Tú eres mi inspiración (Fred Weasley X Ravenclaw)

6 año

Las vacaciones habían Sido muy buenas ahora que Fred era mi novio, antes de que fueran los mundiales de quidditch el paso a mi casa. Estábamos viendo una película con mis padres hasta que tuvieron que ir por mi hermano a su curso de verano y luego irían a hacer la despensa. Mientras veiamos la película sentía una sensación de nervios y cierto cosquilleo incomodo, y aunque tuviera este tipo de sensaciones, no quería incomodar a Fred. Absorta en mis pensamientos voltee a ver a Fred pero el no veía la película, me veía a mi.

-que pasa? Le dije sonriendo

-nada-me dijo- estaba pensando en lo mucho que me apetece besarte

-que casualidad- le dije con una sonrisa

Comenzamos a besarnos pero no había Sido como antes, había más pasión y una combinación de sensaciones extrañas que jamás había sentido. Paramos para recobrar la respiración y nos miramos fijamente.

-Lo siento- dijo Fred timidamente- creo que se me ha salido un poco de las manos y...

-esta bien- dije sonriendo- no me molestaría continuar

Dicho eso no necesito escucharlo dos veces y tomo mi mandíbula con su mano acercándome a el. Su olor a canela y pólvora me volvía loca, quería estar más cerca de el. Al acercarme, sentía el latir de su corazón acelerado, al igual que su respiración.

El empezó a tocar mi cuello con sus dedos mientras nos besábamos ejerciendo presión en ellos, no sé si quería hacer lo que yo pensaba pero comencé a besar su nariz para que mi cuello quedará a la altura de sus labios. El comenzó a besar y morder juguetonamente mi cuello. Esto se sentía demasiado bien, así que quise devolverle el favor. Pasados unos minutos el estaba encima de mi besándome con más intensidad, luego pude comprobar viendo un poco hacia abajo que el también estaba disfrutando esto. Sin embargo, la situación no se dió a más porque así estábamos bien. Pero este momento había Sido crucial y me había hecho despertar, en muchos sentidos. En la segunda mitad de vacaciones yo estuve practicando más mis pinturas y Fred y George me enviaban sus planes sobre abrir sortilegios Weasleys , yo estaba muy contenta con eso, pero ellos se notaban tristes porque su madre no tanto. Luego me contaron sobre los mundiales de quidditch y sobre como Ludo Bagman los había estafado, yo al menos me alegraba de que estuvieran bien con eso de que apareció la marca tenebrosa de nuevo. Al regresar a hogwarts, hubo otro momento que me hizo sentir el cosquilleo. Cómo ya no entrabamos en la cabina con mis amigos, sugirieron que simplemente me sentará en las piernas de Fred. Merlin, Dios ,perdóneme, porque lo que estoy pensando es algo que debe ser censurado. Fred igual se sentía muy nervioso porque iba moviéndose menos que de costumbre y estaba estático. Todo iba bien hasta que el tren se atoro con algo y freno de golpe, situación que hizo que la gravedad no favoreciera a Fred. Fred se había puesto completamente rojo y Lee y George se reían de él. Angelina, Katie y Alicia me daban una mirada de complicidad. Al llegar a hogwarts Dumbledore anuncio que se daría el torneo de los tres magos. Fred y George estaban emocionados porque querían entrar, pero cuando dijeron que solo dejaban entrar a mayores de edad se molestaron. Sin embargo, yo los conocía y no se darían por vencidos. También presentaron a un nuevo profesor, el profesor Moody. Se veía un poco aterrador pero ciertamente tenía un aspecto interesante.

Las clases con el también fueron interesantes...nos enseñó sobre las maldiciones imperdonables y nos hizo resistir a la maldición imperius. Yo no pude resistirme y me sentía un poco apenada por el baile tonto que me había hecho hacer. Los gemelos me molestaron imitando el bailecito saliendo de clase. Las clases cada vez se hacían más pesadas y a pesar de tener varias horas libres, no era para no hacer nada, si no por el montón de tarea que nos dejaban. Cómo ninguno de nosotros tres había aprobado pociones la pasábamos muy bien haciendo deberes ( o nada) cerca del lago negro. Mientras Fred jugaba con el calamar estuve hablando con George. Me contó de lo tonto que se ha puesto desde que ha salido conmigo y que no se calla.