Knife | KookTae

Capítulo 1: Destino.

"¿Por qué sonríes tanto?"

Jungkook levanta la cabeza, negando algo tímido hacia el mayor. Pero Hoseok entrecierra los ojos, cruzándose de brazos.

Los empleados están cerrando el gimnasio, y el de puntas azuladas se mantiene apartado, cerca de las caminadoras con una extraña sonrisa adornándole el rostro, incluso si está solo.

Jeon Jungkook es una persona que normalmente es feliz todo el tiempo, aunque, debido a que se conocen desde hace cinco años, es que Hoseok sabe identificar cuando la sonrisa de Jungkook significa algo más, algo que carga en toda su aura.

El chico suele ser mas serio durante las horas de trabajo, mientras entrenan a las personas que asisten al gimnasio que fundaron juntos, y el día de hoy, Jungkook actuó increíblemente juguetón y bromista, cosa que no presenta ningún inconveniente, así que no debería ser entrometido.

Pero lo será, porque le corresponde como mejor amigo del muchacho.

"Estás emocionado por algo." Afirma, contagiándose de la expresión en el otro.

Jungkook lo mira, y comienza a dirigirse a los vestidores para cambiarse la ropa de licra antes de ir a casa, con el mayor siguiéndole por detrás.

"¿Es por alguien?" Se pregunta Hoseok, sin rendirse. "La recepcionista de tu edificio, quizá."

El menor le alza una ceja. Por supuesto que no es una chica, mucho menos ella.

"Hyung, deberías cambiarte."

"Entonces es un- aguarda." Hoseok truena los dedos, abriendo los ojos. "¿Es por tu crush chefsito?"

"Estoy a punto de quitarme la ropa, es tu culpa por no irte si ves algo inadecuado."

"No pensé que te gustara en serio." Continúa. "Digo, ¿Lo ves dos días a la semana?" Jungkook asiente. "¿Ya están saliendo, o algo así?"

En realidad Jungkook no habla demasiado de ciertas cosas, entre ellas, sus relaciones interpersonales. Alguna vez le mencionó que conoció a un chico muy bonito en las clases de cocina, mas no volvieron a tocar el tema, porque Hoseok nunca se ha visto en la necesidad de aconsejar al menor para ese tipo de cosas, pues Jungkook simplemente va por lo que quiere sin problemas.

Pero el más pálido niega, ya con el torso desnudo.

"El lunes tuvimos nuestra primera conversación." Cuenta, recordándolo como un grato momento.

"¿Recién?" Hoseok frunce el ceño. "¿Qué te dijo?"

"Me reclamó por robarle su cuchillo."

El mayor ladea la cabeza, no entendiendo del todo.

"¿Le robaste su cuchillo?"

"Claro que no."

"¿Y por qué estás tan feliz?"

"No lo sé, hyung." Encoge los hombros. "Estuve esperando semanas para tener alguna excusa que nos hiciera hablar, y ahora la tengo, así que estoy emocionado."

"Me da conflicto que te agrade tanto el hecho de que alguien te acuse de robo, ¿sabes?"

"Eso es lo de menos." Jungkook termina de poner sus pantalones, cerrando su mochila de mano. No es necesario que todos los entrenadores se cambien la ropa antes de ir a casa, pero Jungkook se mueve en motocicleta, no quiere ir por ahí con ropa tan ajustadamente incómoda. "Mañana voy a verlo otra vez, es todo."

"¿Y por qué te llama la atención? Yo no volvería a acercarme."

Se dirigen juntos al estacionamiento, despidiéndose de algunos empleados en el camino.