Capitulo 1. La elección de los 12

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Las torres de las brujas estaban envueltas en un remolino de desastre, gritos, olores de comida recién preparada, el aire fresco entrando por las ventanas y balcones, el sonido de las fraguas trabajando sin descansar, la música bailando en cada esquina, los vestidos susurrando por todos los pasillos y las centinelas más inquietas que nunca. Esto sucedía cada 50 años, pues era momento de realizar el cónclave para elegir al nuevo gobernante, todo mundo se volvía loco desde el inicio del día hasta que surgiera el ganador.

Cada clan debía presentar a un candidato para participar en la elección, ¿cómo decidían ellos a quien enviar? Eso dependía de cada uno, pero las brujas lo habían sabido desde que ella nació. La heredera de las brujas, Titania Blackiron era la elegida para participar en el duelo, no solo por ser la heredera si no porque era una de las brujas más fuertes, rápidas y con mayor poder de las torres, su control sobre la magia elemental y la magia oscura era increíble, muchas brujas en las torres la envidiaban, pero eso nunca la intimido.

Desde los 8 años su abuela la tiro a los campos de entrenamiento, las centinelas le enseñaron el arte de las armas, desde una pequeña daga hasta las largas espadas, ballestas y arcos; luego la enviaron con las maestras, dignas brujas especialistas en la magia elemental, sus dones fueron tomando forma hasta que se hizo experta en eso y al final la mandaron con su madre, quien le enseño la magia oscura, rara y antigua, una que muy pocos sabían manejar. Ese entrenamiento fue el más duro puesto que su abuela rara vez le permitía estar con su madre y mientras que Myreena tenía la tarea de instruirla en la magia Titania quería platicar y convivir con ella, por esa razón la bruja mayor estuvo presente en cada entrenamiento de ellas dos.

El carácter de Titania fue cambiando con los años y hoy con 500 años era la guerrera y heredera que su abuela siempre quiso.

Titania iba caminando por los pasillos de la torre principal observando a cada persona que la rodeaba, todos ellos con sus mejores ropas, vestidos grandes y despampanantes, túnicas de colores exquisitos, telas pesadas que lucían costosas, joyas brillantes, piedras preciosas en sus delgadas manos y peinados llenos de flores y ramitas del bosque; mientras que las centinelas vestían sus ropas de cuero, la armadura con el símbolo del dragón lanzando fuego, los pantalones ajustados, las botas hasta las rodillas, la coleta amarrada con fuerza detrás de la cabeza y la única joya que portaban era el anillo con el sello de la bruja mayor que al igual que su escudo era un dragón donde la piedra preciosa era un granate rojo que simbolizaba el fuego de la bestia. Al pasar todos le hacían una reverencia aun que no era necesario ya que ella no era de la realeza realmente, pero no les decía nada. Las crías de bruja pasaban corriendo, sonriendo y saludando. - Hola heredera. Que linda luce hoy. Bendiciones de los dioses para la heredera. - Sin poder evitarlo Titania resoplaba cansada de esas palabras, desde hace una semana todo era lo mismo, pero pasando el cónclave todo esto se calmaría.

- ¡Blackiron! ¿Por qué estas paseando? La bruja mayor te está buscando, baja de inmediato ya es hora de partir. ¿llevas todo lo que necesitas? - La discípula más vieja se encontraba en las escaleras que Titania acababa de pasar y sin poder evitarlo fue capturada por ella quien la llevo arrastrando por todos los pasillos hasta que llegaron a la entrada principal donde la bruja mayor, Myreena, las otras 4 discípulas y los caballos ya la esperaban listos para partir. Todas estaba vestidas con sus mejores galas - al igual que todos - los vestidos más elegantes y las joyas más brillosas. Titania paso del agarre de la discípula al de su abuela quien la apretó con fuerza mientras la observada de pies a cabeza.

- No tenías porque mandar a tus perritos falderos a buscarme, ya estaba en camino. Titania se soltó del agarre de su abuela y se montó en su caballo, después le siguieron su abuela y su madre quieres irían en la cabeza, mientras que las 5 discípulas rodearían a Titania y las centinelas irían atrás para cuidarlas en todo momento. Como buena guerrera llevaba la cabeza en alto con los sentidos bien despejados para cualquier amenaza a su bruja mayor y a ella; a diferencia de todos en las torres ella llevaba trenzas apretadas como peinado, ropa cómoda y ligera de cuero que se ajustaba a todas las curvas de su cuerpo. Como arma llevaba consigo una espada enjoyada, regalo de su abuela hace 100 años, y unas dagas de acero de fénix metidas estratégicamente en su pantalón.

Sangre perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora