|Conversación nocturna|

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Eran las tres de la madrugada, las dos chicas estaban recostadas en la cama intentando dormir pero por alguna razón no lograban hacerlo, Macarena soltó un suspiro y se posiciono boca arriba con una mano sobre su frente por otro lado Zulema tenia sus ojos abiertos pero le daba la espalda a su compañera.

- ¿Estas despierta? - Susurro mirándola con algo de vergüenza- supongo que si - volvió a mirar hacia arriba sin obtener respuesta-

Todo estaba en completamente calmado y silencioso, en momentos como este es cuando Macarena extrañaba a su familia y lamentaba el hecho de que su madre ya no estuviera para ella, no tenia a su hermano y no conocía a su sobrina que llevaba su mismo nombre. Aveces todo resultaba ser frustrante y penoso para la rubia, su única compañía era Zulema pero no podían simplemente hablar sobre sus sentimientos o hablar de su pasado ya que por parte de su acompañante no había interés alguno.

- Ya decía yo...estas despierta - giro su cabeza para verla- no estas haciendo tu sonido de ardilla - la luz de la luna podía iluminar directamente a la cama de ambas chicas por lo que se podían ver-

- Zulema...- se mostró algo sorprendida al verla moverse tan derrepente-

- ¿Que pasa? , ¿tienes una crisis existencial en la madrugada? - levanto la voz-

- No lo se...pensaba en Rizos - dijo la mentira mas rápida que se le ocurrió-

- Si quieres te dejo tirada en uno de nuestros atracos y te vas directo a la cárcel, no tengo problema - se quejo mientras se acomodaba boca abajo-

- ¿puedes respirar así? - pregunto al ver su forma de dormir-

- Aveces si y Aveces no - suspiro mientras volvía a mirarla- ¿Porque recordaste a la Rizos? - le cuestiono mientras arrugaba su nariz-

- Solo pensaba en como estaría en estos momentos, es todo -dijo sin energías- ¿Recuerdas cuando las chinas me metieron a la lavadora?

- ¿Como no voy a hacerlo? - Ahora estaba sujetando su cuerpo con sus codos y brazos apoyados sobre la cama-

- ¿porque me sacaste de la lavadora? - se sentó sobre la cama aun con las cobijas sobre sus piernas-

- Lo hice para matarte yo - miro hacia abajo para después encontrarse con sus ojos al levantar la mirada-

- Pero aun no lo has hecho....¿porque?

- ¿Porque crees tu que lo hice? - sus grandes ojos parecían ser toda la luz que iluminaba la caravana y la rubia se sintió atrapada en ellos-

- Creo que dentro de ti te diste cuenta de que realmente me necesitabas para sentir que tenias algún motivo para seguir con tu vida - mientras hablaba hacia unas pausas para encontrar las palabras adecuadas, se lamia los labios y susurraba- yo realmente quería matarte y se que tu a mi pero al salir de la cárcel me di cuenta de que te habías convertido en una parte muy importante para mi, necesitaba de ti y tu te sentiste igual que yo, yo fui a buscarte cuando saliste de la cárcel y tu fuiste por mi porque...estamos unidas.

- ¿Sabes que creo rubia? - ladeo su cabeza-

- ... -solo la observo esperando una respuesta-

- Que no estabas pensando en la Rizos, estabas pensando en mi - escondió sus labios-

Macarena asintió con una expresión seria y dejo caer su cuerpo en aquella cama mientras soltaba un largo suspiro. Zulema comenzó a reírse y miro hacia la luz que las iluminaba.

- ¿de que te ríes?

- De ti...

- ¿Te parece gracioso? - se había molestado- ¿si te doy un golpe te rieras también?

- Siempre peleas contigo misma y debates sobre mi y las relación que tenemos - puso una de sus manos rozando su boca- aunque yo también, no te culpo después de todo hemos pasado por tantas cosas juntas.

- Ahora que lo pienso - su cuerpo y ojos estaban completamente frente a Zulema- esta relación explotara algún día y tengo miedo de que termine mal.

- Déjame decirte que soy experta para lastimar y hacer llorar a la poca gente que quiero, la mejor así que si algún día quieres irte hazlo sin despedidas seguramente me lo merezca.

- ¿Me quieres? - pregunto burlona-

- Eres mi gemela vitelina, no soportaría que nada de pasara - admitió-

- Me dijiste lo mismo hace unos años - sonrió con pena-

- Pues te lo repito, no tienes que dudar rubia, el día que te quieras ir yo no te detendré, cuando estés por matarme no te voy a detener pero voy a luchar y cuando yo este a las puertas del infierno vendré por ti y bailaremos en el fuego juntas - Bromeo, pero a Macarena no le parecía un mal plan-

Macarena salio de la cama y busco entre sus cosas algo en especifico con tranquilidad y una pequeña sonrisa mientras Zulema la observaba sin entender lo que buscaba. Macarena se dio la media vuelta y apunto hacia su compañera con la polaroid.

- ¿Que coño haces? - cuestiono la morena-

Macarena le saco una fotografía en un angulo realmente favorable, su cabello y rostro estaba bellamente iluminado por la Luz de la luna y sus grandes ojos se veían hermosos.

- Mira...- le acerco la foto recién terminada a su compañera con una sonrisa tímida-

- Joder Rubia - suspiro y tomo la fotografía regañándola- Salgo horrible...

- No es cierto, te vez hermosa - dijo la ultima palabra susurrando con algo de temor-

- ¿Hermosa? - dejo salir una fuerte risa- ¿quien saca fotografías a mitad de la mañana?

- Pues yo - se acerco a la cama con la polaroid en sus manos-

- Lastima ser tu....anda vamos a dormir - dejo caer la fotografía en el lado de la rubia-

Zulema se escondió debajo de las sabanas dispuesta a dormir, Macarena tomo la fotografía y la acomodo sobre un velador que estaba a su lado, la fotografía quedo sujetada a un cuadro que la rubia tenia desde hace tiempo el cual tenia una imagen de su madre.

Se acerco un poco a su compañera y dejo que sintiera su respiración sobre sus cabellos negros, Zulema podía verla mejor gracias a un espejo que daba a su cama y verla tan cerca de ella la ponía algo incomoda así que volteo su rostro y se observaron por unos segundos en silencio.

Recuerdos cortos venían a la mente de ambas y la rubia sonrió al recordarse a ella misma en la cárcel por primera vez, tan ingenua y insegura mientras que la mujer con quien dormía ahora era una sádica asesina y ademas su enemiga mas grande.

Zulema se sintió vulnerable al estar tan cerca de aquella rubia, jalo del cabello de la rubia y la empujo hacia atrás con brusquedad, ahora la rubia estaba boca arriba con Zulema sobre ella. el silencio se mantuvo durante solo seguidos ya que el roce de sus manos y labios no se hicieron esperar, seria una noche larga para las dos.

|Pequeños Momentos|   Zurena    -Macarena y Zulema-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora