1. Yo, Invadido

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ADVERTENCIA: Esta historia contiene romance y relaciones tóxicas que no deben ser tomadas como ejemplo a seguir en la vida real. Cualquiera de las acciones o conductas aquí presentadas no deben romantizarse fuera del escrito, mucho menos esperar que acontezca una situación similar en cualquier aspecto. Se trata de un relato ficcional que no puede tomarse en consideración para relaciones ideales.

Teniendo en cuenta esto, espero que lo disfruten ♥

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Salió para despejar su mente. Con todos haciendo escándalo en casa es imposible. Sigue sin saber cómo es que acabó aceptando vivir junto a todos ellos. Es posible que se mate solo por el hastío que le provoca que no lo dejen dormir tanto como quiere. Sin embargo, la sagrada y divina razón por la que permanece ahí tiene nombre, apellido, labios gruesos y una cara de perrito que nadie resiste.

Incluyéndolo desgraciadamente. Se siente patético.

En fin, despejar la mente no es malo, lo malo es que su suerte es una puta regalada que se larga a tomar por culo cuando más la necesita. La situación es la siguiente: Fue a una calle de pequeños restaurantes para comer ignorando todo a su alrededor, tal vez comprar algo para el cara de cachorro y morirse en una cama con el estómago lleno. El problema no es su plan, sino como se estropea.

Por X o Y razón uno de los restaurantes explotó. No fue lo suficientemente cerca como afectarlo físicamente. La gente ve curiosa que pasa hasta que una persona Rara sale de entre el fuego. Parece tener petróleo encima o peor. Cuando un hombre se acerca a ayudar repentinamente le devoran la cabeza. El griterío en respuesta se hace notar, el evento lo deja con los ojos cuadrados y con náuseas.

De forma torpe sigue la muchedumbre en estampida. No llega muy lejos cuando algo en el estómago duele. Gime adolorido y asustado de ver una cuchilla larga y gigante clavada en su área abdominal. Otra más en la pierna acaba por tumbarlo al suelo sin poder tomar su celular para llamar... Ambulancia, policía, milicia, FBI aun si no están en América ¡LO QUE SEA!

Ve a esa persona que se quema llegar hasta otras heridas y devorarlas de un mordisco. Su cara es de todo menos humana. Finalmente y como si agonizara toma a una mujer, toda la baba negra pasa a ella. El cuerpo cae inerte al suelo en lo que la mujer se recompone. Aguanta la respiración un instante hasta que ella grita y sus órganos salen de golpe. La babasa negra fue hasta otro cuerpo vivo y repite el mismo patrón. Acurrucado en su sitio, levemente escondido ruega que no lo notara.

Desgraciadamente hay una maldita placa caliente en el suelo atrás suyo. La toca sin querer y la quemadura en su mano lo obliga a quejarse. Llama la atención del hombre cuyo abdomen se está inflando: Listo para reventar como un globo.

—Nononono... —balbucea al verlo aproximarse.

Grita por la manera en que es arrancada la cuchilla de su abdomen. La sangre le moja la espalda. Es cogido del cuello y una sensación extraña. Muy fría, se extiende por sus venas. El cuerpo del tipo cae a un lado en lo que Yoongi se retuerce con sus heridas sanando. Quince minutos, veinte, media hora ahí solo sintiendo que algo se está ajustando a su cuerpo.

«Somos muy compatibles... En todo aspecto

— ¿Que mierda...? —gimotea.

«Que suerte. De no haber estado muriendo no te hubiera hallado, eres mejor anfitrión.»

— ¿Anfitrión?

Esa misma porquería negra toma forma frente a él. Colmillos enormes y amarillentos, ojos lechosos sin pupila. «A partir de ahora somos nosotros.» dice con lo que parece ser su única expresión. Tiene sus pequeños ojos abiertos a más no poder, como si una parte de su mente ya lo da por sentado:

No es solo Min Yoon-Gi. Porque hay un "Nosotros".

«He comido lo suficiente para que no haya problema. Vamos, debemos ver al cachorro.»

—Jimin-

«Si nos agrada a ambos va a ser nuestro. Llévame a conocerlo. No le haremos daño.»

