El cuento de las mentiras (parte 1)

Un café es sólo un café

Eran algo así como las cuatro y algo de la mañana, cuando la nostalgia y los recuerdos del pasado volvieron, sin embargo, cuando esto pasa son sueños que me le recuerdan y lo mezclan con cosas que crees pensar que no tienen sentido, un error muy grave, porque cuando tengo un sueño siempre ocurre lo mismo. Eso era un sueño, o eso creía, siempre tengo sueños y siempre me acuerdo de ellos, pero este lo viví como si fuese más real de lo normal como si viviese lo que ocurría a mí alrededor aunque yo fuese otra persona. Perdón no me he presentado mi nombre es Alejandro soy estudiante de tercero de la ESO. Bueno sigamos, me puse a pensar en que quería decir el sueño tanto que deje de hablar en mi cabeza y lo empecé a hacer de verdad, a hablar sólo.
"Sí claro como si esas cosas pasarán, como si un sueño fuese el futuro y si no lo evitó los que aparecen en él sufrirán lo que les ocurre, es malo sí, pero no vivo en una película y no va a pasar".
Me moví de mi habitación al salón, me paré en seco y dije:
"Claro que si fuese real tendría que estar atento a lo que el sueño decía".
El sueño me enseñaba tres parejas la letra de una canción triste y algo que sólo yo podía evitar, era un poco soso no muy original.
Estuve atento y pasaban los días, nada. Llegó el miércoles los días pasaban y nada pasaba estuve atento a que alguna de las dos personas del sueño coincidiese demasiado en una respuesta, menuda estupidez.
Prestaba atención en clase porque estaban dando unas clases sobre la sana relación de pareja. Lo cual era una pista sobre lo que podría pasar.
Llegó el viernes y teníamos planeado quedar desde el lunes pero bueno, así que nada más salir de clase esperé, pero no me gusta que haya imprevistos. Entonces como un soplo de aire fresco mientras comía, que oportuno recibí una llamada de uno de mis amigos que quería quedar antes que todos los demás porque luego no podía, así que quedé con él para luego quedar con el resto. Terminé de comer, me vestí y fui con él aunque eran las cuatro de un viernes, de un maldito viernes.
Quedé con el amigo, ah claro no lo conocéis se llama Eddie y es uno de los que aparecía en el sueño por eso quedé con él antes de tiempo.
Pasaron diez minutos y me dice:
"Me apetece un helado, quiero un helado"
Y le respondí:
"Sabes... Es casi invierno y la gente no come helados en invierno".
Y me dice:
"Ya pero me apetece un helado"
Después de eso llegamos a la tienda más famosa del pueblo se llama Don caramelo, pero le decimos donca.
Después de esto llegamos allí pero claro eran las cuatro y media y estaba cerrado hasta las cinco. Perfecto, increíble andamos como unos veinte minutos en los que pasamos por delante de muchas cosas y hablamos sobre lo que nos había pasado. Las notas, lo que pensábamos sobre nuestros profesores y vimos a alguna persona que no veíamos desde hace mucho, también le conté que mis padres no me dejaban ir a fiestas de un pueblo vecino llamado alberite.
Cruzamos la calle, giramos una esquina y me dice:
"Te acuerdas lo que te dije sobre Roxanne".
Y le dije:
"No, ¿el qué?".
"Lo de que te parece, qué opinas sobre ella". Respondió.
"Lo digo porque creo que le gusto". Dijo.
Dijese lo que dijese yo le ayudaría aunque no supiese que me gustaba Roxanne, cómo está era una de las parejas no podía dejar de pensar en lo que sería lo malo que les pasaría. Acabamos sentados en un banco y me dice:
"Yo sólo se lo pregunto si tú me lo dices".
A mí no me parecía una broma, por una vez le dije que sí en vez que hiciese lo que le viniese mejor. Además nunca sabes si te va a dar el sí si sólo piensas en que te va a decir que no. Ahí me di cuenta, el primer paso del sueño estaba ahí esa era la señal y faltaba que le dijese sí.