1 er año

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A veces me sentía rara, sentía que había algo dentro de mi, algo que me hacía distinta a mis compañeros de clase, claro que sólo tengo 11 años, por lo que aún me falta mucho por descubrir al entrar a la secundaria, o al menos yo pensaba que entraría a la secundaria...

Finales de Agosto, tocaron a la puerta y mi mamá la abre. Es un señor con un sombrero extraño, una capa verde y un bigote chistoso.

Mi mamá pregunto a qué se debía la visita mientras le daba una mirada rápida de arriba hacia abajo.

-Bueno, es por su hija, ha sido aceptada en Hogwarts.

-que es eso? -pregunté

He venido a hablar de eso, claro-mencionó el señor amablemente

Mi mamá lo dejo pasar y le invito una taza de té, el señor comenzó a hablar sobre una escuela de magia y hechicería, sobre que aprendería ahí y los materiales que necesitaría, y que además él nos acompañaría a comprar los materiales necesarios.

Mi mamá no se tragaba todo el cuento del todo, pero si era cierto al menos debía comprobarlo.

Unos días después vino el señor para guiarnos a comprar los materiales, dio golpes en ciertos ladrillos que habían en una pared y entramos a todo un escenario, miles de tiendas que vendían mascotas, uniformes , trajes y escobas de algo que se llama quidditch y el señor entonces nos llevó a por mi varita. El señor ollivander me pasó una varita antes de la que me escogería, mi varita era:

Madera de abeto con núcleo de pelo de unicornio, 25 cm y flexibilidad ligeramente elástica

Mi mamá estaba bastante impresionada , me hubiera gustado que mi padre hubiera podido ver esto, pero él se quedó cuidando a mi hermano menor.

Luego fuimos a que me tallaran las capas, y claro antes de eso el señor nos enseñó a como intercambiar dinero "muggle" como él decía a dinero de magos.

Después de eso vi las mascotas, pero mi mamá prefirió no comprarme ni una hasta probar que fuera responsable.

En fin, el primero de septiembre arme mis baúles para ir a hogwarts, y el señor me indicó como pasar a través del andén 9/34

Estaba bastante impresionada, nunca hubiese esperado nada de esto, de tener magia, creo que aquella sensación tenía mucho más sentido ahora.

Aunque me sentía muy fuera de lugar, puesto que no sabia nada del mundo mágico. A, entrar en el tren busque rápidamente alguna cabina vacía, no pretendía hablar con nadie por el momento y había llevado mi mp3 para el viaje, sin embargo estaba tan distraída que ni si quiera me di cuenta de que alguien más estaba en la cabina.

Era una niña de cabello morado con azul corto y rizado, y estaba comiendo unos dulces extraños que parecían frijoles de colores.

Ella notó cuando la vi y me ofreció uno de los dulces, acto seguido me quite los audífonos y le pregunté

-que es?

-Son grajeas de todos los sabores-dijo mientras arrugaba la cara con asco- me ha tocado uno de vomito

- por qué alguien comería algo que sabe a vomito? Pregunté confundida

- Porque es divertido-dijo sonriendo- se supone que nunca sabes lo que te tocara, ten toma una.

- De acuerdo.

Tome una grajeas de color azul y no estaba tan mal, pero sabía a Jabón. Luego la niña me preguntó cómo me llamaba

Tú eres mi inspiración (Fred Weasley X Ravenclaw)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora