El bosque oscuro, negro y sin vida, el aire denso y caliente, pozos de lava negra y ríos de sangre corrían por las Tierras muertas, mientras que en la frontera se veía el reino de las brujas repleto de naturaleza con ríos de agua cristalina y peces dorados, arboles grandes y frondosos, aves cantoras, aire fresco, vida. Myreena amaba ir a la frontera y ver ese gran contraste, las historias que se contaban sobre esas tierras nunca se sabía si eran ciertas, su madre rara vez hablaba con ella, eternamente preocupada por el tratado y el comercio con los otros 11 clanes.
Sentada en un tronco caído veía el rio de sangre correr hasta donde empezaba su reino y ahí el mismo rio se convertía en agua clara y dulce con hiervas acuáticas sobresaliendo de él, era impresionante como a un paso de donde estaba todo era tan distinto. Escucho pequeños pasos dirigirse hacia ella y vio a Titania, su adorada hija dirigirle una sonrisa. - ¿Mamá, porque estas sentada aquí? - la niña veía a su madre con unos ojos llenos de luz, tan brillantes que a veces se preguntaba de donde los habría sacado. - Bueno es interesante ver como las cosas son tan diferentes una al lado de otra, pero sabes que tu no debes estar aquí si la bruja mayor te descubre nos matara. - Titania solo se rio y comenzó a brincar de un lado al otro del rio cristalino, los animales acuáticos asomaban sus cabecillas para verla y la imitaban dando giros y saltos en su mismo lugar, la niña amaba su reino y siempre disfrutaba de lo que este tenía por ofrecer. Myreena por otro lado volvió su atención a las Tierras muertas, perdiéndose en esa interminable oscuridad hasta que escucho un golpe de cuerpo contra agua y segundos después el grito de su hija, quien había caído al rio de sangre.
La magia fluía por todo el reino y la bruja mayor estaba conectada a la tierra como todas sus discípulas por lo que estuvieron de inmediato frente a Myreena quien luchaba contra la sangre espesa para sacar a su hija, Titania pataleaba por poder respirar y la bruja mayor gritaba loca de ira hasta que al fin Myreena pudo sacar a su hija quien se dejó caer boca abajo tosiendo sangre negra. - ¡En que estabas pensando al traerla aquí, sabes lo peligroso que es acercarse a la frontera! - Las 5 discípulas de la bruja mayor rodeaban a Titania para revisarla y limpiarla, asegurándose que no tuviera nada peligroso. La niña pelaba con ellas porque no quería que la tocaran, pero estas seguían insistiendo, usando sus lazos de magia para estar seguras, pero la niña empujo a la más joven saliendo de sus cuidados y aun empapada de sangre con la cara negra y solo los ojos limpios abrazo a la bruja mayor.
- Hola abuela. - Dijo la pequeña mientras sonreía ampliamente.
-Titania estos no son lugares para ti y lo sabes, ve con las 5 para que te limpien y revisen que no te haya pasado nada malo. - La bruja mayor se apartó del abrazo de su nieta y dirigió su mirada de fuego hacia su hija Myreena, quien se encontraba con los brazos manchados de sangre hasta los codos, rápidamente se los limpio en las faldas de su vestido, pero en ningún momento aparto la vista de su madre. - Yo no la traje aquí ella llego corriendo, tal vez si le dijeras a donde voy en vez de encerrarla en tu preciada torre no se escaparía. - Oona la bruja mayor solo levanto la cabeza, el mentón recto y apretado signo de superioridad, después solo chasqueo la lengua y comenzó a caminar de regreso al bosque, Myreena se resistió por un momento, pero al final termino siguiéndola hasta llegar a su mismo paso.
- Tu eres enviada aquí porque tu magia entiende a las Tierras muertas, eres la encargada de asegurarse que esa peste del otro lado no cruce a nuestras tierras, no quiero ver a Titania cerca de la frontera, es trabajo tuyo y solamente tuyo si no te agrada habla con Nashib, tal vez te regrese el puesto en su cama. - La magia de Myreena se encendió ante el recordatorio, pero no dijo nada simplemente se limitó a tener esa tranquilidad fantasmal que tanto caracterizaba a las brujas. A su madre nunca le había importado que ella fuera libre y se divirtiera con hombres por todo el continente, brujos, fénix, mestizos, daba igual decía que era muy joven y podía disfrutar de los placeres que el mundo ofrecía, pero el que la había molestado era Nashib actual rey del continente.
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Sangre perdida
FantasyDespués de años de oscuridad, se llego a un acuerdo de paz, Asseconia el continente de las especies se ha dividido en 12 clanes y se a acordado que cada 50 años se realizaría un cónclave para elegir al nuevo gobernante, cada especie debía mandar a s...