitarte por lo menos por video chat.

- Muchas gracias - dije con la lágrima que a este punto tenía rodando en la mejilla.

- Bueno, por ser la 1 creo que es mejor que te dejemos descansar porque tienes que madrugar para ir a tus clases.

- Está bien mamá, adiós a todos.

- Adiós, que pases un bonito cumpleaños.

- Lo haré.

Apagué la computadora y me dormí hasta que sonó el despertador.

Esa mañana fue todo normal, creo que a pesar de que lo comenté muchas veces a lo largo de la semana anterior nadie recordó mi cumpleaños, o al menos eso creí hasta que terminé mis clases del día.

- ¡Feliz Cumpleaños! - gritaron cuando entré al apartamento J y Ness sosteniendo un pastel en las manos.

- Creí que no se habían acordado. En realidad me sorprendieron, sobre todo porque sólo hace dos semanas que me conocen.

- Ese era el plan. - dijo Ness como si fuera obvio

-Y eso no es todo,- dijo J con su clásica sonrisa - tengo una sorpresa preparada para ti cuando terminemos de comer pastel.

- ¿Y qué es?

- Si te digo no sería sorpresa.

Comimos pastel y estaba de maravilla, no se si era porque fue el primer pastel sorpresa por parte de mis amigos que había recibido o porque era francés. Así que no tardamos mucho en acabar.

- Bueno, los dejo, después me cuentas que era la sorpresa - dijo Ness de camino a su recamara con otro trozo de pastel en la mano.

- Yo te esperaré en el jardín, parte de la sorpresa está sobre tu cama.

Mientras él se dirigió al elevador yo fui a mi cuarto donde me encontré con una caja con una nota en la tapa.

Confía en mí y si París quieres visitar usa éste vestido que te quedará sensacional.

PD. También hay unos zapatos altos en tu armario.

Como de verdad quiero visitar París me puse el hermoso vestido que me regaló J, era un vestido negro con pedrería en la parte de arriba y abajo era de globo a colores violeta, magenta y celeste con estampado de pavo real. Y los tacones aunque sencillos, eran negros de charol y me quedaron a la perfección. Terminé el conjunto con mi collar de plata de mariposa.

Salí al jardín y en ese momento vi a J, iba vestido de traje , su cara se iluminaba con la luz de la Luna y al momento en que me volteó a ver sus ojos se iluminaron. Me acerqué a el e inesperadamente me tomó la mano y la besó con delicadeza , en ese momento me sonroje y volteé la cara para que no me viera, pero él tomó mi cara y me dijo.

-Te vez hermosa.

-Todo gracias al lindo regalo de tu parte.

-No fue nada, necesitabas tener un magnífico cumpleaños número quince. - Se hizo a un lado - Acompáñame.

-Con gusto, un minuto, ¿en serio vamos a ir en moto?

-Si, ¿alguna vez te has subido a una?

-Solo una vez con un primo, solamente no des las vueltas muy cerradas.

Nos subimos y como era sorpresa dejé que me llevara a donde tenía planeado, y en lo que iba conduciendo e iba tan sujeta a él que de no estar musculoso lo habría lastimado, pero a la vez iba viendo el bello paisaje y las luces que se extendían a lo largo de la ciudad.

Al parecer la primera parada era un restaurante,

bajamos y por poco me caí en el proceso, pero los reflejos J de espía hicieron que me sujetara a tiempo, entramos y pude ver que el lugar se encontraba lleno, pero nosotros ya teníamos una mesa reservada así que inmediatamente nos pasaron.

Debido a que aún no dominaba el idioma le dije a J que pidiera por mí lo que creyera rico. En un tiempo nos mantuvimos en silencio, pero creo que fue solo porque ambos nos quedamos sin nada que decir, como si con las acciones, los gestos y las sonrisas que teníamos nos pudiéramos comunicar.

-¿Y cómo va la sorpresa?

-Fantástica, es el mejor cumpleaños que he tenido.

-Y todavía falta, ¿lista para nuestra siguiente parada?.

- Por supuesto.

-Última parada... La torre Eiffel

Salimos del restaurante, subimos a la moto y continuamos nuestro recorrido. Cuando bajamos esta vez no me caí pero sentía mucho frío, por lo que J me prestó su saco. Subimos, y lloré al llegar arriba, había visto en muchas películas la torre, incluso la vista, pero cualquier imagen no le hace justicia a la maravillosa vista que se aprecia desde ella.

-No llores, por favor, creí que te gustaría.

-Por eso es que lloro, me encanta, creo que es lo mejor que he visito en mi vida.

-Te mentiría si te dijera que yo también lloré al subir aquí, pero sí fue una gran impresión.

De la nada comenzó a sonar la canción de La vie en rose de Édith Piaf , voltee y en ese momento J me tomó la mano y me confesó sus sentimientos.

- Se que sólo tenemos dos semanas de conocernos pero me gustas mucho y por eso quisiera que aceptaras ser mi novia.

Me quedé en shock, fue un momento tan extrañamente romántico, el está enamorado de mi y es algo que no puedo comprender, nunca nadie me había querido, siempre he sido muy pequeña por lo que nadie nunca se había fijado en mi, hasta hoy. Estoy segura de que este momento sería perfecto, de no ser porque apenas tengo 15 años y no siento nada por J además de una gran amistad y confianza.

-¿Aceptas?

-Perdón J, pero soy muy joven aún para pensar en tener novio, y además no te quiero como novio, lo único que siento por ti es una gran confianza, y me gustaría que siguiéramos siendo buenos amigos, me la paso muy bien contigo pero lo nuestro no puede ser. Tal vez en un futuro, pero no te aseguro nada, y no me importaría que buscaras a alguién más. Eres un gran chico y no dudo en que encontrarás a alguien que lo sepa apreciar.

-Aun así te seguiré esperando.

Después de eso regresamos, por suerte por ir en la moto no hablamos en todo el camino, en cuando llegamos nos despedimos y nos fuimos a nuestras habitaciones .  Me puse mi pijama y guardé muy bien el vestido y los zapatos, creo que al hacer un recuento de éste día, aunque algo diferente a mis otros cumpleaños, puedo decir que fue fantastique (fantástico ). Aunque espero que nada cambie en como nos llevamos J y yo.

Chica espía adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora