5to año

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Quinto año
Cuando desperté después del ataque de el basilisco, desperté con muchas cartas en una bolsa, al leerlas me di cuenta de que la mayoría eran de Fred contándome lo que habían hecho día a día, en las cartas decía que no quería que me perdiera nada.
Después de eso recuerdo haberle dicho que lo quería, y él me dijo que me quería también. Cuando iba en el tren Juno y Onyx estaban muy emocionados por mi
-Si el siguiente año no están juntos ya no se- dijo Onyx- tendría que ser muy despistado.
Creí que el siguiente año iba a ser mejor, que este finalmente sería mi año. Pero no fue así, en las vacaciones tuvimos que visitar a uno de los tíos que menos me agradaba, y comenzó a preguntarme por la escuela, claro que, para mis familiares muggles yo iba a un internado.
Luego me comenzó que si ya sabía que estudiar, cuando le dije que quería estudiar artes comenzó a reírse fuertemente.
-Ve practicando la frase su hamburguesa con papas señor? -y siguió con esa estupida risa.
Comencé a enojarme y en cuestión de segundos, su cerveza se había roto.
-Tráeme otra- ordenó
Quizás para muchos, les daría igual aquel comentario. Pero no era la primera vez que me decían que lo que amaba era estupido. Y si realmente lo era? No había estudiado suficiente para los T.I.M.O.S
Pero no se me ocurría que otra profesión podría tomar.
Las cosas con Fred iban bien, me contó que iban a ir a Egipto por un premio que había ganado su padre, si alguien se merecía ese premio, eran los Weasley.
No hice gran cosa en lo que restaban de las vacaciones, solo me puse a hacer los deberes y a estudiar. Y pensar una y otra vez en qué profesión podría tener.
Me gustaban los animales fantásticos, quizás podría ser magizoologista...
En fin, este asunto me había deprimido un poco y cuando llego el 1 de septiembre me sentí alegre de poder estar con mis amigos. Esta vez iría con Fred, George y Lee. Me senté a lado de Fred y junto a George ellos comenzaron a hablar de Egipto
Fred y George me habían traído una litografía de un paisaje de Egipto, era realmente hermoso.
-Gracias- les dije con una sonrisa un poco decaída recordando las vacaciones. El ambiente en el tren era bastante frío, así que me puse mi suéter, pero luego comencé a sentir como si la sangre se me helara. De un momento a otro, ninguno de nosotros 4 estaba feliz, era como si toda la felicidad se hubiese esfumado. Fred que estaba recargado contra la pared se sentó hacia adelante dándome la espalda inclinándose hacia la puerta.
En ese instante Draco Malfoy, un niño arrogante de 3 año vino corriendo hacia nuestro compartimento, parecía que se iba a orinar allí mismo.
Después, volvimos a estar bien, pero el frío continuaba.
Llegamos a hogwarts y volvió a darse la ceremonia de selección, y quién sabe, pero tenía un antojo muy grande por comer chocolate.
Cuando llegaron nuestros horarios casi quería bailar, al fin nos tocaba pociones con otra casa  y esa casa  era gryffindor, además de defensa contra las artes oscuras y cuidado de criaturas mágicas.
Cuando toco la clase de defensa contra las artes oscuras, fue bastante interesante. Para empezar el profesor Lupin era todo lo contrario al profesor Lockhart. Usaba ropa desgastada y se veía muy cansado, pero era humilde y servicial. Como nos habíamos atrasado gracias a Lockhart, vimos los boggarts. Fuimos a la sala de profesores y ahí había algo encerrado en un armario.
Alicia fue una de las primeras en enfrentarse el boggart, y cuando llego mi turno pensé que se transformaría en fuego, o en algún ser querido muriendo, pero se transformó en una persona que se veía exitosa y llena de dinero, pero por la cara delataba que no era feliz. El profesor Lupin me miró con interés.
Al acabar la clase que tenía animados a todos, seguía pociones, que probablemente nos bajaría el humor a todos.
Parecía que Snape quería matarnos de estrés, pues haríamos la poción multijugos. Fred iba a pasarme mis sanguijuelas pero una se resbaló hacia mi muñeca. Fred trató de quitármela metiendo su mano dentro de mi capa y logró sacarla. No sé porque él simple hecho de sentir sus dedos rozar con mi piel me había puesto tan nerviosa. Pero al parecer, Snape se había dado cuenta.
-Weasley, siéntate del otro lado junto a Padalustro.
Padalustro era un chico de mi casa que a nadie le caía bien porque siempre discutía todo preguntando las fuentes de tu información y pruebas.
Finalmente, nos toco clase de criaturas mágicas con Hagrid, yo estaba feliz por lo feliz que se veía Hagrid.