No es él quien se levanta. Algo desde dentro lo hace y lo obliga a caminar. Ignora a quienes le piden ayuda y también a los policías, que apenas llegan a la escena.

~ * * * ~

—¿¡ESTÁS BIEN!? UN... UNA CALLE FUE ENCONTRADA CON MÁS DE VEINTICINCO CADÁVERES.

—No grites, no grites ¡NO GRITES! —Reclama sintiendo que la cabeza va a explotarle por esa voz que no es suya más la alteración del otro—. Estoy bien, estaba muy lejos del restaurante que explotó.

—¿Y esa sangre? ¿Seguro que no te hicieron daño? —Insiste preocupado. Baja la mirada y ve su camisa sucia y aquel agujero enorme. Un detalle que honestamente olvidó.

—Sí, Jimin, estoy seguro. —responde. Él no luce confiado en la respuesta y mucho menos el resto. Jimin se acerca, lo toca en la frente y luego el cuello.

—Aun así, deberías irte ya a dormir, estás con un poco de temperatura... te llevaré un té más tarde. —Sonríe cariñoso. Yoongi muestra una débil sonrisa por el gesto.

—Vale. Intenta que sea el té y no un escándalo nuevo. —asiente. Jimin da un par de palmadas en el brazo para luego irse a la cocina. Mira a todos. Namjoon luce extrañado; Jin preocupado; Tae confundido, como si no supiera siquiera que salió y ahora se entera; Jungkook...

Él lo ve como si lo molesta la atención de Jimin. Nada muy extraño considerando que está consumiendo la atención de Jimin. Es casi el único pleito que tiene totalmente con él. Jungkook es un chicle pegado a Jimin, casi viceversa y... Lo molesta tanto.

Sube a la habitación que le corresponde y se mantiene sentado al borde. Tiene hambre, no una exuberante. Suelta un largo jadeo y mira fijamente al frente. Respinga cuando un tacto frío en la frente llega. Jimin ladea al cabeza y tiende la taza.

—Creo que si te dio fiebre. Qué raro.

—Sube el aire acondicionado. Es calor, no fiebre—Corrige tomando a prisa el líquido caliente sin sentir que queme. En realidad. Jimin baja la temperatura del aire acondicionado. Se sorprende de lo rápido que se bebió el té—. El ambiente está caliente ¿Cierto?

—Sí, un poc- ¡Hey! —Ríe tomando la taza que rueda por el piso—. Pensé que Namjoon-hyung tenía la capacidad de romper algo solo por estar en su mano. —ríe para quitar importancia al asunto. Yoongi mira el trozo de porcelana en su mano.

—Esta es la que rompió y "arregló". —Excusa.

—Oh, bueno, al menos no se derramó... Te veo muy mal—menciona mordisqueando un poco la manga de su suéter—. ¿Quieres que duerma aquí hoy? En caso de que necesites algo.

—Sí, sí queremos. —responde automático. Jimin no quiso hacer mención del plural, quizá fuese de esas gracias ocasionales de Yoongi.

—Vaaaaale. Vendré después. Puedes dormirte primero. —Bromea sacando otra sonrisa a Yoongi, satisfecho por ese gesto dirigido a ellos.

«Me gusta... Es lindo. Quedémonos con él»

—Cállate. Lárgate de mí cab-

«Ya te lo he dicho, ahora somos Nosotros. Si lo queremos, lo tomamos; así de sencillo»

—Yo no- ¿Qué? Yo no quiero eso.

«Si lo quieres; restregárselo a Jungkook en la cara. Lo sé todo de ti, porque estoy en tu cabeza. Deseas a Jimin y más aún, alejarlo de Jungkook. De todos en este departamento para ser más exactos. Estando juntos podemos hacerlo.»

—Eso sería... lastimarlo... ¿No?

«No lo lastimaremos. Él va a amarnos; hagamos que vea que nos ama y se aleje de Jungkook. Es lo que más quieres ¿no? Por ende yo también lo quiero. Jiminie solo para nosotros. »

—Solo nosotros.—murmura moviendo la cabeza por un escalofrío en el cuello.

Symbiosis || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora