CAPÍTULO 2: LA VERDAD

5 0 0
                                    

El fin de semana pasó rápido con Natalie recuperándose en el hospital. El lunes había llegado y tuvimos que volver a estudiar. Natalie había despertado e iríamos a visitarla al salir de clases. El día transcurrió normal hasta el primer receso. En ese momento, llamamos a Natalie por videollamada, su mamá contestó y le pasó el teléfono.

N: Hola chicos – Dijo con voz débil.

Todos: Hola.

N: ¿Cómo les va?

C: Bien, ¿Cómo te va a ti? ¿Tienes menos dolor?

N: Sí, aunque me duele la cabeza si pienso en las tareas que me tocará hacer al volver – Dijo sonriendo.

JY: Hoy iremos a visitarte.

Solo estábamos Wendy, Joy, César, Phillip y yo en el salón, pero sentimos la puerta abrirse y vimos a Tatiana entrar. Venía por César para que pasaran el receso juntos como lo hacían desde que empezaron su noviazgo.

C: Natalie, me iré. Tatiana llegó por mí, nos vemos más tarde – Dijo mientras agitaba su mano y se alejaba de la cámara.

Cuando salió la pareja, llegaron otras dos personas: Johanna y Felipe. La chica frenó en su silla y Felipe se acercó a Phillip.

F: Hola chicas, me llevo a mi amigo. Más tarde se los devuelvo, cuando me canse de él... -Dijo en tono sarcástico.

Nosotras reímos y los dos chicos salieron. Mientras tanto, al otro lado del salón Johanna contestaba su ruidoso teléfono. La observé atentamente mientras Joy y Wendy hablaban con Natalie.

JH: Hola, ¿por qué llamas? ¿pasa algo?... Sí aquí estoy... ¿Qué, de qué hablas? ...

Noté su tono nervioso y luego su enojo. Le colgaron supongo. Luego, lanzó el teléfono contra la mesa y gritó asustándonos.

JH: ¿Cuál es el repentino interés, joder? ¡Ash! -Rechinó para mirarme.

Sentí su odio con esa sola mirada y salió de salón indignada. Que chica temperamental...

JY: ¿Caroline, le hiciste algo? Parece que te odia.

Yo: No, nada. Ni idea de qué le pasa – Miré a Natalie- Bien, tenemos que irnos al patio o nos regañarán. Nos vemos más tarde – Dije y le sonreí.

Se despidieron y colgamos la llamada para bajar al receso. Joy y yo nos acostumbramos a ver los partidos de ping pong que hacían los chicos de nuestro grado, por lo que nos acercamos al lugar. Allí estaba Antonio, quien, al notar mi presencia, se acercó sin dudar.

A: Hola – Dijo sonriente.

JY: Hola... -Expresó intrigada- ¿Necesitas algo?

A: Sí, quiero hablar con ella – Me señaló con el dedo.

JY: ¿Qué? – Me miró sorprendida.

Yo: Está bien – Y le susurré al oído – Luego te cuento.

JY: Ok.

Lo seguí a través del patio hasta la esquina del edificio derecho.

Yo: Entonces... ¿En qué te puedo ayudar? – Le sonreí. Caroline qué rayos te pasa...

A: Quiero saber si te gustaría ir al cumpleaños de mi hermano. Mi mamá dijo que te invitara.

Yo: Amm... Tengo que pedir permiso, pero creo que estaría bien.

A: Esta es la tarjeta, te espero. Además, creo que Joy está muy intrigada sobre nuestra conversación. Es eso o que me quiere matar con la mirada – Rió fuerte y yo lo imité.

LA MANSIÓN DE LEO BLADEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora