El Flan

16 1 0
                                    

Estaba más triste de lo que pensaba, pero bueno eso fue un sábado dije:
"Mañana todo será mejor y resolveré el caso, como he hecho con los otros".
El domingo volvimos a quedar, pero sólo hasta las nueve, aunque les convencí para estar al menos hasta las diez. Recuerda que lo mejor en el mundo es amar y ser correspondido, pensaba en esa frase que escuché en la película moulin rouge y no me sacaba de la cabeza.
Cuando estuve con ellos me dediqué sólo a hablar y jugar al fútbol, ya está.
No podía dejar de pensar y estaba cada vez más y más triste.
Pero saqué una sonrisa falsa y seguí hablando y jugando como si nada cada vez quedábamos menos y me quedé sólo con Eddie. Así que fui a decirle la verdad pero me corté y mentí el dije que había visto a otra chica que no era de clase que me gustaba con otro y estaba triste. Le dije que lo vi en Instagram y que casi borró la aplicación al principio de un enfado, pero me contuve u después de ver eso tuve la mirada pérdida por una hora. Después le pregunté si tenía algún plan con Roxanne y me dijo que quedaría algún día del siguiente fin de semana. Pero no lo dije nada más le dije que me alegraba mintiendo obviamente.
Me dijo que él se pasó todo el fin de semana contento, yo le dije que lo pase amargado. Al final se fue en bus y yo me fui a mí casa.
Sí Eddie no era el que estaba triste y sería Roxanne o yo consumido por todo lo que pasaba y viendo que nada me salia bien. Así que lo siguiente que hice fue buscar pistas para ver si era Roxanne, aunque me sentía bastante estúpido porque todas las pistas me apuntaban a mí, pero no quería creerme eso. Escribí el poema que acompañaba al anterior
Había un flan que en la nevera esperaba
A una chica muy bonita
Esperaba y esperaba
Hasta que te vio pasar con otro flan
Más blando y más dulce
Con el mejor estará se decía y decía
Mientras yo con el tiempo me amargaría
Hasta que un día el flan se pudrió
El olor a rancio estaba en mi chaqueta
En mi sudadera
En mi cabeza
En mis manos
En mi nariz
Por dios, estaba hasta en mi alma

El cuento de las mentiras (parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora