|Miedos|

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En un comienzo no fue fácil para las dos convivir juntas.......

Macarena estaba sola en la caravana, estaba atardeciendo y estaba sufriendo mientras daba vueltas dentro de aquel lugar, el simple hecho de querer a Zulema la atormentaba. Todo el odio que alguna vez le tuvo se había convertido en cariño pero no podía entenderlo, simplemente no podía comprender, querer a quien alguna vez odiaste con todo tu ser, le deseaste lo peor e incluso pensabas que te haría feliz ver a esa persona muerta. Pero ahora querías vivir con esa persona, abrazarla, protegerla y contarle todo sobre ti.

Quería huir, sus dos opciones estaban a la misma distancia, quedarse para siempre o simplemente huir. La mejor opción para ella era huir, guardar sus sentimientos y callar hasta poder alejarse de ella era su mejor opción.

En un momento repentino la puerta de la caravana, volteo a ver y logro ver a Zulema, la causante de sus luchas internas.

- ¿Que haces? - entro con ojos tristes-

- ¿donde estabas? - se quedo frente a ella con una expresión de lastima-

- Fui por golosinas...mira..- saco una pequeña bolsa llena de pequeños chocolates, chicles, maní, almendras, bombones y dos paletas de menta-

- vale....- hablo sin ganas-

- ¿Que sucede? - buscaba juntar miradas pero la rubia lo evitaba-

- Lo dejo....-cerro sus ojos unos segundos, su mirada estaba dirigida a la cocina ya que no quería mirarla-

- ¿Que dejas? - pregunto firme, guardando su pena-

- Esto....todo esto - exclamo con sus brazos formando un circulo- quiero irme, dejo esta vida...estoy cansada...

Zulema volvió a guardar la pequeña bolsa con golosinas y mordió sus labios a la vez que cerraba sus ojos.

- Bien....entonces supongo que es el fin de esta historia tan extraña...

- Si....-asentía mientras retenía las lagrimas-

- ¿Estas segura de que eso quieres? - pregunto al ver sus ojos-

- Bueno...-su voz temblaba, bajo la cabeza dejando caer una lagrima cuando volvió a mirarla pudo notar que su compañera se veía igual de triste que ella- es lo mejor...

- Lo mejor...- repitió susurrando para después reír- Lo mejor...¿para quien? , ¿para ti? - se acerco mas a ella y le dio un pequeño golpe en la cabeza- ¿Porque fuiste a buscarme al salir de prisión?

- No lo se...- dijo con su voz quebrada en un tono bajo, dejo escapar una lagrima de cada ojo-

- ¿Porque aceptaste vivir conmigo?

- No lo se...

- ¿Porque dejas que te toque como si fueras mi amante? - su rostro expresaba ira y confusión-

- ¡No lo se! - esta vez grito frustrada-  no lo se...- rompió en llanto frente a ella lo cual detestaba- no tengo ni puta idea de porque eh hecho tantas cosas contigo....yo te odio...

- y yo a ti - admitió- odio cuando haces esos sonidos de ardilla justo cuando yo estoy por dormir, odio cuando hechas tu perfume por todo el lugar, cuando llego y me preguntas donde estuve como si fueras mi madre o mi novia, odio el hecho de que tenerte conmigo me guste pero Amo que tu me odies.....- hizo una expresión de frustración, miro hacia arriba y suspiro- pero yo ya admití mis sentimientos, soy consiente de que sin ti me siento mas sola que nunca..solo faltas tu....aunque si realmente te quieres ir, hazlo.

- Zulema...- cayeron mas lagrimas de sus ojos, toco su hombro pero esta fue apartada por su contraria-

- Ya eh vivido sin ti, puedo volver a hacerlo - se dio la media vuelta y volvió a salir de la caravana-

Macarena sabia que Zulema no iba a rogarle, la verdad es que ella estaba dispuesta a dejarla ir si es que eso la hacia feliz, Macarena nunca pensó que llegaría a un punto en que la necesitara y deseara quedarse pero ¿valía la pena seguir hay? , ambas veían horizontes diferentes pero ni siquiera la rubia podía imaginarse una vida "normal" sin su compañera, su Zulema.

Era una pena, el tiempo estaba corriendo y Macarena ni siquiera podía moverse. Al parecer no se quería a si misma lo suficiente como para dejar a Zulema, la rubia tenia miedo de no poder dejarla ya que eso la hacia sentir inferior e inútil.

Por impulso salio de la caravana con prisa, la brisa estaba fuerte por lo que el cabello de ambas se movía seguidamente, la rubia camino hasta estar detrás de Zulema y la abrazo sin saber el porque, solo quería hacerlo, quería sentirla y al sentir los latidos de su corazón pudo dejar salir las palabras que guardaba.

- Quiero aprender a tocarte a mirarte y aceptar mis sentimientos pero no creo poder hacerlo si no soy capaz de dejarte, si no puedo irme de tu lado significaría que soy completamente dependiente de ti...eso me asusta porque no tiene sentido, me pierdo en ti y solo soy realmente feliz contigo. Quiero estar segura de que puedo vivir sin ti, que no dependo de ti y que soy la misma de siempre, sin importar si estoy contigo o no, la idea de depender de ti me enferma....- hablo sinceramente mientras se aferraba a Zulema con fuerza, aquella mujer que abrazaba cerro los ojos y dejo que la brisa del viento chocara contra su rostro, se relajo y dejo que sus palabras salieran, fueran duras o no-

- La batalla que tienes contra tus miedos es la prisión que haz creado  en tu interior, cuando saliste de la cárcel fuiste por mi pero ¿acaso pensabas en mi cuando tu estabas fuera y yo seguía en prisión? , seguías con tu vida, seguías teniendo pasatiempos, seguías amando estar viva, tu sobrevivías por tu cuenta y no me necesitabas para eso, puede que tal vez me recordaras y te preguntabas sobre mi pero eso no significa que tu dependas de mi, tus miedos son innecesarios, si no te puedes ir es solo porque el lazo que hemos construido entre las dos se ah hecho mas fuerte y de alguna forma hemos creado algo hermoso, yo aun lucho por aceptarlo pero no tengo tus miedos - prendió uno de sus cigarrillos- la decisión siempre sera tuya, si quieres irte, quedarte o matarme...o la mierda que sea siempre sera decisión tuya, tu naciste completa, nadie te puede quitar quien eres ni siquiera yo y yo se que eres capaz de todo, no me necesitas para vivir bien.

- ¿que quieres que haga? - pregunto aun abrazándola-

- ¿que quieres hacer tu?

- Quiero quedarme....

- Entonces hazlo...

|Pequeños Momentos|   Zurena    -Macarena y Zulema-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora