Lo Que Quieras, Menos Alhajas. Yeongyu. T.

Capítulo 1.

Beomgyu consideraba la vida un extraño enigma, pero hermoso.

Podría llegar a ser dolorosa e incluso un martirio, varias veces era por culpa de ajenos y muchas veces era tuya propia, sólo ahí comprendió que la felicidad dependía de decisiones, de tus propias decisiones.

Cuando tu felicidad dependía de ajenos, tú decides cuando terminar con ello, y si tu miedo es perder "todo" sólo necesitas decidir si todo eso es importante más que tu felicidad.

Cuando gracias a los azares del destino tienes una vida feliz, debes decidir si continuar con ello o incluso explorar por más felicidad.

Beomgyu solía definir el sentido de la vida respecto a tu felicidad, si no eres feliz ¿Qué sentido tiene tu vida?

Muchas veces tendrías que toparte con sucesos difíciles, con nuevos pensamientos, nuevas tendencias, nuevos órdenes, sólo tú decides si aquello es parte de tu felicidad.

Y Beomgyu sabía con mucha alegría que él a sus 23 años era feliz, un omega que intentaba ser independiente desde los 18, sin un alfa y sin busca de uno.

Orgullosamente podía decir que estaba dentro de una carrera que muchos de mente cerrada solían decir "no es para omegas", bueno, Beomgyu decidió pasar aquellos comentarios por el arco del triunfo y estaba a tan sólo un semestre de terminar aquella ingeniería que tanto le apasionaba, Industrial.

Pero había un problema que estaba afectando en gran forma su estabilidad emocional, el extraño proyecto final que el profesor Kang había propuesto para aquel semestre y había sido aceptado.

Había afectado tanto su estabilidad emocional como para querer ignorar a cualquier persona que se atreviera a pasar frente a él, excepto a la persona que tanto buscaba entre los jardines de la zona de medicina, encontró su objetivo a unos cuantos metros de él.

-¡Jeongyeon!

La peliroja que se encontraba en una banca rodeada de libros enormes miró con confusión a su alrededor, hurgando entre los estudiantes, hasta que logró enfocarlo, entonces lo miró con una sonrisa.

-¡Hey, Beom!

Miró a la alfa ponerse de pie y esperó en su lugar hasta que la mayor recogió sus cosas y en su bata blanca se acercó hasta él.

-¿Qué pasa? Recuerdo que habías dicho que nos veríamos hasta las tres en la casa.--La alfa miró el reloj en su muñeca.--Apenas son las diez.

Se encogió de hombros, aún con un poco de irritación.--Apenas es nuestro cuarto día después de evaluaciones, no hay muchas tareas.

La chica respondió con una risa corta.--Eso jamás es pretexto para que te encierres en tu habitación todo el día mientras estudias, sinceramente no sé por qué lo haces.--Se encogió de hombros mirando hacia otro lugar.--Eres probablemente el alumno más destacado de ingenierías.

Sonrió divertido.--Mira quién me lo dice, la nerd que probablemente no ha dormido en toda la semana.

La alfa alzó las cejas y asintió aceptando el comentario, resignándose.--Bueno, lo hago porque a difrencia tuya, no tengo una beca completa, tan sólo el ochenta y tengo que cuidar mi promedio para no bajar mi condonación.

Suspiró frustrado, pero no respondió, la mayor puso una mano sobre sus cejas para cubrir sus ojos del sol y lo miró con atención.

-Desde que te vi te noté raro, ¿Qué tienes, estás bien?

-¿Por qué crees que no lo estoy?

-No mencioné que no lo hicieras, y tu aroma es más agrio de lo normal, sólo responde.