Me había alejado un poco de mis amigos de gryffindor porque Oliver los hacia entrenar muy duro por la copa de quidditch, yo sabía que esto era importante para ellos, así que me ocupaba en otra cosa.
Luego llegó el banquete de halloween, pero antes de llegar al gran comedor, me encontré con alguien que ya había creido olvidar: con Kassandra.
Pero esta vez no tenía miedo.
Iba a seguir mi camino pero Kassandra me habló.
-que quieres? Le pregunté tratando de tener un tono neutral, pero se escuchó ligeramente a la defensiva
-Quería disculparme- dijo- solo eso. No espero que me perdones pero, era todo lo que tenía que decir.
Sabía que no mentía, me hubiera dado cuenta. Pero no me era fácil perdonar a las personas. Pero mentí
-Si, todo olvidado.
Después del banquete, Flitwick nos anunció que regresáramos al gran comedor. Nadie entendía porque hasta que vi que todos hablaban con los gryffindor sobre eso, y fui a hablar con mis amigos de gryffindor.
-Sirius Black- dijo Katie Bell- ha logrado entrar y no sabemos donde está la señora gorda.
Angelina y Alicia comenzaron a contarme mejor de que iba todo, hasta que Percy empezó a decir que nos fuéramos a dormir.
Aproveche que estaba con los de gryffindor y me colé con ellos. "Sin querer" puse mi saco cerca de Fred.
-Que sutil-susurro.
Le sonreí e intente dormir, pero sentía una mirada. Fred me estaba viendo, de la manera en que yo lo veía a él, reaccione nerviosamente y le guiñe un ojo de la peor manera posible como si fuese una caricatura, Fred se quiso reír por la cara rara que había hecho, y me guiñó el ojo bien.
-presumido- le susurré.
Era agradable dormir en el gran comedor, era como estar afuera.
Después se acercó el partido de quidditch por el cual habían entrenado tanto, pero iba a ser contra hufflepuff. Estaba asustada porque estaba lloviendo muy fuerte y con un viento que se llevaba los paraguas, antes del partido por suerte me encontré al profesor Flitwick, y le pregunté si sabia de algún hechizo para que yo pudiera ayudar a mis amigos.
-Utiliza impervius-me dijo- eso repelerá el agua de sus gafas.
-¡Gracias profesor! -le dije mientras corría antes de que empezara el partido-
Jadeando un poco me encontré con el equipo y les dije que había encontrado un hechizo para ayudarlos. Después de hacer el hechizo para todos los jugadores les desee suerte. Era lo mejor que podía hacer, si llevaba la pancarta probablemente volaría.
El partido terminó cuando Cedric atrapo la snitch, no podía ver muy bien que pasaba, pero se veía que alguien caía. Entonces Dumbledore pronunció un hechizo para que la caída fuera más lenta, y me di cuenta de quién era: era Harry Potter. Pobrecito, si no se tragaba la snitch, lo perseguía una bludger y esta vez caerse. Pero no quise molestarlo por ahora, porque el equipo iría a verlo. Fui a visitarlo dos días después dejándole unas tortas de melaza.
Las navidades ya se acercaban, y con esto de que los dementores estaban en hogwarts, prefería ir a casa. Haber estado petrificada ya había sido bastante feo.
Cómo de costumbre, envié regalos y también los recibí. La señora Weasley me había tejido otro suéter, pero esta vez de color lila.
Me la pase enviando cartas a través de Klimt a mis amigos y con Juno teníamos unas platicas muy divertidas. Era mejor para mi encerrarme en mi habitación porque mi tío se había quedado en mi casa por las vacaciones, y yo no lo soportaba.
Comencé a pensar que debería de falsificar papeles muggles que indicaran que había cursado la secundaria y preparatoria, y estudiar medicina en el mundo muggle.
Al regresar en la clase de defensas contra las artes oscuras, tocaba esta vez aprender la teoría por lo que estaríamos en él aula de siempre. Mientras escribía lo que consideraba importante, note cierto roce por debajo de la mesa en mi mano. Cuando mire hacia abajo era la mano de Fred (qué suerte tenía de que fuera zurdo) que rozaba un poco con mi mano. No sabía si era adrede o un accidente, pero comencé a rozar su mano “accidentalmente” también. Note que se acercó un poco más porque nuestras rodillas habían chocado torpemente.
Entonces él comenzó a acariciar mis uñas, a lo que respondí extendiendo mi mano hacia sus dedos pero sin tocar la palma. Finalmente, el entrelazó sus dedos con los míos, y sucedió. Nos estábamos tomando de las manos.

Tú eres mi inspiración (Fred Weasley X Ravenclaw)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora