Symbiosis || YoonMin

18. Él, advertido

Hoseok Está durmiendo en la cama de Taehyung por haberse emborrachado. Quien sabe si sale algo de ahí. Sin su compañero de habitación, Jungkook tiene todo el espacio para andar cual león enjaulado de lado a lado con la preocupación saliendo por todos sus limpios poros. Anda de aquí para allá con la misma expresión de preocupación y la boca entreabierta dejando ir alguna suposición u opción para lo que sucede con Yoongi.

Tal vez es un experimento extraño saludo de algún laboratorio, un alienígena, una enfermedad ¡A saber que puta mierda es! Lo único certero es que no se trata de algo amigable o inofensivo. Nada que lo sea puede mostrar semejantes colmillos y peor aún, empeorar un humor que por si solo ya era muy malo. Yoongi ha estado raro y quizá sea por culpa de esa cosa tan extraña y asquerosa. Sacude la cabeza, sentándose en su pequeño escritorio con la computadora, tableta gráfica y algunos cuadernos apilados a un lado.

¿Qué se supone que haga? No sabe qué es y aunque haga de nuevo la misma técnica, lo más seguro es que Yoongi se esfuerce por reprimirlo, no exponerse y dejarlo en ridículo para seguido, matarlo por haberlo delatado. Tal vez no me mate, todos amenazan así, pero no sería capaz de matarme. Toma el lápiz de la tableta gráfica y la enciende. Guarda lo que estuvo haciendo y abre un nuevo archivo. Trata de visualizarlo nuevamente. Aquella figura negra que sobresalió del cuerpo de Yoongi como si fuese una cubierta de baba negra.

No se trata de algo con forma. Tan asimétrico que bien es una mancha negra con colmillos, ojos y un terrible mal humor. Lleva la pluma a su boca y se da toques, pensativo. Tal vez por esa cosa Yoongi creció tanto estos últimos meses, incluso cuando se cayó en la práctica y debió haberse quedado con una pierna rota. Anota a un lado una pequeña lista de lo que es posible que haga esa cosa:

- Curación acelerada
- Aumento de masa corporal
- Sensible a los sonidos fuertes.

Ladea la cabeza y frunce las cejas ¿Y los cigarros? ¿Tienen algo que ver? Yoongi parece desesperado por fumar. Si su teoría es cierta, el hacerlo no va a generarle daño a largo plazo, pero aún así, él nunca fue precisamente adicto y aunque pueda hallar una solución para hacerlo sin matarse, el exceso con el que ahora consume nicotina debe estar emparentado con su "plaga".

Una de la cual no ha dicho absolutamente nada. A pesar de tener puntos en contra y discutir de manera constante. Explica porque se grita de la nada en su habitación. El motivo por el que habla solo, porque tiene extensos monólogos en cualquier lugar. Es una conversación, pero nosotros no somos participes de ella. Bufa revolviéndose el cabello a medio crecer y con las puntas decolorados. Quiere entender más, el problema radica en que le da mucho miedo preguntar.

—Tal vez sea quien mato a los estudiantes de música. —Abre ligeramente los ojos ante su propio descubrimiento. Hablaban de un animal desconocido, que apenas dejó rastro del cuerpo, pero nada concluyente. No había huellas dactilares, cabello, nada. Solo los cadáveres a medio comer.

Eso lo lleva a la siguiente pregunta: ¿Come carne...?

Da un brinco que casi tira la tabla a un lado. Retrocede asustado, con el cuerpo temblando y el pulso a mil por hora. En el suelo de la habitación hay un cuerpo a medio devorar. Parte de sus intestinos se están saliendo por el mordisco en el estómago, su mandíbula separada de su cabeza por un lado, la mejilla arrancada, el pecho arañado, cabello arrancado y parte del cuero cabelludo tirado a un lado en el piso.

Tirita, a poco de vomitar y queriendo comprender cómo eso entró a su habitación para empezar. Quien la metió.

—Tengo hambre y venir a hablar con un cara mierda como tú no iba a dejar de comer.

Su atención se fija en la figura negra que entra por la ventana, agachada y que gotea sangre por la boca. Luciendo como un animal de forma humanoide y esa sonrisa tan peculiar y extraña. Avanza y Jungkook retrocede para llegar a la puerta y salir corriendo. De un salto Bangsaseong llega antes y le ruge a Jungkook en la cara, consiguiendo que baba y sangre le salpique.