La primera vez que lo sentí recuerdo que mi piel comenzó a sudar de la nada y mi pecho de apoco comenzaba a reprimirse hasta el punto de llegar a pensar que estaba muriendo, el ruido de apoco se iba disipando y ahí estaba sentada al borde de mi cama sin saber que hacer o como actuar, mis piernas se movían descontroladamente y pude sentir una gota de sudor rodar por mi frente, estuve así durante unos quince segundos los que para mi se sintieron como una eternidad.
Lo ignore no supe lo que era, tampoco quise hablarlo con nadie, hasta la segunda vez que me dejo estática en frente de mi clase, esa vez lo converse con mi mama y ella solo lo ignoro para después agregar – eres una exagerada -. Acto siguiente decidí guardarlo para mí; mi peor error.“No voy a juzgar a nadie, a veces somos ignorantes y poco sensibles ante estas situaciones.”
Fui creciendo y junto conmigo crecía pepe, lo conocí y supe lo que era capaz de generar en mí, se volvió un vicio guardarme mis emociones, lo que el me hacia sentir o el daño que me causaban algunas cosas, me di cuenta que usaba mis emociones para lastimarme, que podía controlarme y que muchas veces tomaba decisiones por mí.
Cosas sencillas como caminar frente a un grupo de personas, era horrible, él decía cosas como – te vas a caer, mira se están riendo de ti. - Y yo a pesar del miedo intentaba caminar como si nada, aunque estaría mintiendo si no les digo que muchas veces evitaba caminar por esos lugares o tomaba otras rutas.
La época mas jodida de mi vida con pepe fue después de la perdida de uno de los seres humanos mas importantes en mi vida, ahí creció me paniqueaba constantemente, me recalcaba una y otra vez los errores que como toda adolescente cometí y ahí fue la primera vez que lo hice que me dañe intentando callarlo, no fue hasta después de terminar de llorar que me di cuenta que había cometido un error y que no me podía llevar hasta aquel punto jure que no se iba a repetir. Pero no sabia controlarlo y paso hasta llegar al punto de no querer seguir en este plano, pero era una cobarde no pude me paralicé cuando caí en cuenta de lo que estaba a punto de pasar.
Busque ayuda, después de un par de negativas por parte de familia conseguí visitar mi primer psicólogo, con la cual descubrí que tenia ansiedad generalizada, me ayudo y mucho poder hablar con alguien que me enseñara a controlar mis ataques de pánico, me ayudo informar a mi mama que no era exagerada que todo lo que sentía era real. No fue la única psicóloga con el paso de los años vinieron algunos más, no muchos. Digamos que en total unos cinco y un psiquiatra si, necesite medicina aun la tomo cuando es necesario.
Pepe sigue aquí viene y va cuando quiere, pero ya no me afecta tanto como antes, sigo teniendo dolor de estomago cuando me enfrento a ciertas situaciones de mi vida, sigo siendo un ser humano cerrado que se expresa mejor entre líneas que con palabras, sin duda el sigue aquí pero ya no es tan fuerte o al menos yo no se lo permito.
Bien, seguramente se deben estar preguntando ¿Por qué pepe? Sencillo, pepe grillo si alguna vez viste pinocho ya sabrás de quien hablo, decidí llamarle así haciendo referencia a lo parlanchín que puede llegar a ser.